ᒪEOᑭᗩᖇᗪO ✧ 𝗟𝗔𝗪𝗭𝗢

🐯🄳ⓘ🄴ⓩ🐯

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Aquélla preciosa pantera con destellos dorados cuando la luz de la brillante luna chocaba contra su divino pelaje, yacía escabulléndose entre los árboles de la refrescante y silenciosa noche, estrellas destellando como testigos de lo que tan hermosa criatura hacía entre los arbustos guiaron su camino a un destino desconocido hasta por el más ruidoso grillo.

Las cómodas almohadillas rompían el silencio sobre las pequeñas ramas al caminar, sus peligrosos y retadores ojos felinos verdes como las hojas de un árbol en primavera, o como una lima en su mejor punto de madurez, mirando con cuidado de no ser pillado por algún ser desconocido que le observase en completo anonimato.

Tras él, con pasos igual de silenciosos que el viento arrastrando hojas secas, un precioso felino un poco más grande que la pantera, con pelaje grisáceo, casi blanco, con anillos obscuros perfectamente proporcionados a su cuerpo felino y terminado el pelaje con pequeños tonos blanquecinos. Un dominante y precioso leopardo de las nieves luciendo peligroso bajo la luz de la luna, quién temía hasta del felino con esa mirada de oro potente como el precioso y furioso sol. Luciérnagas y grillos corrían escabulléndose de no ser aplastados o ser blanco fácil de tan peligrosa criatura caminando majestuosamente por el bosque.

En ese momento, ambos felinos intimidantes, habían huído un par de horas de sus cálidos hogares para emprender una aventura de la cuál, Law, el leopardo, le hacía sentirse como un pequeño cachorro travieso. Sí, patéticamente un cachorro.

De pronto, el guía de tal aventura, Eustass Kidd, paró su búsqueda, haciendo que el distraído leopardo chocase contra la retaguardia de la pantera.

En este momento podría estar con la cabecita de musgo durmiendo, siento que nos has perdido, menudo idiota. Law habló mentalmente a la pantera.

Ésta solo gruñó en respuesta, al parecer sin muchos de conversar. Lucía concentrado agudizando su oído, hasta que, completamente victorioso, se escondió entre los arbustos para seguir algo que Trafalgar desconocía hasta cierto punto.

¡Encontré el puto campamento de cazadores! La voz de la pantera retumbó en la mente del leopardo, quien rápidamente corrió silenciosamente hasta la pantera escondida tras un gran tronco, moviendo su cola como un minino atento y sus ojos en la fogata no tan lejana.

Ambos observaron en silencio a los hombres cenar juntos a la fogata, sin importar que el humo que desprendía el fuego contaminase el aire puro que respiraban los animalillos del bosque. Law arrugó la nariz asqueado ante el humo, ambos mininos escabullidos entre los arbustos observando con sigilo los movimientos de los humanos, y fue ahí donde Law agudizó el oído para escuchar su conversación.

—El jefe dice que dará una buena cantidad de dinero si le enviamos el equipaje hasta Dressrosa. Uno de ellos comentó. —Sabes que la piel de esos animales salvajes cuesta un ojo del rostro, algún multimillonario desearía un lindo tapete de tal vez una pantera o un leopardo de esos que andan por aquí.

Law gruñó.

—Lo sé, sin embargo, ¿crees que nos den algo por ese?... está bastante delgado y descuidado. Otro de ellos —comentó.

—Por ello, querido amigo... —el notorio líder de los cazadores se puso de pie, terminando de beber de su botella de agua—. Tenemos que salir a cazar mañana y buscar un animal que pueda ser mejor que el que tenemos.

—No me jodas. —la voz de Kidd retumbó en los pensamientos del leopardo—. Tienen a alguien encerrado aquí.

Law siguió escuchando, ignorando la furia mental de su amigo.