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HOY había amanecido con una leve lluvia, dejando nubes grises por todo el cielo, sin dejar que el sol dará ni un rayo de luz o calor. Me propuse llevar unos guantes de color crema y un gorro de lana gris, el cual en cuanto entré al aula de clases lo guarde, sin embargo no me saque los guantes si no lo ameritaba.
Solté el tercer suspiro de la mañana mientras miraba aburrida la pizarra, busque algo en qué llevar mi atención, desvíe mi mirada hacia la ventana, viendo cómo las hojas de los árboles se agitaban muy levemente.
Las clases pasaron de manera lenta y aburrida, cuando llegó la hora de descanso fue la chispa de felicidad de mi día, caminé silenciosa entre Ino y Sakura.
Saqué unas galletas de chocolate cuando llegamos a un lugar un poco escondido del frío, diferente al que solíamos acudir.
—Estas muy callada hoy, Hina. —Levante mi mirada, Sakura e Ino me miraban curiosas
—Perdón, no sé que me pasa hoy, tengo un poco de sueño. —Rei entre dientes para luego escucharlas reír también
—No te desveles pensando en tu príncipe azul, linda. —Ambas rieron, y yo solo sonreí
—¿¡Y si hacemos una pijamada!? —Ino sonrió de oreja a oreja
—¿Pijamada? —Pregunto Sakura
—Recorde que mis padres se irán de la ciudad hoy, regresarán mañana en la tarde. —Dio unos cuantos pequeños aplausos
—Es una buena idea. —Sakura asintió
...
Al salir de clases me encontré con mis padres en casa, sorpresivamente.
—Hinata. —Estaba bajando las escaleras—. ¿Cómo te fue?
—Sonrei— Bien, mamá. ¿Están libres hoy?
—Oh, no, tu padre necesitaba recoger unos documentos que estaban aquí, aprovechamos para almorzar con ustedes. —Rio suavemente—. Vístete y baja. —Asenti y subí las escaleras
Cuando estuve lista mi padre ya estaba en la mesa.
—Buenas tardes, papá. —Dije animadamente
—Buenas tardes, princesa. —Sonrio
Me senté a lado de Neji, y comenzamos a comer, y en el transcurso emocioné la pijamada que teníamos planeada.
—¿En casa de Ino? —Asenti
—Regresare en la mañana.
—Si quieres puedo ir a dejarte y recogerte, Hinata. —Neji dijo, por lo que agradecí con una sonrisa que correspondió
Tiempo después mis padres habían vuelto al trabajo, alisté mis cosas y recibí un mensaje de Ino.
¡Les tengo una sorpresa! Se las diré cuando lleguen.
