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-¿Qué crees que haces?, ¡suéltame! No iré a ningúna parte contigo. —Dije desesperada mientras que con mis pequeñas manos le daba pequeños golpes en el torso, en realidad parece que ni le hacían cosquillas.

-¿Te puedes comportar?, eso es muy infantil de tu parte, Bianca. —Expreso mientras salía del despacho de la señora Thompson con dirección a la salida del orfanato, algunas chicas se quedaban observando la situación mientras que otras secreteaban cosas entre ellas.

Salío conmigo del ofarnato cargada como un bebé en brazos yo solo me limitaba a clavarle mis uñas en sus grandes y fuertes brazos. 

-Que crees que haces bájame ahora te vuelvo a repetir que no iré contigo a ninguna...

No pude continuar por qué el muy estúpido me había inyectado un sedante. Mi vista se comenzaba a ver borrosa y mi cuerpo fue dominado por el cansancio todo se volvió negro.

Narra Eliot*

Hasta que por fin se había quedado dormida con un sedante que le había inyectado, está chica si que es una fiera predije para mí mismo mientras observaba su diminuto rostro que tendrá está chiquilla que me vuelve loco hasta para hablarme.

Recuerdo esa primera vez que la había visto por primera vez su hermosa y cálida piel blanca, su diminuta estatura, ojos precisos para su color de cabello este era de un color gris encendido mientras su pelo era rubio apagado,labios rojizos hinchados, nariz refinada y pequeñas pescas que le daban ese toque angelical a charot, y ni  hablamos de su cuerpo cintura marcada, pechos pequeños, piernas bien formadas en pocas palabras era una criatura que gritaba inocencia a pesar de su extremada reveldia.

En este instante esta dormida sobre mi regazo con su cabeza rescotada sobre mi pecho mientras le pido a mi chófer que me llevará a casa, charot comenzaba a sudar a si que ordeno que bajen un poco el retrovisor del auto para que mi pequeña pudiera refrescarse con el aire que entraba por el, recojo su cabello que se comenzaba a esparcir por su rostro haciendo una coleta, pequeños mechones rubios salían acabando en su rostro.

Las horas pasaron y el chófer me había avisado que ya habíamos llegado, mis hombres tan pronto el auto se estacionó acudieron a abrí la puerta trasera del coche para que pudiera bajar con Charot en brazos.

-Buenas tardes señor es un gusto ternelo de vuelta.— expreso Camil mi hombre de confianza.

-Gracias Camil estaré ocupado asi que ya sabes que hacer.—exclame mientras entraba por la gran puerta de mi mansión con Bianca en brazos.

-Como usted ordené mi señor. —expreso  y a los pocos segundos de que le diera una  seña de aprobación empezo a caminar perdiéndose en los pasillos.

Subí los escalones con Bianca en brazos empezando a caminar hacia mi habitación ubicado en el fondo del pasillo, con un poco de dificultad logré abrir la puerta de mi habitación adentrándome a ella y cerrando la puerta con seguro, deposite a Bianca cuidadosamente sobre la cama busque una almohada ubicandola debajo de su cabeza.

Quien te viera dudaría que tendrías ese carácter de mierda pensé mientras me fijaba en los rasguños en mi brazo. Necesitaba una ducha así que me dirije a la ducha perdiéndome en lo tibio del agua y dejando que este callera sobre todo mi cuerpo, no sin antes quitarme el traje que tenía puesto solo quedando en boxer despues de hacer todas mis necesidades salí cerrando la manija del agua y tomando una toalla que acabaría enrrollada en mi cintura. Salí del baño mientras chequeaba mi celular viendo algunos talleres importante de la empresa que cancelaría toda esta semana solo para poder pasar tiempo con Bianca





Obsesse [Borrador]Where stories live. Discover now