10 | Yoongi

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Cuando Yoongi regresa a Resonance, es con un plan en mente. Kim Namjoon está en su lugar habitual, detrás del mostrador, con la nariz enterrada en un libro.

Yoongi abre la puerta, y Namjoon levanta la mirada. Una sonrisa que anuncia problemas aparece en su rostro.

—Oh, vaya, el hijo pródigo ha vuelto a casa—es como Namjoon lo recibe. Yoongi rueda los ojos y finge dar la vuelta en redondo al escuchar el comentario—¡Es una broma, vuelve!

Yoongi jamás lo admitiría, pero él disfruta de las bromas de ese estilo, viniendo de Namjoon. Es uno de sus amigos más antiguos, casi un hermano, entonces han dejado las formalidades atras hace años, dirigiéndose el uno al otro con tanta familiaridad que parece que se conocieran de toda la vida.

Namjoon estira una silla desde detrás de su mostrador y se la ofrece. Cuando se sienta, y sus pies no llegan al suelo, Namjoon ríe, como siempre. Yoongi le arroja el primer bolígrafo que está a su alcance.

Aún riendo, Namjoon regresa a su lugar.

—Recibí muchos libros de segunda mano esta semana—cuenta Namjoon, desviando la mirada un momento hacia la mesa en la que expone dichas adquisiciones—Murakami, King, Wilde...

Yoongi canturrea, pensando en como abordar el tema. —¿Te llegaron los álbumes viejos de Busker Busker?

Namjoon reajusta sus gafas, regresando su mirada a la pantalla de su computadora. Teclea algunas veces, mueve el ratón y luego asiente con ímpetu. Es algo adorable.

—Los dejé en el depósito, ¿quieres que los busque?

—En realidad no traje el dinero ahora, los retiraré la próxima—dice Yoongi, moviendo la mano en un gesto amigable.—Quiero pedirte un pequeño favor.

Son interrumpidos cuando la puerta se abre y entra un pequeño grupo de alumnos de preparatoria. Namjoon hace una pequeña inclinación y se disculpa con Yoongi, retirándose de su recepción para ayudar a los chicos con sus compras.

Yoongi los observa por unos momentos. Quizás vienen a pedir algún libro para una tarea, o un álbum de música del último grupo de moda.

Luego, como sucede habitualmente, Yoongi enfoca la mirada en el póster que se encuentra detrás del mostrador. Es en blanco y negro, una máscara de Guy Fawkes, con la frase Ideas are bulletproof.

Namjoon es fan de ese tipo de historias. En Resonance no solo hay libros y discos. El aura de la tienda la diferencia de cualquier otra en el bloque, con las guitarras eléctricas viejas colgadas de las paredes grises, los estantes blancos con salpicaduras intencionales de aerosol. El piso alfombrado, las sillas negras.

Una fotografía de Hoseok, Yoongi y Namjoon cuelga al lado de certificados de autenticidad y fotos firmadas por cantantes famosos.

La tienda se divide en libreros y estantes, en mesas donde se exponen en igual medida libros interesantes o varios volúmenes descontinuados de cómics de los noventa. Namjoon vivió su juventud sumergiéndose en compases y ficción. Resonance es cúmulo de todo aquello que lo inspira.

El dueño de la tienda viste negro, gris, blanco y azul, porta una sonrisa con hoyuelos y habla con un tipo de voz calmada, profunda. Los alumnos de preparatoria están concentrados en su charla con él.

Su risa se mezcla con la música que está sonando, Yoongi la reconoce como una canción de Bon Iver.

Namjoon regresa disculpándose por la tardanza, seguido por los cuatro alumnos. Uno lleva un hoodie de Epik High por sobre su uniforme. Yoongi le dirige una sonrisa.

—Buen gusto musical—le dice, asintiendo hacia él.

El chico se cohíbe pero sus labios se estiran ligeramente. Compran cuatro copias de "Mina", de Kim Sagwa y se van.

La voz bajo todos los silencios Where stories live. Discover now