Capítulo 4.

621 46 4
                                    

JIMIN

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

JIMIN

Papá llegó a casa furioso ese día,y lo primero que
hice fue ponerme en su camino para recibir el golpe.

Si yo aparecía primero, sería yo la golpeada. Eso era lo que quería, que concentrará toda su ira en mi para cuando llegara Hanni no se fijará en ella.

Sabía que a Hanni eso le daba lo mismo, que no le
importaba si me golpeaban a mi porque me odiaba, pero no me interesaba. De alguna triste forma sabía que Hanni era la única que tenía un poco de esperanza dentro de la familia: sus notas eran buenas, tenía un comportamiento destacable y no estaba metida ni en drogas ni en el alcohol como yo. Sus posibilidades de ir a la universidad eran altas, así que no quería que nuestros padres lo arruinaran.

Además, si lograba sacarla de aquí... si ella se iba, ya no tendría que quedarme en esta casa de mierda.

Con Hanni fuera, yo también sería libre. Podía
mantenerme a flote viviendo en ese viejo remolque, haciendo mi música dos veces por la noche en el bar de Ryujin y sacando dinero de los intercambios de drogas en los que participaba.

Mi papá me golpeó en el estómago en tanto mamá se fumaba un pito de marihuana, ignorando mi jadeo de dolor.

En ese momento, sentí la puerta de la casa abrirse.
Hanni de seguro regresó luego del colegio.

Entró al comedor, viendo la escena con sorpresa.
Papá la miró y dió un paso hacia ella.

-¡Vete a tu habitación!-ladré antes de agarrar el pie
de papá para que tropezara.

Por supuesto, cayó al suelo, y mamá comenzó a
reírse de forma desquiciada. Al mirar hacia el pasillo, Hanni ya no estaba, e incluso escuché el portazo de su cuarto.

Papá se giró mientras mamá seguía riéndose, furioso, y su puño volvió a levantarse.

Pero Hanni estaba a salvo, y eso era lo único que
importaba.

Solté un gemido bajo cuando Hanni me ayudó a
quitarme la camiseta, observando el enorme moretón que tenía a un lado. No dijo nada, sólo puso la bolsa con hielo encima, ignorando mi queja suave.

Hanni decía odiarme la mitad del tiempo. ¿La
verdad? Sólo me odiaba un cuarto del tiempo.
Sabía muy bien el por qué.

Hanni no podía odiarme por completo porque
éramos hermanas, crecimos juntas, ella sabía que yo lo protegía y en el fondo me lo agradecía aunque nunca lo dijera con palabras. Estaba al tanto de eso cuando, luego de una paliza, se colaba a mi habitación en silencio para tratar de curarme lo más que pudiera.

Puso un poco de alcohol en el rasmillón de mi mejilla e hice una mueca de dolor.

-No es necesario que me protejas -dijo
monótonamente.

Sonreí burlona.

-No vamos a tener esta conversación -le dije en voz
baja- Además, ya voy saliendo. Debo pasar a buscar a Haerin.

Born To Die | Winrina g!pWhere stories live. Discover now