Capítulo 12.

573 53 5
                                    

Karina

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Karina

Ryujin me pasó un papelillo de marihuana que no dudé en encender, llevándolo a mi boca mientras mi amiga se apoyaba en el auto, a mi lado.

-Yeji y yo terminamos -dijo de pronto como si
nada, llevando un papelillo encendido también a sus labios.

Enarqué una ceja, notando su tono amargo.
Observó mi rostro.

-Se comprometió con un bonito chico de su clase
y se casarán a fìn de año -escupió a mi pregunta
no formulada en voz alta- así que ya no puede
seguir conmigo, una pobre tipa que sólo era un rato de diversión.

Quise decirle que se lo había advertido, pero sabía que no era lo mejor. No cuando mi amiga se notaba todavía sensible y herida por su reciente ruptura.

Así que sólo le di una palmada amistosa en la espalda.

-Te ayudaré con lo de Haerin -dijo suspirando
entonces-. Necesito algo de mierda para despejarme.

Negué con la cabeza. El estúpido plan de sacar a
Haerin del intercambio sería al día siguiente, y no
quería meter a más gente en eso. No cuando Hanni
estaba tan ansiosa, lo que me ponía a mí también más ansiosa que nunca.

-No jodas -le dije duramente- sabes que es una
mierda peligrosa lo que haré.

Se encogió de hombros como si nada, indiferente.

-Amiga, me encantan las mierdas peligrosas- fue
lo único que contestó para luego enderezarse-. Te
enviaré un mensaje mañana- agregó antes de caminar hacia el interior de su bar.

Me limité a suspirar con cansancio, apagando
el papelillo para después subir a la camioneta,
conduciendo hacia el viejo remolque donde Minjeong debía estar esperándome, borracha como una cuba e inmersa en su droga.

Por eso me sorprendí cuando abrí la puerta y la
encontré recostada en la cama, mirando el techo
con expresión ausente, observándome apenas entré, vistiendo sólo unas tontas bragas que se compro meses atrás.

-Jimin -dijo con voz lastimosa, sentándose en el
colchón en tanto yo me sacaba la chaqueta-no vayas. Por favor.

Mordí mi labio inferior al notar su claro tono lleno
de súplica, pero sacudí la cabeza, siguiendo con mis pantalones viejos y desgastados.

-Te lo ruego -insistió totalmente lúcida mientras me
arrodillaba sobre el colchón, empujándola contra la cama-, vámonos de aquí, olvidémonos de todo.

Hice a un lado la tela de la braga, tanteando su entrada con mis dedos que había lubricado segundos atrás, y observé su expresión cambiar cuando empujé uno en su interior.

-Voy a volver en la noche-le murmure sobre ella,
oyendo sus gemidos de placer-, y vas a tener que
pedirme perdón por no confiar en mí - le regañé
metiendo otro dedo- pero yo sólo te voy a perdonar
luego de darte unos azotes que te dejarán el culo bien rojo, así como me gusta.

Born To Die | Winrina g!pWhere stories live. Discover now