La hija de Scaloni {Emiliano "Dibu" Martínez}

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28 de junio, Argentina - Bolivia, estadio Arena Pantanal, Cuiabá

La selección argentina salió a llevarse puesto al rival desde el inicio. A los dos minutos, Carlos Lampe salvó al equipo boliviano con una doble atajada a Sergio Agüero y Ángel Correa. Poco después, la Albiceleste abrió el marcador: Messi le envió un centro al Papu Gómez, quien puso el 1-0 con un bombazo. Argentina dominó a lo largo del primer tiempo y estiró la ventaja a los 30 minutos. Diego Bejarano bajó al Papu dentro del área, el árbitro sancionó penal y Messi lo convirtió en gol. Más adelante, cuando faltaba poco para el final del primer tiempo, el Kun asistió a Messi, quien la picó por encima de Lampe: golazo para marcar el 3-0 parcial. Ya en el segundo tiempo, Erwin Saavedra descontó para Bolivia a los 15 minutos. Sin embargo, lejos estuvo de aproximarse a un empate. Poco después, Lautaro Martínez, el cual recién ingresaba a la cancha, aprovechó un rebote y marcó el cuarto gol para Argentina. Finalmente, la selección argentina goleó por 4-1 a Bolivia, quedando como líder del Grupo A con 10 puntos. Ahora se enfrentará con Ecuador en la próxima instancia, la cuál iba a ser el sábado desde las 22, en Goiânia.

–Felicitaciones chicos, ya están en cuartos de final –dije feliz mientras entraba a los vestuarios– esto hay que festejarlo

–Se festeja cuando ganemos la copa querida Ariana, antes no porque trae mala suerte –dice Lionel–

–Ayy Leo no seas así –me quejo mientras lo abrazo por detrás– tenemos que salir a festejar, ¿quién se prende?

–Yoooo –dicen todos al unísono–

–¿Les parece que salgamos a bailar? –pregunto–

–Obvio nena –me abraza Otamendi– esperemos que tu papá nos deje –bromea–

–Ya son grandes, mi papá no puede mandarlos –les saco la lengua–

–Es nuestro entrenador, Ariana –dice Rodri en tono obvio–

–Si no me decías no me daba cuenta –dije sarcásticamente provocando la risa de todos–

–Buen partido chicos, felicitaciones –interrumpe mi papá al mismo tiempo que entra a los vestidores–

–Gracias –responden todos al unísono–

–Ya estamos más cerca de la copa –dice Rodri–

–Y como festejo merecemos salir esta noche, ¿que opinas, dire? –dice Otamendi–

–Mmm –dice no muy convencido– no sé chicos, tienen que concentrarse en los próximos entrenamientos

–Recién jugamos el 3 y mañana tenemos descanso –agrega Emiliano–

–Por favor papá no seas amargado

–¿Vos también vas? –arquea una ceja–

–Obvio, eso no se pregunta –río–

–¿A dónde quieren ir? –pregunta suspirando–

–A un boliche –responde Julián–

–Mmm está bien, pueden ir –suspira rendido ya que sabía que los chicos no iban a dejar de insistir hasta obtener un sí como respuesta– pero ojo con tomar alcohol que después no rinden bien en los entrenamientos –los señala con el dedo– vos Ariana tampoco tomes ni hables con desconocidos –me advierte– cuiden bien a mi princesa por favor, Nicolás y Emiliano ustedes que son los más responsables, cuídenla por favor

–No se preocupe dire, Ariana está en buenas manos –dice Otamendi–

–Bueno, confío en ustedes, ahora cambiense así volvemos al hotel

El partido había terminado cerca de las diez de la noche y los chicos estaban con muchas energías por haber ganado. Subimos al micro y después de media hora llegamos al hotel.

–A las 12 nos encontramos en la habitación de Ota así nos vamos todos juntos al boliche, nos vemos a esa hora –les dije a todos y me fui directo a mi habitación–

Apenas llegué a mi habitación me bañé. Al salir me puse crema en todo el cuerpo, me cambié, me peiné y me maquillé: ojos delineados, pestañas arqueadas y labios de rojo. Finalmente quedé así

Agarré mi celular, cerré la puerta y me dirigí a la habitación de Ota.

–¿QUIÉN ES? –grita Rodri desde el otro lado–

–Yo

–Por fin te dignas a venir nena, te estábamos esperando –dice dramáticamente–

–Pero si no me demoré tanto idiota, además todavía son las 23:45, estamos a tiempo

–Te estaba jodiendo –ríe– pasa –se hace a un lado para que pueda pasar–

–Hola de nuevo chicos –saludo a todos–

–Hola Ariana, estás hermosa –dice Julián mientras agarra mi mano y me da una vuelta–

–Vas a romper corazones en el boliche –agrega Ota–

Emiliano

Que hermosa que está Ariana y que bien le queda ese vestido la puta madre. Ruedo los ojos al escuchar el piropo de Julián y el comentario de Nicolás

–Se supone que tenemos que cuidarla Nicolás, eso nos dijo Scaloni –le recuerdo–

–Gracias Emiliano pero yo me sé cuidar sola –ríe–

–Si vos decís –río y me acerco a ella– por cierto, estás hermosa

–Gracias –sonríe–

–Bueno vamos que se nos hace tarde y ya quiero empezar a bailar –dice el Papu–