♧ Historia ZaDr/ZaDf ♧
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》¡ZIM SOLO SE FUÉ! ASÍ COMO ASÍ... me abandonó...
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Esto inicio como una idea que dibuje y ahora ya es oficial.
Zim cambia de lugar su base, ca...
— ¡¿CÓMO ES POSIBLE, QUE NINGUNO DE LOS RASTREADORES FUNCIONE?! — gritaba colérico en su despacho el profesor Membrana mientras miraba uno de los monitores frente a el, donde se podía observar como la pantalla se encontraba dividida mostrando los GPS de sus hijos, uno en cada lado y con el rostro de a quien pertenecían.
En aquellos monitores se podía apreciar como el rastreador que llevaba la cara de Gaz llevaba 3 días apagado, pero, por otro lado también se veía el de Dib, siendo el que más confundía al científico, ya que, este parecía estar saltando de locación en locación y no paraba de mostrar ubicaciones sin sentido, era obvio que algo estaba desviando sus señales... ¿pero qué? El mismo había diseñado esos rastreadores para que no pudieran ser burlados por ninguna tecnología conocida, además de ser detectables en cada parte del globo.
El profesor se retiró sus goggles para posteriormente apoyar los codos sobre el escritorio mientras se llevaba las manos a la cabeza, ahora sus dos hijos estaban desaparecidos y estaba seguro de que era culpa suya.
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Dib lentamente fue abriendo los ojos mientras se movía con pesadez buscando estirarse, aún con sueño y desgano, al no sentir al alien junto a él, se sentó en la cama mirando a su alrededor y soltando algún que otro bostezo. Tras un rato de "meditación" mientras debatía si levantarse o no, finalmente, se puso sus lentes y opto por salir de la habitación, dirigiéndose al ascensor y subiendo a la planta alta.
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El elevador daba directamente con la cocina por lo que, lo primero que vio o mejor dicho olio fue el aroma de los waffles que preparaba Gir, notando enseguida como el irken se encontraba sentado en la mesa trabajando en algo. Dib cruzó la cocina hasta la sala de estar en busca de su celular, mirando la hora y finalmente sentándose en la mesa junto al alien, quien parecía no haber notado su presencia
— ¿qué haces? — preguntó sobresaltando al irken y ganando la atención de este
— nada que te importe — respondió tapando el artefacto con su cuerpo mirando con el ceño fruncido al contrario
— oh vamos, creí que ya me había ganado tu confianza — continuó con una sonrisa acercándose un poco más al alien, Zim por otro lado sólo lo miró con enfado
