Capítulo 6

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A pesar del largo descanso, cuando empiezan a correr de nuevo, Taehyung todavía es lento y todavía le duelen los músculos. Entonces, todos adaptan su ritmo al de él y terminan recorriendo menos kilómetros de los que se suponía que debían hacer, algo que hace que Taehyung inevitablemente se sienta avergonzado y arrepentido.

Esa noche, después de la cena –que Taehyung consume por primera vez en su forma humana, pero aún lejos de los demás–, el líder pide a toda su manada que se reúnan alrededor de la chimenea más cerca de donde está sentado Taehyung, para que Taehyung también pueda escuchar lo que tiene que decir.

Taehyung tiene la sensación de que este repentino encuentro será sobre él, su estómago ya reducido a un doloroso desastre por el nerviosismo.

Están todos reunidos allí, con los ojos mirando expectantes a su líder, sus rostros iluminados por la cálida luz del fuego. Están todos sentados, el líder es el único que permanece de pie en uno de los puntos del gran círculo que han creado.

Taehyung es incapaz de identificar realmente las emociones del líder, como siempre, pero de alguna manera parece más pensativo de lo habitual, sus cejas oscuras un poco fruncidas, su mirada perdida en las llamas danzantes frente a él, cuyo reflejo brilla dentro del cuerpo oscuro y felino del alfa. ojos.

—Entonces, quería hablar con ustedes porque... Después del problema que surgió hoy, tengo una idea. —comienza el líder, y Taehyung siente que sus mejillas se calientan de vergüenza ante esas palabras. 

Sí, está hablando de él. 

El chico omega está feliz de estar lo suficientemente lejos del fuego para que nadie pueda notar sus mejillas enrojecidas.

Nadie lo interrumpe, pero sus miradas se vuelven más curiosas.

—Dado que Taehyung no está acostumbrado a sostener largas horas corriendo durante numerosos días, he decidido ralentizar un poco nuestro ritmo para no obligarlo a hacer un esfuerzo que pueda dañar su cuerpo. Pero eso, por supuesto, significa que habrá un retraso en nuestro plan original... tomará más de otros cinco días llegar a casa.

Esta vez, algunos levantan la mano pidiendo hablar; sus expresiones ya mostraban sus objeciones a esa decisión. Y Taehyung realmente no puede culparlos, deben extrañar mucho su hogar.

Su protesta sólo intensifica las emociones que Taehyung ha estado sintiendo desde esa mañana: no puede evitar sentirse como un peso, disgustado, avergonzado, humillado… pero también un poco satisfecho porque eso es lo que se merecen después de decidir robárselo de su manada.

Taehyung intenta animarse a no dejar que ese problema y el disgusto de los demás lobos pesen sobre sus hombros, porque es sólo culpa de ellos, debieron imaginar que Taehyung no estaba apto para ese tipo de estilo de vida. No es su problema, ni siquiera debería haber estado ahí con ellos.

El líder levanta una mano hacia los lobos que quieren protestar, pidiéndoles en silencio que le dejen terminar.

—Sé que eso es lo último que quieren, yo también estoy deseando llegar a casa. —les dirige a todos con una sonrisa comprensiva; una sonrisa que hace que sus rasgos parezcan tan suaves, un contraste total con su habitual expresión estoica y seria. 

Le hace parecer más delicado.

—Entonces, he decidido que me quedaré atrás con Taehyung, viajando a la velocidad que le resulte más cómoda, mientras que ustedes continuarán el viaje por su cuenta, para que lleguen a casa a tiempo como establecimos.

Los ojos de Taehyung se abren ante el repentino pánico que siente explotar dentro de él.

Eso es todo, esa es la ocasión que el líder estaba esperando… ellos dos, solos… él puede hacerle a Taehyung lo que quiera. Su estómago se aprieta y Taehyung siente ganas de vomitar. No quiere quedarse solo con el líder... no tiene ninguna posibilidad contra él.

𝑯𝒐𝒎𝒆 | 𝒀𝒐𝒐𝒏𝒕𝒂𝒆 | .Where stories live. Discover now