Pacifc Rim: A new chance

Capítulo 19

– ¡Vamos Cherno! – Matt lo llamó desde el agua.

– ¡El agua está buena! – Lauren terminó junto a su gemelo.

Era verano, las aguas frente al Shatterdome eran de un azul brillante y tranquilas. Sin embargo Cherno negó con la cabeza rápidamente. Puede estar tranquila … pero todavía era agua.

Y no le gustaba.

– ¿Qué pasa Cherno? ¿Tienes miedo? – Matt preguntó: – ¿Pensaba que a vosotros, los Jaegers, os desplegaban en el agua?

– Da … pero … – Cherno bajó la mirada mientras su rostro se ruborizaba – No me gusta el agua.

– ¿No sabes nadar? – preguntó Lauren.

– No lo sé –, dijo Cherno, – Y no quiero saberlo.

– Oh … ¡puedes vernos entonces! – Lauren chilló feliz, – ¡No tienes que entrar, solo asegúrate de que no vayamos demasiado lejos!

El Jaeger asintió y observó como Matt y Lauren jugaban felices en las olas.

De repente, el cielo azul se volvió negro y se levantó viento. Cherno trató de acercarse para decirles a los gemelos que era hora de volver …

Pero de repente, estaba sumergido en agua hasta la cintura … y el agua estaba subiendo rápidamente.

Cherno entró en pánico, tratando de mantenerse a flote. Miró a Matt y Lauren, quienes lo miraban con fríos ojos negros como el carbón y llorando lagrimas negras.

– ¡Pomoshch! – Cherno chilló, suplicando ayuda a los gemelos mientras el agua llegaba a su barbilla.

Los niños no se movieron.

Sus pies descalzos resbalaron sobre las rocas submarinas y su cabeza desapareció bajo el agua. Se agitó, rompió la superficie y trató de mantenerse a flote, pero el agua negra como la tinta lo derribó de nuevo … como si estuviera viva.

Gritó, pero todo lo que salió fue una ráfaga de burbujas plateadas.

– ¡Cherno! ¡Prosnut'sya!

– ¡Eto prosto koshmar!

~ o ~

Sasha sintió a Cherno luchando entre sueños … accidentalmente la pateó a ella y a Aleksis. Aleksis simplemente gruñó en sueños y se dio la vuelta. Sasha no estaba tan a gusto.

– ¡Pomoshch! – Cherno chilló en sueños.

"¡Ayuda!"

Sasha le dio un codazo a Aleksis y lo despertó de una sacudida. El hombre se frotó los ojos con cansancio… justo cuando Cherno le propinó un golpe en la mandíbula.

– ¿Qué le pasq? – Aleksis gruñó, frotándose la mandíbula, – Nunca actuó así.

– Pesadillas –, dijo Sasha, tocando el hombro de Cherno, – Cherno …

El Jaeger no se despertó, en cambio, comenzó a agitarse más y más.

– ¡Cherno! – Sasha gritó, finalmente mientras sacudía su hombro, – ¡Prosnut'sya!

“¡Despierta!”

El chico gritó, un sonido desgarrador y escalofriante que le recordó a Sasha a una vieja batalla en la que un Kaiju golpeó con sus garras el reactor de Cherno, provocando que el metal chillara en protesta al ser partido en dos.

– ¡Eto prosto koshmar! – Aleksis agregó, tratando de despertar al Jaeger de su pesadilla, – ¡Cherno despierta!

“¡Es solo una pesadilla!”

Cuando no hubo respuesta, Aleksis le indicó a Sasha que se moviera. La mujer obedeció mientras Aleksis sacudía al adolescente.

Los ojos de Cherno se abrieron de golpe y su puño se disparó hacia arriba, asentando un fuerte golpe al ojo izquierdo de Aleksis.

Aleksis gruñó y Sasha se acercó al Jaeger, envolviendo sus brazos alrededor de su hijo adoptivo.

– Está bien, Cherno –, susurró meciéndolo de un lado a otro, – Estás a salvo.

La luz salvaje y asustada de los ojos de Cherno se desvanecía a medida que su respiración se estabilizaba.

– No hay agua … – jadeó asustado, – ¿No estoy ahogándome?

– Fue solo una pesadilla –, dijo Aleksis, con una mano sobre su ojo, – Golpeas fuerte, Cherno … estoy impresionado.

El rostro de Cherno se puso rojo en menos de tres segundos, contrastando con su mata de cabello rubio blanco.

– Lo siento –, murmuró.

Nadya maulló y Vitali ladró a los pies de la cama sin cesar hasta que Aleksis los recogió y los puso al lado de Cherno. El russian blue y el husky siberiano se acurrucaron contra el Jaeger, ronroneando y aullando alegremente. Cherno enterró su rostro en el pelaje de olor dulce de Vitali y el cachorro lo lamió.

– No te arrepientas, Cherno – murmuró Sasha suavemente, besando la cabeza del joven, – Estabas asustado, incluso el guerrero más grande puede ser derribado por las pesadillas.

La mirada dorada de Cherno miró a sus padres y lo abrazaron.

– Gracias – , murmuró.

– Lo mejor sería que volvieras a dormir, Cherno, mañana tienes instituto –, sugirió Aleksis.

Cherno hizo una mueca quejándose y dejándose caer de nuevo en la cama.