Maldecida con los trillizos alfa

CAP 26 Sangre beta

POV de Ace

Jadeo ante las palabras de mi madre. ¿Cómo se atreve a hablarle así a mi compañera? Noto que mis hermanos se tensan a mí lado y veo que Bryce aprieta con fuerza a Erica.
—Erica—, digo en voz baja. —Creo que deberías entrar mientras hablamos con nuestra madre—.
Mi voz tiene un tono que no puedo controlar. Veo en la cara de Erica que no va a discutir conmigo. Gira en los brazos de Bryce y le da un beso rápido en los labios. Cuando se separa de Bryce, nos besa a Chris y a mí. Cuando desaparece dentro de la casa, mis hermanos y yo compartimos una sonrisa idéntica.
—No volveré a ver eso—, mi madre interrumpe nuestra felicidad.
—Es nuestra pareja—, interviene Bryce. —Tendrás que acostumbrarte a verla por aquí—.
—¿No entiendes que es una pícara? Es inferior a una Omega-, mi madre repite sus insultos hacia Erica.
—Ella es de sangre Beta—, le recuerda Chris a nuestra madre.

—Ya no lo es—, nos sisea nuestra madre. —Es una sirvienta en esta casa—
Un fuerte gruñido sale del pecho de Chris y Bryce y yo ya sabemos lo que viene a continuación. De los tres, Chris es el que más rápido pierde los estribos. Normalmente ese gruñido significa que está listo para pelear, pero seguro que no atacará a nuestra
propia madre.
Bryce y yo ponemos las manos sobre los hombros de Chris intentando contenerlo. Pero está demasiado enfadado.
Encogiéndose de hombros, da un paso adelante y mira a nuestra madre con rabia en los ojos.
—Nunca volverá a ser una sirvienta en esta casa—, le gruñe a nuestra madre.
Chris aprieta los puños, desafiando a nuestra madre a hablar mal de nuestra compañera una vez más. Justo cuando estoy seguro de que Chris va a perder el control, da un paso atrás y deja que sus hombros se relajen. Bryce y yo nos miramos aliviados antes de volver a centrar nuestra atención en nuestra madre.
Tiene la cara blanca como el papel. Es la primera vez que nos enfrentamos a nuestra madre por algo. Siempre hemos sido los trillizos buenos y hemos cumplido sus órdenes. Incluso cuando ese mandato incluía atormentar a una niña en nuestra casa.
—Deberíamos tener esta conversación con papá presente—, intento razonar con todos.
Mis dos hermanos asienten, pero nuestra madre cruza los brazos sobre el pecho y da golpecitos con el pie, enfadada. —No hay necesidad de meter a vuestro padre en esta conversación—,
Bryce ladea la cabeza y mira a mamá con extrañeza. —¿Por qué no debe participar padre en esta conversación?—.
—Es porque ya nos ha dado su bendición—, dice Chris con enfado.
—Lo que pasa es que no quiere que lo sepamos—.
Nuestra madre pasa del blanco pálido al rojo vivo en pocos segundos. —No permitiré que mis hijos se apareen con una pícara
—¿Si aún fuera una Beta la aceptarías?— pregunto, sabiendo ya la respuesta.
—Deberías aparearte con una loba de sangre alfa—, murmura nuestra madre en voz baja. —Y todos deberíais tener parejas separadas. Esto de compartir es asqueroso—.
—Todos sabíamos que existía la posibilidad de que compartiéramos pareja—, intento razonar con mi madre, pero está demasiado enfadada para atender a razones.
Finalmente decido meter a mi padre en la conversación. Papá—, digo a través del enlace mental. Nos vendría bien tu ayuda con mamaー.
¿Qué ha hecho ahora? La voz de mi padre suena enfadada y molesta cuando me responde.
Además de amenazar con enviar a Erica de vuelta a la manada del
Oeste... Le digo con un suspiro.
Enseguida voy—, mi padre suena cansado.
Al cerrar el vínculo mental con mi padre, me doy cuenta de que mis hermanos siguen peleándose con mi madre. Ahora es Chris el que retiene a Bryce y no estoy seguro de querer saber qué ha dicho mamá para enfadarlo tanto.
—Ella nos pertenece—, le grita Bryce a nuestra madre. —A todos nosotros—.
—Esto es enfermizo—, le grita mi madre. —¿Cómo crees que la manada aceptará esto?—
—Lo aceptarán porque es nuestra compañera—, gruñe Bryce enfadado.
Por fin se abre la puerta principal y nuestro padre está de pie en el umbral con cara de enfado. Sus ojos parpadean entre nosotros tres y nuestra madre. Suelta un suspiro frustrado. —Todo el mundo a mi despacho—, ordena.

—No intentes usar tu aura alfa conmigo—, le sisea nuestra madre.
—A mi despacho ahora—, repite mi padre con palabras entrecortadas y enfadadas.
Mis hermanos y yo entramos en la casa, y puedo oir a mi padre discutiendo con mi madre en el porche delantero todavía. Como no queremos desobedecer las órdenes, entramos en el despacho de nuestro padre y nos sentamos en el enorme sofá pegado a la pared. Esperamos en silencio a que nuestro padre y nuestra madre vengan a reunirse con nosotros.
La puerta del despacho de nuestro padre se abre y noto la rabia que desprende su cuerpo. —Vuestra madre no vendrá—, dice mientras se sienta detrás de su escritorio.
Siento cómo mi propio enfado aumenta en mi cuerpo al pensar en el hecho de que nuestra madre esté evitando toda la situación. —
Tiene que estar aquí—, gruño por lo bajo mientras miro a mi padre.
—Tu madre tardará algún tiempo en hacerse a la idea de que estás emparejado con Erica—, dice nuestro padre en voz baja. —Ella nunca ha sido fan de Erica y su familia—.
—Entonces, ¿por qué estaban aquí todos los veranos?—, pregunta
Chris,
—Porque Beta Frank es uno de mis mejores amigos y tu madre no tuvo valor para decirme que no—, intenta explicar nuestro padre.

—Pero ella nunca quiso que vosotros tres compartierais pareja—.
—Bueno—, digo con una risita en la voz. — Esa decisión nunca dependió de ella, ¿verdad?—