"Basta, te vas a arruinar el cabello". Tong aparta mis manos de mi cara, donde una vez más las he levantado nerviosamente. “¿Cuánto tiempo pasamos en el salón con esto?”
"Lo siento. Sólo estoy nervioso" protesto.
"Lo sé." Mi mejor amigo me lanza una sonrisa tranquilizadora. “Pero no lo estés, ¿vale? Te ves hermoso. Quiero decir, solo mira eso” me agarra por los hombros y me hace girar hacia el espejo.
Efectivamente, me veo mejor de lo que recuerdo haber estado antes. Nunca antes me había peinado profesionalmente y estaba nervioso por tener un peinado ridículo que no se pareciera a mí. Pero el estilista que Path recomendó es genial. Ella no hizo nada extraño ni diferente; como ella dijo, solo quiere que me parezca a mí mismo, la versión perfecta. No como alguien más.
Mi maquillaje también es natural, una base suave sobre mi rostro, un toque de rubor en mis mejillas. Mis labios son de un rosa cálido.
Me muevo de un lado a otro en el espejo para estudiarme desde todos los ángulos. El traje sencillo con algunos cristales incrustados, abraza mis curvas y se ensancha alrededor de mi cintura, fluyendo hacia mis piernas. Como sólo han pasado dos meses desde que nos comprometimos. No se lo hemos dicho a nadie. Planeamos esperar hasta que esté fuera de la zona de riesgo, en mi segundo trimestre. Luego lo anunciaremos, con muchas felicitaciones, estoy seguro. De todos modos, no es que toda la familia de Bible no esté esperando que empecemos a tener hijos pronto.
Todavía me siento un poco culpable por ocultarle este hecho particular de la boda a mi mejor amigo. Pero al menos ya no miento sobre el compromiso en sí. Todo es real ahora. Y a pesar de sus preocupaciones anteriores, ha estado a bordo todo el tiempo, ayudándome a planificar la boda en un torbellino, con mucha ayuda también de la familia de Bible, por supuesto.
En cuanto a Tong, acaba de mudarse aquí, a un lindo departamento. Se negó a aceptar ayuda financiera, pero dejó que Bible le encontrara trabajo en el restaurante de un amigo en la ciudad. Ahora trabaja como bartender.
Por lo que he oído, ya tiene una lista completa de clientes habituales que confían en sus cócteles, y al gerente del bar le gusta tanto que le dio turnos de fin de semana, donde gana la mayor cantidad de dinero en el menor tiempo. Entre eso y todo el tiempo extra que ha pasado con Pong desde que se mudó a la ciudad, diría que la vida de mi mejor amigo está lista para despegar de la misma manera que la mía.
"¿Qué?" me llama la atención en el espejo. "Estás sonriendo como un idiota, ¿lo sabías?"
"Lo sé." Pero no dejo de sonreír. "Estoy... realmente feliz".
"Bien. Deberías estarlo el día de tu boda” se inclina y me da un beso en la mejilla sin tocarme, con cuidado de no mancharme el maquillaje. "Sigo pensando que todo esto está sucediendo muy rápido".
"Lo sé", respondo. "Pero se siente bien".
Se agacha para apretarme la mano, sonriendo. “Entonces, al final, eso es lo único que realmente importa” sostiene mi mirada. “Por mucho que odie renunciar a ti”, añade, “estoy bastante seguro de que elegiste al chico perfecto. Bible es genial y realmente parece que va a cuidarte muy bien. Para darte la vida que te mereces”.
"Lo sé." Le devuelvo la sonrisa. “Y planeo cuidar de él también. Para darle el esposo que ni siquiera supo que quería".
Se ríe de eso y yo me uno. Luego me guiña un ojo. "Y si alguna vez se porta mal, bueno, ya sabes a quién enviar para que le patee el trasero".
Resoplé. "Estoy bastante seguro de que eso no será necesario".
"Solo digo. La oferta está sobre la mesa” sonríe. En ese momento, alguien llama a la puerta del camerino donde nos hemos estado preparando. El salta hacia él, listo para mantenerlo cerrado si es necesario. "¿Quién es? Bible no puede verlo todavía”.
