3. Las cenas de despedida

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- ¿Ya le contaste a tu papá que Juan se va para Madrid? - mi mamá fue incapaz de guardar su emoción y comentó eso durante la cena.

- ¿Juan? - papá me miró - ¿Juan Pablo? - mis papás siempre lo han llamado por su primer nombre. Se niegan totalmente a llamarlo Villa, aún y cuando él les ha dicho que no tiene ningún problema con eso.

- Sí - sonreí - se van todos, no sólo Villa - aclaré.

- ¿Quién es Juan? - preguntó Lola, mi abuela, haciéndome volver a la realidad. Por un momento me olvidé de que el resto de la familia estaba en casa.

- Juan es el vecino, mamá. El amiguito de Lucía de toda la vida - mi mamá y sus exageraciones - tiene una banda y van a irse a España en unas semanas.

- No, no tiene una banda - interrumpí - los cuatro son la banda. Villamil, Isaza, Alejo y Simón. Se llaman Morat, Lola.

- ¿Y para qué van a España? - me miró.

- Van a firmar un contrato... Se están volviendo muy famosos porque cantan increíble.

- ¿Y alguno es tu novio?

- ¿Qué? - reí - ¡No! Son mis amigos. Los cuatro - tomé mi celular para mostrarle una foto de los chicos, y señalé especialmente "al vecino", pues Lola me lo pidió.

- Pues yo estaría muy contenta si Juan entrara a la familia - lo que dijo, me hizo sentir pena y todo el mundo lo notó.

- Es mi mejor amigo, Lola - volví a mi silla, apenada.

- Bueno, pero, las cosas pasan, hija. Si tu abuelo y yo que nos llevábamos tan mal terminamos juntos y con una familia preciosa, de unos mejores amigos podemos esperarlo todavía más.

Era la primera vez que alguien "suponía" algo así de mi amistad con Villamil.
Por suerte, a mí papá que también pareció no gustarle mucho la idea, cambió el tema de manera drástica en ese instante.

Antes de las once, todo el mundo se había ido.
Me quedé ayudando a levantar la mesa y comiendo a escondidas del pastel tan delicioso que habían comprado para Lola.
Demasiado chocolate para alguien que a veces - casi siempre - tiene problemas para dormir.

En el silencio que había en casa, el sonido de una notificación nueva en mi celular, se hizo notar.

Juan Pablo Villamil
Luly, ¿Me guardó pastel?

Villamil no es Villamil si no piensa en comida todo el tiempo.

Es tarde, Juan Pablo.


Juan Pablo Villamil
Exagerada, son las once.


Por eso, es tarde.

Juan Pablo Villamil
Al menos dígame si es de chocolate


Jajaja sí, es de chocolate


Juan Pablo Villamil
¡¡Increíble!!


A estas alturas del día, solo puedo pensar en que es lo que haré cuando se vaya.


• • •

En la mañana lo primero que hice fue guardar un poco de ese pastel para llevarle a Villamil.
Para su mala suerte, no recordé que precisamente hoy miércoles ni siquiera coincidimos en el horario de entrada, por lo que el pastel que tenía para él, me lo terminé comiendo yo en un momento de nervios por las calificaciones que iban a entregarnos.

Escondida en canciones Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora