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Emiliano

Después de media hora de viaje llegamos al hotel y acompañé a Ariana a dejar sus valijas en su habitación.

–Gracias por todo, Emiliano –dice amablemente–

–De nada –sonrío– podes decirme Emi o Dibu si queres –vuelvo a sonreír y pongo las valijas a un costado una vez que ella abre la puerta–

–Está bien, gracias Emi –sonríe– ¿vamos a cenar? nos esperan los chicos y mi papá

–Vamos –le devuelvo la sonrisa– ¿antes de bajar me acompañas a buscar algo a mi habitación? –pregunto y asiente, subimos al ascensor y nos dirigimos a mi habitación, abro la puerta y entramos–

–Hey no se vale –se queja mientras entra a mi habitación–

–¿Qué pasa? –pregunto riendo–

–Tu habitación tiene balcón y la mía no –se cruza de brazos y hace un pucherito con sus labios lo cual aumenta mis ganas de querer probar sus labios, Emiliano basta deja de pensar en eso que tenes esposa–

–Bueno podes venir acá cuando quieras –río–

–¿Disculpa? –arquea una ceja–

–Para ver la vista de la ciudad –intento corregirme mientras ella sale al balcón–

–Sería un placer –sonríe mientras apoya sus brazos en la baranda y observa la ciudad iluminada, me pongo a su lado e imito su acción–

–El placer sería mío –le devuelvo la sonrisa y ambos nos ponemos a ver la ciudad hasta que interrumpen unos golpes en la puerta–

–EMILIANO, ¿VAS A VENIR A CENAR? –pregunta Lautaro del otro lado de la puerta–

–YA VOY –me acerco a la puerta y la abro–

–Te estamos esperan... –deja de hablar cuando ve que Ariana también estaba en la habitación– ¿Qué hace ella acá? –pregunta susurrando para que Ariana no escuche–

–Fuimos a dejar sus valijas a su habitación y después le dije que me acompañe a la mía y se impresionó con la vista del balcón –levanto los hombros en señal de defensa–

–Mmm está bien, te creo –dice con un poco de inseguridad en su voz– Bajen ya antes de que Scaloni se dé cuenta y te mate –ríe y se va de la habitación–

–¿Quién era? –pregunta Ariana desde el balcón–

–Lautaro –suspira– quiere que bajemos a cenar antes que todos pregunten por nosotros

–Vamos entonces, busca lo que tenías que buscar y bajemos –ríe, agarro mi billetera y salimos de la habitación–

–¿Billetera? –ríe– pero la cena del hotel ya está incluida –arquea una ceja–

–Por las dudas, uno nunca sabe cuando va a necesitar efectivo –trato de excusarme mientras aprieto el botón para llamar al ascensor–

–Si vos decís –ríe y subimos al ascensor–

–POR FIN APARECEN –dice dramáticamente Otamendi mientras bajamos del ascensor–

–¿Qué hacías con mi hija, Emiliano? –pregunta algo enojado Scaloni–

–Fuimos a su habitación a dejar sus valijas –respondo nervioso–

–Lo importante es que ya estamos acá pa –me sonríe al notar mis nervios, qué hermosa que es–

–Mmm está bien –responde no muy convencido– siéntense a comer

Ariana

Después de cenar me fui a mi habitación a dormir ya que mañana los chicos tenían entrenamiento temprano y yo los iba a acompañar al predio junto a mi papá y Pablito. Me puse mi pijama y me acosté a dormir. Al día siguiente me levanté pero tenía tanto sueño que decidí no ir al entrenamiento. Escucho que tocan la puerta de mi habitación y como no tenía ganas de pararme hablo desde la puerta

–¿Ya estás lista nena? –pregunta Otamendi desde la puerta–

–Estoy cansada del viaje y sinceramente prefiero dormir, los veo más tarde –respondo con los ojos cerrados a través de la puerta–

–Bueno está bien enana, nos vemos más tarde

Ariana

Después de haber dormido cinco horas más que los chicos me levanté, me bañé y me puse esto

Después de haber dormido cinco horas más que los chicos me levanté, me bañé y me puse esto

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Bajé al lobby a desayunar algo y a lo lejos podía ver que los chicos regresaban del entrenamiento

–Que buena tu vida enana –comenta el Kun–

–¿Por qué no fuiste a vernos entrenar? –pregunta Julián–

–El entrenamiento era muy temprano y tenía mucho sueño –río al mismo tiempo que meto una medialuna a mi boca–

–Sos una floja de mierda –dice riendo Rodri–

–Encima comes esas cosas ricas delante nuestro que no podemos –dice dramáticamente el Papu–

–Mmm no sabes lo rica que está esta medialuna –me chupo los dedos y termino de tomar mi café. Veo que entre el Papu y el Kun se hacen señas pero decido no darle importancia y terminar mi desayuno–

–Ahora Kuni –susurra el Papu y siento como el Kun me agarra de los brazos y el Papu de las piernas–

–¿Que hacemos con ella, Papu? –pregunta divertido el Kun–

–Mmm me parece que un buen chapuzón no le vendría mal

–No por favor recién termino de bañarme –río y empiezo a gritar para que me suelten a medida que avanzaban a la piscina– Emi ayudame –grito cuando lo veo entre los demás chicos–

–A la una, a las dos y a las tres... al agua preciosa –canturrean el Papu y el Kun al mismo tiempo que me balancean–

–Esperen –trato de detenerlos–

–No, esto es por comer cosas ricas delante nuestro y por burlarte –ríen al mismo tiempo que me sueltan haciéndome caer al agua–

–¿Qué hacen? –pregunta Emi mientras se acerca a la piscina junto con el resto de los chicos–

–Gracias por la ayuda Emiliano –dice sarcásticamente Ariana al mismo tiempo que ríe–

–Perdón nena, justo me habló tu papá

–Ahora tengo que volver a cambiarme por culpa de estos idiotas –río y apenas salgo del agua siento todas las miradas sobre mí, miro mi cuerpo y era porque mi remera se había pegado demasiado a mi cuerpo haciendo que mis pechos resalten aún más debido a que no me había puesto corpiño– oh, mierda –me sonrojo y me tapo con los brazos para evitar que me sigan comiendo con la mirada–

–Dejen de mirar babosos –dice Emiliano con enojo y celos al mismo tiempo– como si nunca hubiesen visto tetas –se pone delante mío para evitar que me sigan mirando– toma –me extiende su campera–

–Gracias –susurro amablemente y me pongo la campera–

–No hay de que –sonrío–

–Que celoso de mierda –susurra Rodrigo–

–Y ustedes que pajeros de mierda –dice Emiliano un poco enojado–

–VAMOS A COMER –interrumpe Scaloni– ¿por qué estás mojada hija? –arquea una ceja–

–Los idiotas de el Papu y el Kun me tiraron al agua –los fulmino con la mirada provocando una risa en ambos–

–Te lo merecías por comer medialunas en nuestra cara –me reclama el Papu e inmediatamente le saco la lengua haciéndole burla–

La hija de Scaloni {Emiliano "Dibu" Martínez}Where stories live. Discover now