Capítulo 5.

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MINJEONG

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MINJEONG

-¿Qué te regalaron hoy Winter?

Yizhou se inclinó sobre mi asiento mientras y suspiraba dramáticamente luego de haber sido soltada por mi mejor amiga. Hoy cumplía finalmente los dieciocho años, pero lamentablemente, todavía no terminaba el instituto. Para eso quedaban todavía tres
tristes meses.

-Nada -suspiré, jugueteando con mi lápiz-mamá
y papá tienen que ir a una reunión importante, así que me quedaré sola el resto de la tarde.

Ya estaba acostumbrada a ello, así que en realidad no me afectaba. Mi relación con mis padres nunca sería buena, eso ya lo tenía claro, así que con el paso del tiempo terminó de afectarme.

Pero aun así, Yizhou me miró con compasión.

-¿Quieres que me quede a dormir esta noche?- me
preguntó sonriendo levemente.

Me encogí de hombros antes de devolverle la sonrisa picarona.

-No es necesario- le tiré la oreja, viendo su mueca-
Jimin pasará a buscarme cuando terminen las clases e iremos a darnos un revolcón a mi casa.

Vi su expresión cambiar a una de disgusto.

-¿Sigues con esa vaga? -enarqué una ceja ante su
obvio clasismo-Winter, Karina no te hace bien.
Al principio no me importaba demasiado porque creí que era sólo una acompañante por unas noches, pero ya llevas más de cuatro meses con ella.

-Serán cinco meses la próxima semana -corregí como si nada- Bueno, ¿y qué? Me gusta.

Me miro de forma incredula.

No esperaba que Yizhou me comprendiera.

Podíamos ser muy bien mejores amigas, pero había un enorme abismo que nos separaba de la otra. Yizhou había crecido no sólo en un hogar ubicado en una posición económica buena, sino que también creció rodeada de amor y cariño su familia era todo lo contrario a la mía, allí todo
era calidez y dulzura entre ellos, así que ella nunca sintió esa soledad que parecía ahogarme cuando estaba en un hogar vacío, que aunque estuvieran mis padres allí, no había nadie que quisiera oírme.

Hasta que conocí a Karina.

Jimin muy bien podía ser fría, sarcástica e indiferente con gran parte del mundo, pero por dentro, era todo calidez y seguridad para mí.

Cuando Jimin me rodeaba con sus brazos, sabía que las cosas iban a estar bien.

Llámenlo amor o no, no me importa realmente.

Jimin me quería, me daba buen sexo, alcohol y drogas. ¿Qué más podía pedir?

-Espero que ese te quiero sea de forma sexual-dijo
duramente.

Me encogí de hombros.

-Bueno,y a ti que te importa?-le respondí.

-Eres mi mejor amiga.

Born To Die | Winrina g!pWhere stories live. Discover now