𝟎𝟎𝟗

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Presente

Alice.

Me termine de poner los aretes súper costoso que me dio Nico en mi cumpleaños 25.

Me termine de poner los aretes súper costoso que me dio Nico en mi cumpleaños 25

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—ALICE.—Escuché que me gritaban.—Llegaremos tarde.

—Ya bajo.

Di una vuelta en el espejo viendo que me veía hermosa, estaba segura que a Nico le gustaría y yo me veía bien.

Di una vuelta en el espejo viendo que me veía hermosa, estaba segura que a Nico le gustaría y yo me veía bien

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—No Alice, recuerda que no puedes tener nada con el.

Salí del baño y vi a Nico sentado en la cama viendo su celular, el me vio cuando cerré la puerta, bajo su celular y se levantó de cama. Me sonrió y se acercó a mi.

—Luces hermosa, demasiado preciosa

Me dio su mano yo la tome y me hizo girar.

—Me halagas.

—Te digo la verdad, vamos el auto nos espera.

Cuando salimos al pasillo Nico pasó su mano por mi cadera, y pude sentir que mis piernas temblaron y creo que Nico se dio cuenta ya que se acercó a mi oído y me susurro.

—¿Te pongo nerviosa?

Lo vi de reojo.

—Tu conoces la respuesta.

El me sonrió y bajo su mano a mi trasero, le dio una pequeña nalgada y la volvió a subir a mi cadera. Este hombre me mata.

Afuera ya estaba el auto, el chofer nos abrió la puerta y Nico y yo ingresamos, yo me acomode quedando de costando y cruzando mi pierna, Nico tomó mi pierna y comenzó a acariciarla con su dedo, daba círculos es mi rodilla y bajaba, incluso algunas veces subía.

Yo tome que tragar grueso y respirar mejor, para no cerrar mis ojos y comenzar a jadear.

Nico me vio, el conocía mis expresiones mejor que nadie, así que subió la ventana del chofer dándonos un poco de privacidad.

—No la hubieras cerrado.—Le dije.

—Estas disfrutando de mi caricia, tienes derecho a cerrar tus ojos.

Su voz fue como una orden y la obedecí, cerré mis ojos y me acerqué ma s logrando que Nico me acariciarla la pierna con más gentileza. Su mano bajo a mi tobillo y subía a mi rodilla de nuevo, sentí unos labios besando mi clavícula, logrando que un sutil gemido salieran de mi boca.

—Estas muy necesitada, ¿hace cuanto que no te tocan?—me pregunto en el oído, y se detuvo en sus caricias haciendo que yo abriera mis ojos.—así no me contestas no sigo.

—Desde la última vez que tú y yo nos acostamos...

—Eso es mucho tiempo.—Volvieron las caricias y me vio a mis ojos.—Yo tampoco me he acostado con nadie.

Lo vi a los ojos.

—¿Will?

—No ha querido, tú sabes que yo nunca obligo a nadie.

Sus dedos se colaron en mi entrepierna, y me acarició por mis bragas.

—Encaje, me gusta.—Me dijo y yo reaccioné.

Me senté bien en el auto.

—Nico...no juegues con fuego, una cosa es que nos besemos...otra es pasar a la intimidad tú estando con Will.

El me bajo la pierna de las suyas pero sujeto mi mano.

—Alice...entiende, te quiero

—Como amiga.

El negó.

—No, Alice...como algo más...

Yo abrí mis ojos.

—Nico, que dices, pero Will.

—Puedes dejar de mencionarlo.—Me dijo viéndome a los ojos.—Alice fuimos obligados a casarnos, siendo mejores amigos...y me enamore de ti hace mucho tiempo, pero tenía que olvidarte o engañarme...para eso use a Will, pero nunca te puedo olvidar.

Me acerqué hacia el y lo bese, el me lo devolvió.

—También me enamore de ti.

El no pudo llegar a responder ya que el chofer abrió la puerta.

Salimos y nos fuimos tomados del brazo, en el mostrador había un señor con esmoquin.

—Buenas noches, reservación a nombre del matrimonio así Angelo.—Dijo Nico.

—Síganme señores.

El lugar magnífico, la compañía perfecta

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El lugar magnífico, la compañía perfecta...pero ese tema del auto no se volvió a tocar, hablamos de muchas cosas pero no de esa...y me entristecía ya que mañana volvía al campamento y no seríamos nada

***

Nos bajamos del auto frente a nuestro hotel, en el ascensor me apoye de Nico y me quite los tacones.

—Ya me sentía muy agotada.—Le dije.

El sonrió, cuando llegamos a nuestros piso y el ascensor se abrió y Nico me cargó como princesa.

—Nico...—Dije riéndome.

El me beso en la mejilla, entramos al cuarto y Nico me dejó en la cama y yo dejé caer mis tacones, quede recostada en las almohadas y Nico se sentó a mi lado.

—Me perdonarías por lo que te pediré.—Me dijo.

—¿Que me pedirás?

—¿Me dejas hacerte el amor?

Yo lo vi...Nico y yo siempre era Sexo, nada de...hacer el Amor

—Nunca me pediste hacer el amor, siempre es sexo.

—Está vez quiero que sea diferente.

—Solo con una condición Nico...Seré tuya.

El sujeto mi mano.

—¿La que quieras?

—Cuando Volvamos al campamentos...quiero que termines con Will.—El me vio.—a dijiste que servís enamorado de mi y yo de ti, y que intentemos ser novios, no esposo, novios.

El tomó mi mano y la beso.

—Ya lo había pensado y claro que lo haré, se que empezamos las cosas al revés...primero. Os acostamos, nos casamos y seremos novios...Esta vez quiero hacer las cosas bien.

—Entonces hazme tuya

𝒮ℯ𝓃̃ℴ𝓇ℯ𝓈 𝒟𝒾 𝒜𝓃𝑔ℯ𝓁ℴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora