Capítulo 23.

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-Por ahora el paciente está en estado crítico, quedó en estado de coma, solamente un milagro puede salvarlo. Si llegara a despertar pudiera quedar con lagunas mentales debido al impacto que sufrió en la cabeza.

-¿Qué?, No, No, Eso no..

Miré de reojo la habitación.

-Tenga fé.

-¿Podemos trasladarlo a Mexico?

-Por el estado en el que está, me temo que no, lo lamento.

-Está bien, muchas gracias.

Se alejó sin decir más, tomé mi móvil y llamé a mi madre.

-Hola, mamá, discúlpame por no haberte llamado, necesitamos hablar.

-Claro cariño, ¿Qué pasa?

-Necesito que me consigas un vuelo para mañana, hablaremos mejor en persona.

-Está bien, en un momento te mando los datos.

Colgué la llamada y entré de nuevo a la habitación.

-Qué fue lo que pasó.. no puedo creer que esté pasando esto.

Me encogí sobre el sillón que estaba su lado y tomé de su mano.

-Perdóname por no haber ido detrás de ti.

Lágrimas comenzaron a desbordarse nuevamente.

La enfermera llamando a la puerta detuvo mi llanto.

-Lo siento, la hora de visitas terminó.

Con eso salió de la habitación.

-Tengo que irme, te prometo que volveré con mamá, no te dejaré solo en esto.

Miré por última vez su rostro antes de salir, limpié mis lágrimas con el borde de mi sudadera y salí de allí.

Tomé un Uber de regreso a casa de Paula, al llegar todo estaba igual, Meredith estaba desconsolada al lado del ataúd.

¿Cómo le daría la noticia?

-Linda, tenemos que hablar- posé mi mano sobre su hombro.

-¿Qué pasa?, ¿Y mi hermano?- limpio sus lágrimas mirándome fijamente.

-Justo de eso tenemos que hablar, mira.. el tuvo un accidente muy grave, está en coma, lamento mucho decirte esto, mañana regresaré a México por mi madre, planeo mudarnos, no te dejaré sola, pero por ahora tendrás que ir con Paula al velatorio mientras estoy allá.

-!Qué!- me tomó de los hombros.

-Lo siento mucho, hay que tener fé en que podrá salir del coma.

Mi móvil interrumpió, miré a ma pantalla, era mi madre.

-Mi vuelo saldrá a las 9:00 de la mañana, tal vez regrese mañana mismo.

Ella se quedó en silencio.

-Está en el tercer piso, habitación 5.

-Gracias Olivia, ve a descansar a casa, tienes que salir temprano, esta es la llave de la puerta principal, yo me quedaré aquí, que tengas buen viaje.

-Gracias, volveré pronto.

Cogí las llaves y encendí el auto.

Al llegar a la casa corrí hacia la habitación de Aarón, me tumbé en su cama a llorar, olía a él, todo lo que había de el, me derrumbé por completo.

Pasaron varias horas y yo seguía en el mismo lugar.

Mi móvil estaba sonando sin parar, era Dylan, respondí sin ánimos.

-Por qué carajos no respondes Olivia.

-Estaba ocupada, ¿Que necesitas?

-No has respondido a ninguna de mis llamadas estos días, ¿Que te sucede?

-He tenido.. muchas cosas en la cabeza, perdón.

-Es por que has estado con el idiota de Aarón, ¿No es así?, tú madre me dijo que te fuiste a Argentina con el, ¿Qué pasa contigo?, ¿Dejaste la escuela por estar con el?

-Claro que no, ni si quiera sabes lo que ha estado pasando, no me estés hablando así y mucho menos a él.

-Yo te hablo, como yo quiera, no me gusta que estés con el, tú eres mía.

-Dylan, ¿Estás ebrio?

-No lo estoy.

-¿Qué cosas estás diciendo?

-Estoy enamorado de ti Olivia, ¿Por qué no te das cuenta?, ¿Por qué estás con el y no conmigo?, He hecho todo por ti y lo seguiría haciendo, ya no aguanto esta mierda.

-Dylan, por favor, no es el momento de hablar esto, hablemos después con más calma.

-Jodete, Olivia.

Colgó sin dejarme hablar más, aventé mi móvil al otro lado de la habitación y comencé a llorar de nuevo, al poco tiempo me quedé dormida sin darme cuenta.

Amor sin límites Where stories live. Discover now