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   –Otro días mas. —Eso es en lo primero que pienso mientras abría los ojos dejándome cegar por la luz del sol entrando por aquella pequeña ventana de nuestra habitación.

Digo nuestra por qué comparto habitación con aquella chica de ojos enormes que ha Sido como una hermana desde que llegué a este ofarnato

-Arriba charot, otra vez se nos va hacer tarde a la enseñanza. —exclame mientras la removía como un saco de patatas.

-Otro rato más bianca.—Dijo perezosa.

–llamare a la señora Thompson.–exprese caminando hacia la puerta.

–¿Que decis?. —expreso mientras hacia el mínimo esfuerzo en levantarse de la cama
cuando por fin logro ponerse de pie, le arroje la toalla a la cara.

-A veces no te soporto. —exclamo mientras arrastraba los pies como un zombie dirigiéndose al baño.

A los poco minutos de que salió del baño era mi turno de ducharme, así que tome mi toalla para adentrarme al pequeño baño, ya dentro empecé a desvestirme hasta quedar desnuda, gire la pequeña palanca de agua y está comenzó a esparcirse por todo mi cuerpo. Después de asegurarme de lavar correctamente cada parte de mi cuerpo  salí de la tina, tome la toalla para envolver mi pequeño y cálido cuerpo.

Me sentre en ponerme mi uniforme lo más rápido posible, cuando escuché tocar la puerta. Y el reflejo de la señora Thompson apareció tras el, con su típico traje negro, tacones altos, y su aburrido labial rojo.

-Bianca a mi oficina. —Expreso con autoridad, mientras su silueta comenzaba a desaparecer de la habitación, los estresantes chillidos de sus tacones contra el viejo piso era la cosa más molesta del mundo.

-parece que tienes problemas, Te veo después de clases me cuentas todo.—exclamo charot dando un portazo antes de que pudiera despedirme.

Caminaba por los pasillos que parecían infinitos, mientras mi vaga mirada se perdía en los antiguos cuadros colgados uno tras otros y la gran alfombra roja que le daba un toque refinado al pasillo.

 

Obsesse [Borrador]Where stories live. Discover now