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10 de julio, Argentina - Brasil, estadio Maracaná, Río de Janeiro

Una vez que ya estábamos listos nos subimos al micro que nos llevaba rumbo al estadio Maracaná, en todo el camino fuimos cantando 'Brasil decime que se siente' y otras canciones más. Hoy teníamos la esperanza de ganar y ser campeones de América, ojalá se nos dé la oportunidad porque los chicos se lo merecen más que nunca después de todo el esfuerzo y dedicación que pusieron en cada entrenamiento y partido. Cuando llegamos al estadio los chicos se fueron a los vestuarios y yo me senté al lado del banco de suplentes y me puse a observar todo el estadio, este partido a diferencia de los anteriores si tenía público por lo que empecé a cantar al ritmo de todos los hinchas. Rodrigo, Leandro y el Papu salieron a la cancha a hacer su cábala de comer caramelos sugus. A los pocos minutos salió Emiliano a trotar alrededor de la cancha y a practicar atajadas. Antes de volver a los vestuarios me miró y me tiró un beso en el aire logrando que los hinchas que estaban en las tribunas griten eufóricos ya que todos pensaban que el beso había sido para ellos pero Emiliano y yo sabíamos perfectamente que había sido para mi. Sonreí y aprovechando que nadie me estaba mirando le tiré otro beso como modo de respuesta. Los chicos salieron nuevamente a la cancha para hacer el precalentamiento y después de unos minutos volvieron a los vestuarios a cambiarse. Como todavía faltaba para que empiece el partido aproveché para ir a los vestuarios a darle unas palabras de aliento a los chicos

–Hola chicos, ¿están preparados?

–Más que nunca –responde Otamendi–

–Esa copa es nuestra –agrega el Cuti–

–A dar lo mejor chicos, recuerden que ustedes ya ganaron, si hoy no se da seguro se va a dar la próxima vez –los aliento–

–Gracias hermosa, siempre tenes las palabras justas –dice Emiliano al mismo tiempo que me abraza, segundos después me separo de su cuerpo y lo miro a los ojos–

–De nada –beso suavemente sus labios–

–Tus besos me van a dar la fuerza para atajar todo –susurra sobre mis labios y me besa nuevamente–

–Seguro –sonrío sobre sus labios y le doy otro beso– les deseo lo mejor, los amo –los abrazo uno por uno y justo cuando estaba por irme siento unas manos en mi cintura, pensé que era Emiliano pero al escuchar un acento portugués supe inmediatamente que se trataba de Neymar, imposible no reconocer su voz–

–Hola linda, como é a mulher mais bonita? –me abraza–

–Hola Ney, muy bien ¿y vos? –le correspondo el abrazo–

–Bien, ya me tenías olvidado

–No, desde luego que no –río–

–Yo quería que me apoyes a mi –hace un pucherito con sus labios al verme con la camiseta de Argentina–

–Es la selección de mi país Ney, es obvio que los voy a apoyar a ellos –sonrío de lado–

–Te entiendo bonita –me vuelve a abrazar– pero si llego a perder quiero que me apoyes así como yo te voy a apoyar a vos si tu selección pierde –susurra en mi oído, iba a responderle pero Emiliano me interrumpe–

–Alejate de ella –dice enojado Emiliano a mis espaldas–

–¿Disculpa? ¿Y vos quién sos? –pregunta riendo al mismo tiempo que se separa del abrazo para poder mirarlo a los ojos–

–Eso no te importa, alejate de ella y no jodas –dice aún más enojado–

–¿Acaso sos el novio? –pregunta riendo–

La hija de Scaloni {Emiliano "Dibu" Martínez}Where stories live. Discover now