𝟢𝟨 𝄖

389 54 0
                                    

El día de montar el tren para Hogwarts había llegado.

Mientras caminaban unos a otros se hacían compañía; Sirius y Harry iban en la cabeza, detrás de ellos iba Ojo loco junto a Remus, parecían escoltas. Detrás seguía Narcissa, quien hablaba animadamente con Tonks y Draco. Seguían los Gemelos Weasley, luego Ron siendo regañado por su madre, y en cambio su padre reía disimuladamente, intentando que su mujer no lo viera.
Luego estaban Hermione y Ginny. Y al final alejada por varios metros, iba Rue.

Vestía ropa ancha, que siendo sincera se sentía muy cómoda, pero extraña. Desde pequeña había acostumbrado a vestir elegante, pero desde que se mudó junto a Narcissa y Sirius, ella había tenido libertad de escoger su ropa. Lo cual la había sorprendido.

Rue abrió un poco sus ojos al ver la cantidad de personas que habían en la estación, luego de pasar por el muro. Podía asegurar que habían más de cien personas allí.

La locomotora hizo su típico ruido, indicando que pronto partiría. Todos y cada uno se despedían.

Rue pretendía subirse al tren sin levantar sospechas, no le gustaba las despedidas sin importar la situación.

— Rue, cariño—. La voz de Narcissa la detuvo—. No te ibas sin despedirte, o si?— La peliroja se dio vuelta y caminó hacia su madrina, quedando a pocos pasos de distancia. Entonces fue Narcissa quien se acercó y le dio un fuerte abrazo y un beso en su mejilla—. Espero que te vaya muy bien. Pórtate bien, por favor— dijo mirando con cariño a la menor.

— No soy una niña para que me pidas eso— respondió algo malhumorada.

— Disfruta el año, conoce a más gente. Saca esa amargura, eres muy joven para ello—. Comentó con una pequeña risilla.

Otro sonido más, el tren se iría. Ya los demás se habían subido, pero ahí estaba Rue, junto a su madrina.

— Me tengo que ir—. pronunció.

— Nos vemos. Si tienes algún problema o incomodidad me escribes—. avisó. Rue se limitó a asentir y se dirigió al gran tren.

— Si padre te hubiera escuchado, Rue hubiera sido tu hija y no de Eduany.

— Sirius—. murmuró cabizbaja. Narcissa no quería recordar aquello, al menos estaba feliz de ser madrina de la chica.

— Disculpa, no te quise incomodar. Pero... Ya oíste a Gael, el caso se reactivará y hay posibilidades de que ella salga.

— Si sale o no, Sirius, no pasará nada.

— ¡Ay por favor Cissy!

— Ay por favor, tú, Sirius— Repitió dándole un golpe juguetona.

A pocos segundos, el tren comenzó avanzar, Rue caminaba en busca de un compartimiento vacío. Había perdido a Draco de vista y ahora estaba sola.

— ¡Pss! ¡Pss!— Rue buscó con la mirada al que provocaba aquel sonido, encontrándose con aquella castaña que estaba muy sonriente—. No te pierdas— comentó aún sonriendo. Sin embargo Rue la miraba seria y sintiéndose algo incómoda. El día anterior Hermione la había empujado y ahora le sonreía—. Ven, Draco te espera en el compartimiento— dijo haciendo un gesto con la cabeza para que Rue la siguiera.

— ¿Qué te hace pensar que me sentaré con ustedes?— cuestionó la peliroja sin seguir a la castaña.

Hermione bajo la mirada, se abofeteo a sí misma al pensar que Rue iría con ella.

— Eres nueva y-...

— ¿Y eso qué? No soy una niña— respondió pensando al lado de la castaña, golpeando su hombro provocando que Hermione tambaleara.

Tras un par de segundos, Hermione corrió atrás de la peliroja—. ¿A dónde vas?— preguntó intentando alcanzarla. Un paso de Rue, eran dos de Hermione. La castaña se preguntó por un momento si es que todos los Weasley eran así de altos como Rue y Ron.

— ¿No es obvio?— preguntó con ironía.

— No encontrarás puesto vacío.

— ¿Eso crees?— dijo detuviendo su paso, logrando que Hermione chocara con su espalda—. Niña tonta—. murmuró—. Deja de seguirme, encontraré un compartimiento vacío. Deja de molestar—. soltó sin mirar a la castaña

— ¡Bien! Pero cuando no encuentres compartimiento, no quiero verte en el nuestro.

— ¿Me estas amenazando?— cuestionó volteandose, por fin mirando a la castaña.

— N-no—. respondió con nerviosismo al tener a Rue cerca—. Te lo estoy advirtiendo.

— Es lo mismo.

— No, no lo es.

— Bien.

— ¡Bien!— exclamó Hermione dándose la vuelta dejando a Rue sola en el pasillo.

Hermione Granger no entendía por qué esa chiquilla era tan necia. ¿Qué le costaba solo ir y sentarse junto a ellos? ¿Tanto le importaba su estúpida sangre?



































































— ¿Neville? ¿Rue?— habló Harry confundido; la peliroja no había llegado al compartimiento y ver a Neville con su varita apuntando a una Rue, la cual estaba amarrada con una soga forcejeando y un trapo en la boca.

Ron se colocó de pie automáticamente especialmente al ver el estado de su prima. No tanto el hecho de que parecía que Neville la estaba secuestrando, sino los notables golpes que tenía la peliroja en el rostro y el morado que comenzaba a salirle a Neville en su ojo derecho

— ¿Qué diablos?— murmuró Ron horrorizado. Sin dado el hecho de que Neville pasara mucho tiempo con Hermione el año pasado había sacado factura. Al pelirojo se le había dañado la imagen tan inocente que tenía de Neville.

— Hola chicos—. saludó el rubio con notables nervios. Rue gruñó intentando lanzarse al chico, pero este seguía apuntando a la peliroja con temor—. Me enteré de todo y no pude evitar traerla aquí.

— ¿Neville, qué sucedió?—. preguntó Harry desconcertado, acariciando el rubio cabello de Draco, quien se encontraba dormido entre sus brazos.

El chico hizo una mueca—. Estaba... e-ella estaba—. Neville temblaba cada que veía a Rue de reojo.

— Tranquilo amigo, no pasa nada, no la mires—. animó Harry.

— Ella estaba dándose de golpes al estilo muggle con Zabini—. dijo rápido.

— ¿Qué Rue qué?— soltó Ginny sin poder creerlo.


















— 𝑻𝒂𝒕𝒊 𝑩𝒍𝒂𝒄𝒌

𝐈𝐍𝐄𝐗𝐎𝐑𝐀𝐁𝐋𝐄 𝄖𝐻𝑒𝑟𝑚𝑖𝑜𝑛𝑒 𝐺𝑟𝑎𝑛𝑔𝑒𝑟Where stories live. Discover now