JACOB ELORDI

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" ¿Dependencia emocional?"


La castaña estaba completamente enferma, yacía tirada en su cama, sintiéndose al borde de la muerte misma, su gripe había empeorado, y sus padres estaban de viaje, constantemente le llamaban para recordarle que la amaban, pero todo aquello solo era para que la chica olvidase el hecho de que la habían dejado sola, enferma, y con delirios de muerte.

Pensado que era su último día de vida, llamó a su novio, Jacob, el cual respondió al instante.

--Creo que puedo ver la luz-- dijo la castaña a través del teléfono en el momento en que el muchacho contestó.

--¿Dices que te vas a morir?-- preguntó casi riendo el joven.

--Estoy segura de que lo haré-- afirmó con voz entrecortada.

Después de decir esto, el joven colgó la llamada y se subió a su auto para dirigirse a la casa de su amada, no sin antes pasar por una droguería y comprarle algunas pastillas, luego se dirigió a un supermercado para comprar palomitas y dulces, sodas y demás golosinas.

Sonó el timbre de la casa,ella, aún tirada en su cama, usó todas sus fuerzas restantes para dirigirse a la puerta y abrirla.

--Pensé que si te morías, primero querrías ver tu película favorita junto a tu persona favorita ¿no?-- dijo el castaño sacándole una sonrisa a la chica, lo invitó a pasar y se sentaron en el sofá de la sala, ella, aún débil, se recostó en el hombro del chico mientras este acariciaba con cariño su cabello.

—¿Sabes que si te mueres, yo lo hago primero?— dijo el castaño.

—Tampoco es q no podás vivir sin mí— dijo la chica mirando sus ojos.

—Tal vez no pueda, eres todo lo que tengo, todo lo que me hace feliz, aparte de eso, no hay nada, el vacío de mi vida es llenado por tí mi amor.

—Jacob, cariño, eso es dependencia, te amo, pero no puedes pensar de esa manera, tu eres una persona con grandes cualidades y virtudes que puede encontrar la felicidad no solo en una persona, deberías arreglar tu relación con tus padres y mejorar en tu carrera universitaria y ser el hombre que amo, y para que sepas, yo nunca me iré de tu lado.—  dijo la castaña con una ternura que emblandecería a cualquiera que la escuchase.

El joven, por su parte, al escuchar esto, sintió el latir de su corazón acelerar, tan rápido que podía salirse de su pecho dejándolo sangrar a muerte, pero eso no le importaba seguía sintiendo su corazón latir, y pensaba en la grandiosa y perfecta chica la cual tenía en sus brazos, aunque ella estuviese enferma, le dijo lo que necesitaba escuchar, no para dejarla ir, ni tampoco aferrarse más a ella, sino encontrar un equilibrio entre el amor y la vida.

—¿Acaso podrías ser más perfecta?— dijo.

—Literalmente tengo la cara tan pálida y de enferma que podría lucir como blancanieves si el príncipe no la hubiese besado— dijo la chica sacándole una risa al joven.

—¿Puedo ser tu príncipe para sacarte de ese trance de sueño eterno?— dijo el castaño con voz burlona.

—Me encantaría que lo fueras— afirmó

El joven dejó un casto beso en los labios de la chica, provocando que su cara pálida enrojeciera un poco, y en un suspiro ya la había besado de nuevo, despacio, con ternura y delicadeza, tan delicado como si ella fuese de cristal y se pudiese romper, se aferraron el uno al otro en un abrazo que prometería una vida entera de unión y amor.

—Creo que la peli que deberíamos ver  es blancanives— dijo el joven bromeando.

—Me encantaría— respondió la chica.





—Elizabeth.

𝙊𝙉𝙀 𝙎𝙃𝙊𝙏𝙎; 𝙢𝙪𝙡𝙩𝙞𝙛𝙖𝙣𝙙𝙤𝙢Where stories live. Discover now