CAP 27 Ella sabe increíble

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Erica's POV
[Contenido para adultos]

El único sonido en la habitación de Chris es el de mis pies yendo y viniendo por el suelo. No sé qué me pasará si Luna Alice se sale con la suya y me envía de vuelta a la manada del Oeste. Tengo que averiguar qué les pasó a mis padres y por qué los expulsaron de la manada. Seguro que el alfa Devin sabe algo.
Estoy tan ensimismada en mis pensamientos mientras voy y vengo por la habitación de Chris que no oigo la puerta abrirse detrás de mí. Cuando me doy la vuelta, veo a los hermanos con caras de preocupación.
—¿Estás bien?—, dice Ace mientras se acerca a mí y me envuelve en un abrazo.
—Nunca dejaríamos que te enviara de vuelta a la Manada del Oeste—, continúa Bryce.
Chris me da un beso en la frente y me aparta de los brazos de Ace.
—Nunca más te irás de nuestro lado—.
Mientras los chicos me frotan la espalda, me abrazan y me besan por toda la cara, siento un hormigueo por todo el cuerpo. Un calor desconocido se acumula entre mis piernas y nada me apetece más que sentir a los hermanos tocando mi piel. Un pequeño gemido se escapa de mis labios cuando una de sus manos baja y me agarra una de las nalgas. Se me calienta la cara de vergüenza por el sonido que acabo de hacer.
—¿Has oído eso?—, dice Bryce con una sonrisa burlona en los labios. —Parece que le gusta que la toquemos—•
Bryce me acerca la cara a la nuca e inhala profundamente antes de trazarme la clavícula con la lengua. Echo la cabeza hacia atrás y le doy más acceso a mi cuello. Sigue chupándome y mordisqueándome el cuello mientras las manos de los otros dos hermanos recorren todo mi cuerpo.
Siento como si cada centímetro de mi cuerpo estuviera ardiendo.
No puedo distinguir de quién son las manos y en este momento me da igual. Nunca había sentido algo así en toda mi vida.
Lentamente me hacen retroceder y la parte posterior de mis rodillas golpea la cama detrás de mí. Uno de los hermanos me empuja con cuidado hacia atrás sobre la cama. Caigo de espaldas y abro los ojos para encontrarme con tres pares de ojos idénticos que me miran fijamente.
—Dinos si hacemos algo que te incomode—, dice Ace con expresión seria.
—Pero prometemos hacerte sentir de todo menos incómoda-, Bryce esboza una sonrisa socarrona.
Mi mirada se dirige a Chris, que está de pie a un lado y parece inseguro de lo que está ocurriendo. Con un dedo le hago señas para que se acerque. Sé que los necesito a los tres ahora mismo.
Bryce y Ace se apartan y Chris se acerca a mí vacilante. Le rodeo el cuello con los brazos y lo atraigo hacia mí para besarlo.
Nuestros labios se encuentran y es como si explotaran fuegos artificiales detrás de mis ojos. Su lengua se desliza por mis labios y los abro con avidez. Me mete la lengua en la boca. No sé qué hacer, así que intento imitar sus movimientos con la lengua.
Chris se separa del beso y me deja jadeando. Antes de que pueda recuperar el aliento, Ace se acerca y coloca sus labios sobre los míos. Esta vez abro la boca ansiosa por saber también a qué sabe.
No me mete la lengua en la boca como Chris. Dudando, me pasa la lengua por fuera de la boca antes de introducirla suavemente.
Vacilante, aprieto la lengua contra la de Ace y él gime profundamente.
Estoy tan absorta en los besos que no me doy cuenta de que una mano me acaricia el interior del muslo. Cuando Ace se separa del beso, jadeo al sentir el cosquilleo que se extiende por todo mi cuerpo. Miro hacia abajo y veo a Bryce arrodillado al borde de la cama dándome pequeños besos por el interior de los muslos mientras sus manos se acercan a mi vértice. Sus dedos rozan el exterior de mis bragas y un gruñido sale del pecho de Bryce.

—Ya está empapada—, gime Bryce.
—Déjame sentir—, dice Chris en voz baja y seductora.
Bryce se aparta y las manos de Chris suben por mis muslos. Sus dedos empujan mis bragas a un lado y se deslizan sin esfuerzo por mi raja. Me quita los dedos de las bragas y lame mis jugos.
—Sabe a gloria—, dice Chris.
Ace me mira con los ojos oscurecidos por la lujuria. —¿Te gusta este vestido?— Me pregunta.
Sólo puedo gemir como respuesta mientras los dedos de Chris siguen viajando dentro de mis bragas, jugando sólo en los bordes
exteriores de mi coño.
—Te compraremos uno nuevo—, gime Ace y agarra el vestido que tengo en las manos y me lo arranca del cuerpo.
Siseo cuando la tela me tira de la piel. De repente, siento aire frío por todo el cuerpo y me doy cuenta de que estoy completamente expuesta delante de los trillizos.
Acomodándose entre mis muslos, Chris sigue masajeando los bordes exteriores de mi coño. Bryce y Ace me bajan las copas del sujetador y cada uno de ellos se lleva los pezones a la boca y empieza a lamerlos y chuparlos.

Ya no me importa estar completamente expuesta delante de los trillizos. Lo único que sé es que mi cuerpo ansia cada vez más sus caricias.
Chris me quita las bragas y me mete lentamente un dedo. La sensación es tan extraña pero a la vez eufórica. Lentamente, Chris bombea un dedo dentro y fuera de mí y mis caderas se levantan cada vez al encuentro de sus dedos. Ace y Bryce siguen dándome besos por todo el cuerpo mientras Chris mete y saca el dedo.
Justo cuando creo que ya no puedo más. La lengua de Chris roza mi clítoris y tengo que morderme el labio para contener el grito que amenaza con salir de mi cuerpo. Me agarro a las sábanas de la cama e intento controlarme, pero siento algo en el estómago que nunca antes había sentido. Chris me chupa el clítoris y, de repente, la presión que se estaba acumulando en mi cuerpo explota.
Incapaz de controlarme, grito de placer. Mi cuerpo se estremece y tiembla mientras los hermanos siguen lamiendo y saboreando mi cuerpo.
Chris no deja de chuparme el clítoris hasta que mi cuerpo deja de temblar y he alcanzado mi primer orgasmo. Chris se limpia los jugos de la barbilla y me mira con una sonrisa radiante. —Sabe increíble—.

Maldecida con los trillizos alfa Where stories live. Discover now