JUEGOS DE SEDUCCIÓN (+18)

MI MADRE ESTA VIVA

—Lo entiendo, pero no puedes...—No, no lo entiendes Maddie, ni tu ni nadie, tú tienes una madre y un padre con quienes creciste, mi padre es un hombre desde que "murió mi madre" ha intentado hacerme sentir bien, con todo lo que el dinero pueda comprar, pero fracasa y lo hace porque no se esfuerza, no sé si él también me mintió, o realmente no lo sabía, Nadie puede entenderme Maddie y menos tú, ni siquiera sé porque estás aquí —Interrumpió nuevamente, había amargura en sus palabras y eso lo hacia grosero.

—Estaba preocupada por ti, Santiago somos amigos, quizás no como antes, pero me importas y no quiero que pases por esto solo, porque sé que cuando algo te duele te alejas, sufres solo y nos es justo para ti —Dije tomando su mano.

Se soltó bruscamente y se levantó, paso la mano por su cabello varias veces seguidas.

—Maddie ¿Puedes irte? Por favor no quiero verte, no quiero hablar con nadie, no quiero ser grosero, quiero estar solo ¡por favor vete! —Dijo viéndome.

Yo seguía sentada con los pies en el agua, él estaba siendo grosero conmigo, entendía que estaba dolido, pero no podía desquitarse conmigo, por querer ayudarlo, debería irme y dejarlo ahogar en su pena, pero no quería, no quería irme, no quería dejarlo solo.

—Maddie ya vete ¿porque no te vas?, deberías irte de la misma manera en que lo hiciste antes al irte con Ian. —Hablo alzando la voz.

Me levante tome mis zapatos, iba a irme, no quería soportar su mal humor así que empecé a caminar, escuche un pequeño y agudo quejido lleno de dolor me di la vuelta y caminé rápido hasta él.

—No quiero irme, no puedo y no quiero dejarte solo y menos así, puedes gritarme si quieres, pero no me iré, ¿entiendes? —Hable tomando su rostro entre mis manos.

Él me observo con esa mirada de niño, de aquel niño al que consolaba los días de la madre cada año.

—Ven —dije atrayéndolo a mis brazos, lo rodeé y el enterró su rostro en mi pecho, poco a poco aquella figura ruda empezó a quebrarse, mientras yo lo abrazaba con más fuerza.

Al cabo de un rato seguimos hablando. Él se veía un poco más tranquilo, aunque esa mirada decepcionada seguía en él.

—¿Cómo te enteraste? —Interrogue

—Fue muy gracioso ¿sabes? —su rostro reflejaba todo menos lo que sus labios decían. —Fuimos a comer a un nuevo restaurante que está un poco lejos de aquí, entonces nos dieron nuestra mesa mi padre estaba sentado frente a mí y se quedó en silencio, estaba pálido, muy sorprendido, empezó a murmurar por bajo, así que lo Interrogue...guardo silencio unos segundos antes de seguir, pasaba las manos inquietamente por su cabello. Es tu madre, es ella fue lo único que pudo decir, me gire y era una mujer, rubia de ojos grises el cabello rizado un escalofrío recorrió mi cuerpo, saque lentamente la fotografía de mi madre de mi billetera y definitiva era ella, con un poco más de años y arrugas, pero era ella, ¿Maddison, como pudo abandonarme? ¿Mentir y fingir su muerte? Fue tan cobarde que prefirió romper mi corazón, toda mi vida pensé que era mi culpa que ella muriera y ahora quizás no estaba equivocado y es mi culpa, ¿tan mal hijo fui, que decidió abandonarme? —grito molesto, camina de un lado a otro, la vena de su cuello se resultaba por la enorme ira que sentía. —se veía tan feliz con esos niños, les daba todo el maldito afecto que me negó a mí —dijo pegándole a la puerta.

—Santiago —murmuró por bajo, tratando de tener su atención sin que se frustrara más debes hablar con ella, quizás tuvo un motivo, quizás... —Quizás nada, no hay nada que lo justifique, ella no era feliz y decidió quitarme esa felicidad, decidió ser feliz a costa de la de un niño de cuatro años, ¡maldita sea! no la justifiques Maddie —intervino. —Además ¿qué haces aquí? No deberías estar con Ian, digo al final tú también decidiste irte con él ¿no?, deberías irte, no te quiero aquí —dijo finalmente.

Mi paciencia se había acabado entendía que estuviera dolido, entendía que esto superaba cualquier sentimiento que tuviera, pero no tenía derecho a hablar así.

—Tienes razón, no sé qué demonios hago aquí, desde que vine lo único que he hecho es darte mi apoyo, mi cariño, mi comprensión y compañía, pero tú, me tratas como una estúpida, como alguien a quien aborreces, me hablas tan mal educado cuando lo único que intento hacer es estar a tu lado, porque nadie lo entendería como yo, por eso me escribiste a mí. Pero no lo soportare más hable —tome mis zapatos y bolso.

Me levante de la silla sin mirarle iba empezando a caminar cuando tomo mi mano.

—Maddison, lo siento, de verdad —Susurro a mi espalda. ¿Puedes mirarme por favor? Interrogó buscando mi rostro con sus manos.

Seguía con la mirada hacia otro lado.

—Déjame, me iré —hable indiferente

—Maddie por favor, mírame —dice tomando mi rostro.

Finalmente, mis ojos se encontraron con los suyos, tenía mi rostro entre sus manos podía sentir su respiración junto a la mía, el mismo aire y su aliento cálido se compartían con el mío, sus ojos dejaron de ver los míos y se tornaron directamente a mis labios, respire varias veces.

—Creo...creo que debería irme —tartamudeo tratando de romper el momento.

—Lo siento, yo me quería disculpar tienes razón, no debí hablarte de esa manera, perdón sé que dejaste algo importante para venir a verme. —Hablo retirándose de una vez de mí.

—Santiago somos amigos, siempre voy a apoyarte, deberías hablar con ella, si decides hacerlo dime y te acompañaré para que no estés incómodo—dije.

—Gracias Maddie ¿Puedes quedarte otro rato? —pregunto.

Solo asentí quizás era la media noche no lo sabía con exactitud, hablamos hasta quedarse dormido, le puse una manta encima, me senté a su lado, jugaba con un mechón de su cabello, me sentía extraña verlo de esa forma tan necesitada y dolida.

HOLA!!! AQUI EL NUEVO CAPITULO DE LA SEMANA!! ¿CUENTENMEN QUE SIENTEN? yo la verdad creo que tengo el corazon roto por santiago.

¿QUE CREEN QUE SUCEDA AHORA?