Doble Pedal ; James Hetfield

16. ¿Tienes algo para decir?

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-¡¿Pero que mierda?!- dijo Zev al ver aquella persona que lo había acompañado los últimos años. -¡¿Que haces aquí?! Y...- antes de que pudiera terminar su oración notó la presencia de Kirk en la habitación.

Kirk solo se mantuvo estático a la situación en la que se encontraba en ese momento. El solo podía pensar en cómo estos dos se conocen. Este volvió en si cuando notó que la chica agarraba sus prendas y se las ponía otra vez con fascinante rapidez, mientras no le despegaba la mirada aquel compañero de piso con el cual vivía Kirk.

-¡¿Y tu que mierda haces aquí?!- dije algo alterada al ver a Zev borracho y con botella en mano.

-Vivo aquí, estúpida. Mas bien ¿qué putas haces aquí?- dijo Zev aún en shock por ver a Jass después tanto tiempo.

-No es de tu maldito interés. Me voy.- dije sin decir más, le di una última mirada a Kirk y empujé a Zev al salir de la habitación.

Al salir de aquel apartamento pude ver como los otros no me devolvían la mirada, se concentraban mejor en el alcohol que bebían. Al salir del apartamento pude sentir que alguna que otra gota caía sobre mí.

-Mierda...- dije para mí. Estaba empezando a llover y el apartamento de los chicos está algo lejos.

Miré a mi alrededor y no había casi nadie, al parecer todos prefieren estar dentro de sus casas que salir a dar una vuelta.

Corrí hasta encontrar un techo en donde protegerme de la lluvia. Había visto uno Que sobresalía de una tienda para bebés, corrí hasta allí y cuando pensé que lo iba a conseguir me resbalé, pero terminé aterrizando debajo de aquel techo.

-Mierda, dios, solo a mi, solo a mi me pasa...- dije mientras sostenía mi tobillo, dolía.

Me quedé sentada unos segundos hasta que intenté levantarme, no pude y terminé cayendo de culo. Las lágrimas no tardaron en salir y la lluvia parecía que no iba a acabar.

-Maldita sea... si tan solo no fuera tan estúpida...- dije mientras trataba otra vez de levantarme.

Lo intenté al menos una o tres veces. Me rendí en el tercer intento y me quedé paciente hasta una posible muerte o tal vez hipotermia. Al cabo de un rato recordé que mis vacaciones estaban terminando y luego tendría que enfocarme más en mi carrera.

Ya me estaba poniendo sentimental hasta que escucho que alguien se acerca, un chico de pelo largo se acerca hacía mi y se agacha para estar a mi altura. Era Cliff.

-¿Porqué estás aquí sentada al frente de una tienda para bebés? Parece que te arrolló un camión.- dijo Cliff con una leve sonrisa hacia su comentario. -Ya enserió, ¿qué te pasó?- preguntó Cliff.

-Maldita sea, Cliff... no sabes lo feliz que estoy de verte.- dije con una gran sonrisa olvidándome de lo que había pasado. -Estaba... explorando y luego empezó a llover, la lluvia me alcanzó y en un intento de esconderme de esta me resbalé y caí aquí.- dije con mi intento de mentira, sabía que Cliff no iba a caer, pero al menos lo intenté.

-Esta bien. Vine con los chicos en la camioneta. Cuando tu te fuiste, al cabo de una rato ellos regresaron con planes de ir a una bar. Pensamos en avisarte pero justo empezó a llover y no habías regresado.- dijo Cliff mientras se explicaba y miraba a su alrededor. Me sorprende que este se haya comido la mentira.

-Si, si, que gran historia de Cliff, pero, ¿no ves que estoy invalida, sentada mientras llueve?- dije con un tono ya sea algo sarcástico para llamar su atención y dirigirnos a la camioneta.

-Ah, si, perdón.- se disculpó y me ayudó a levantarme, noté como la camioneta se acercaba para facilitarnos.

Esta se abrió de par en par y noté a Dave y a James, estos parecían haber terminado una discusión. Cliff me ayudó a subir, me senté al lado de James y Cliff cerró la puerta para ir sentarse en el asiento del conductor. El camino fue silencioso exceptuando la música que sonaba en la radio. Todos iban callados hasta que Dave rompió el hielo.