Forelsket [PROX]

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02

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Internado Westwood, 2004.

Quinto año recibió con emoción a Ivette, después de casi cuatro años Ivy había logrado sacar diez en artes. Cuando supo de su calificación perfecta casi hace una fiesta masiva y por tercer año consecutivo estaba en el cuadro de honor

Recibió sus diecisiete con alegría, había logrado hacer una gran fiesta 'ilegal' en los dormitorios, sus regalos por parte de su familia seguían siendo excesivamente caros, pero no los iba a negar cuando la realidad era que le gustaba ser mimada de esa manera.

Su popularidad había explotado, no había alguna lama que no supiera quien es Ivette Cullen. Solían hablar sobre ella o sobre su grupito de cada cosa que hacían.

—Ivy, el sábado va a ver una fiesta en los dormitorios de las chicas en el tercer piso ¿quieres venir?

Ivette lo pensó, el sábado tenia gimnasia y el lunes doble hora de ballet, no podía estar cansada para el inicio de semana, pero tampoco se quería perder la fiesta y si lo pensaba bien podía dormir todo el domingo.

—Claro, pero vienes por mi Alice me mando unos tacones bonitos que tengo que lucir.

¿Ivette presumía? puede que sí y lo hacía inconscientemente casi siempre, como los estudiantes hablaban de ella hasta de como respiraba tenía que dar una buena imagen todo los días y con el tiempo se volvió un hábito.

Ivette solía regalar algunas cosas a sus amigas, pues en el dormitorio no cabrían todas las cosas que le mandan sus hermanas, Rosalie solía mandarle algunas prendas de ropa y Alice le mandaba zapatos. Estaba segura de que podía vestirse todo un año sin repetir alguna prenda si no las regalara.

Ese año los Cullen no la fueron a ver en navidad, pero las cartas, los regalos y las llamadas no faltaron, pero Ivette sintió herida. Era la única ocasión en la que los podía ver, esa semana no salió de su habitación, había llorado como nunca.

Por primera vez en su vida su familia la había dejado.

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Internado Westwood, 2005.

Ivette estaba feliz con su vida, era popular, tenia amigos en los que le confiaría su vida, tenia buenas calificaciones, muchos chicos se morían porque ella saliera con ellos, era la bailarina principal en las obras, mejoraba día con día en gimnasia y era segura de sí misma.

Pero la vida tenia planes diferente para Ivette, su vida rosa iba a pasar ser una paleta de colores.

—Ivette Cullen a la oficina del director.