Esto realmente va a funcionar. Ese es el pensamiento que pasa por mi cabeza mientras mi conductor se abre paso entre el tráfico, guiando el auto. Mi loft está al borde del parque, con una vista que sé que le encantará, por la forma en que ahora mira por la ventana, con una gran sonrisa en su rostro, absorbiendo todo.
"¡Es como en las películas!" exclama, una y otra vez, mientras nos dirigimos hacia casa.
Lucho por reprimir mi sonrisa, mirándolo. Ver sus reacciones ante todo, desde los asientos de primera clase y el servicio en el avión, hasta el automóvil con chofer que nos esperaba en el aeropuerto, e incluso la ciudad misma, me hace ver mi mundo con nuevos ojos. A través de sus ojos.
Mi padre lo va a amar. ¿Cómo podría no hacerlo? Cualquiera lo haría. Su emoción es contagiosa, su entusiasmo es contagioso.
Este plan no puede fallar. Me conseguirá exactamente lo que quiero. Porque, ¿quién podría conocer a Build y no creer que me enamoraría perdidamente de el?. El es mas que suficiente para cambiar mis costumbres de soltero y sentar cabeza. El es la pareja perfecta, incluso si es una pareja en la que nunca hubiera pensado antes. El es tan... inocente. Tan genuino.
“¿Aquí es donde vives?” dice mientras nos acercamos a la acera, tan fuerte que incluso Pong, mi chófer habitualmente profesional, sin lugar a dudas, ahoga una risa divertida.
"Aquí no", digo, mientras salgo primero y mantengo la puerta abierta para que me siga hasta la acera. Señalo hacia arriba, más allá de la ornamentada entrada principal. Todo el camino hasta la cima del rascacielos. "Allí arriba", digo, y me río entre dientes ante su mirada boquiabierta.
“¿He mencionado que esto es como algo sacado de una película?” pregunta, una vez más, mientras cruzamos el vestíbulo dorado. El portero saluda y lo saludo por su nombre mientras él nos mete en el ascensor.
Cuando las puertas se cierran detrás de nosotros, mira a su alrededor, sorprendido. "Olvidamos nuestras maletas", dice, alcanzando las puertas del ascensor. Pero no hay botones en el interior de estos ascensores. Se deslizan hacia arriba por su propia voluntad, con el destino ya en mente.
"No te preocupes por eso", respondo. "Pong se los pasará a los porteros para que los traigan en unos cuantos".
Niega con la cabeza, pero también sonríe. "Estoy empezando a pensar que eres un malcriado, Bible".
“No tienes idea”, respondo. Luego le ofrezco un guiño. “Pero no te preocupes. Yo también planeo malcriarte. Después de todo, eres mi prometido”.
La palabra aterriza pesadamente entre nosotros y lo hace moverse sobre sus pies, la sonrisa emocionada repentinamente se desvanece de su rostro. Frunzo el ceño, preguntándome qué lo molestó. Quería simplemente bromear sobre nuestro acuerdo. En cambio, parece que he tocado una fibra sensible. Pero antes de que pueda preguntar qué pasa por su mente, el ascensor llega a la cima. Mi piso. Las puertas se abren y debe olvidar lo que sea que estaba carcomiendo mientras gira hacia el loft.
"Ay dios mío." sale, con la boca abierta, y camina lentamente por la entrada.
Lo sigo, incapaz de contener mi sonrisa. Pasé mucho tiempo asegurándome de que este apartamento tuviera el aspecto perfecto.
Simplemente sigo a Build a través del lugar ahora, viéndolo con ojos nuevos, de la misma manera que he estado observando su experiencia de la ciudad desde que aterrizamos.
Exclama exclamaciones ante la entrada de mármol, que se desvanece en los pisos de madera brasileña de la sala principal. El hace un ahh junto a la chimenea y emite sonidos de agradecimiento sobre los sofás de cuero, la alfombra cerca del fuego y los más delicados persas que acentúan la sala de estar. Sonríe al comedor, con su lámpara de araña de gran tamaño y sus muebles sencillos, y literalmente jadea cuando entra a la cocina, con sus enormes encimeras de mármol y más electrodomésticos de los que jamás haya visto.
