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En el aula de Defensa Contra las Artes Oscuras, la tensión en el aire era palpable mientras la profesora Umbridge dirigía una mirada completamente llena de rabia a Rue, quien permanecía de pie frente a ella, con una expresión fría e impasible en su rostro.

¿La razón? Bueno, todos en Hogwarts con el pasar del tiempo descubrieron algo sobre la pelirroja; las cosas no se resolvian con palabras.

Blaise Zabini, el alumno herido, yacía en una camilla en un rincón de la enfermería, tras un pequeño inconveniente con Rue.

Los estudiantes observaban la escena con preocupación y algunos muy intrigados por descubrir cuál seria el próximo movimiento de Rue.

- Señorita Griffiths, ¿me puede explicar por qué dejó al señor Zabini gravemente herido y no informó inmediatamente a un adulto?- preguntó Umbridge, su voz, chillona, goteando con desaprobación. Pasaron algunos largos segundos y no hubo respuesta de la pelirroja. Una castaña, desde su asiento sentía que su corazón iba a salir de su pecho de lo preocupada que estaba por aquella chica ¿Qué no se podía quedar quieta? Se preguntaba Hermione-. ¡Dígame! ¿Lo agredió porque si?

Rue manteniendo su mirada fija en Umbridge, con su rostro impasible pero su mente alerta habló: Qué exagerada es-. murmuró lo suficiente alto como para que toda la clase escuchara-. Además, déjeme aclararle, señora, que usted está malinterpretando las cosas-. interrumpió el intento de habla de Umbridge.

- ¡¿Señora?!.. ¡Es profesora Umbridge para usted!- declaró comenzando a temblar del coraje.

- Profesora,- pronunció con cierta burla-, le aseguro que solo estábamos practicando. Fue un accidente, no hubo intención de causar daño-, explicó Rue con firmeza y una actuación increíble, esperando que Umbridge entendiera su perspectiva.

La mujer frunció el ceño, su expresión dura mientras escuchaba las palabras de Rue-. Griffiths,- pronunció-, su actit-...

- Ah, señorita Griffiths, para usted- Interrumpió. La clase no se contuvo en reaccionar.

- ¡Usted es solo una alumna! ¡No me corrija! ¡Exijo respeto!

- Está en lo correcto, profesora Umbridge. Pero su usted exige respeto, primero me debe respeto a mi... Yo que usted temeria por faltarle el respeto a una Griffiths.

- ¿Me está amenazando?- cuestionó incrédula, con su rostro rojizimo.

- No, sólo le recuerdo a quien se dirige- dijo desajustando su corbata con simpleza-. Pero por favor, continúe querida profesora- terminó sonriendole falsamente.

- Señorita Griffiths, primero le recuerdo que aquí la maxima autoridad soy yo, ya no está Dumbledore para salvarle el pellejo. Segundo, su actitud de desafío hacia la autoridad y su falta de responsabilidad son inaceptables-, reprendió Umbridge, su voz cargada de irritación

Hermione, quien había permanecido en silencio hasta ese momento, intervino con determinación-. Profesora Umbridge, Rue tiene razón. Estábamos practicando algunos hechizos que se nos complican y el incidente fue un accidente, solo eso. Rue no tuvo intención de herir a Blaise-, declaró Hermione, su tono firme pero respetuoso.

Umbridge giró hacia Hermione, su mirada helada-. Señorita Granger, le recuerdo que mi autoridad no está sujeta a discusión. Tiene que levantar la mano y esperar mi permiso para hablar-, dijo Umbridge, su voz dura como el acero.

Hermione no retrocedió ante la intimidación de Umbridge-. Lo sé, profesora, pero como estudiante de Hogwarts, también tengo el derecho de expresar mi opinión-, respondió Hermione, manteniendo su mirada firme.

La tensión en el aula se intensificó mientras Umbridge y Hermione se enfrentaban en un pulso de voluntades. Rue permaneció en silencio, observando la escena con atención, sabiendo que sus palabras tendrían poco impacto en la profesora.

Finalmente, Umbridge se volvió hacia Rue con una expresión fría y calculadora. -Señorita Griffiths, su falta de respeto hacia la autoridad y su negligencia merecen un castigo más severo-, declaró Umbridge con una voz que dejaba en claro que no habría más discusiones.

Rue, con una sonrisa de burla asintió, preparada para aceptar cualquier castigo que Umbridge le impusiera. Sabía que no ganaría esta batalla, pero estaba decidida a defender su honor y, ahora el de Hermione.

- Como castigo adicional, señorita Griffiths, deberá realizar tareas de limpieza en el castillo durante un mes y presentar un ensayo sobre la importancia de seguir las reglas y respetar la autoridad-, anunció Umbridge con severidad, su mirada fija en Rue.

La pelirroja sostuvo la mirada de Umbridge con determinación, su rostro impasible pero su mente alerta. -¿Por qué debería escribir un ensayo sobre mí misma?, agradezco que sea una de mis muchas admiradores, pero, usted está bastante grandesita para eso, no lo cree?- cuestionó Rue con calma y con una pequeña sonrisa en su rostro, su tono desafiante evidente.

Umbridge frunció el ceño, claramente irritada por el desafío abierto de Rue. - ¡Señorita Griffiths, es una insolente insoportable! Su falta de respeto hacia la autoridad solo resultará en un castigo más severo-, advirtió Umbridge, su voz goteando con desaprobación.

Hermione observaba la escena con preocupación, sabiendo que Rue estaba jugando con fuego al desafiar a Umbridge de esa manera. Sin embargo, admiraba la valentía de aquella hermosa chica al enfrentarse a la mujer.

Rue no se dejó intimidar por las palabras de Umbridge- Profesora, si hay algo que aprendí en Dumstrang, es que no debo aceptar la injusticia sin cuestionarla. Si tengo que enfrentar un castigo injusto, al menos quiero que sea por algo en lo que creo-, declaró Rue, su voz firme y segura.

Umbridge apretó los labios con furia, sintiendo que su autoridad estaba siendo desafiada abiertamente por Rue-. Señorita Griffiths, sus palabras solo demuestran su falta de respeto hacia las reglas de esta escuela. Si se niega a aceptar su castigo, solo empeorará su situación-, advirtió Umbridge, su tono inflexible.

La gryffindor mantuvo su compostura, sin ceder ante la presión de Umbridge. -Entonces, ¿cuál será mi castigo, admiradora número infinito? ¿A qué absurdas tareas me someterá esta vez?- preguntó Rue con sarcasmo, desafiando a Umbridge a imponer su autoridad.

Umbridge la observó con una mirada helada antes de tomar una decisión. -Muy bien, señorita Griffiths. Dado su desacato a la autoridad, su castigo será aún más severo. Además de las tareas de limpieza, también estará suspendida de durante toda una semana sin derecho a nota y reclamos-, anunció Umbridge con severidad, su voz resonando en el aula.

La pelirroja asintió con satisfacción, sabiendo que había logrado su objetivo de hacer enojar a Umbridge. Aunque enfrentaría un castigo más severo, no lamentaba su decisión de desafiar la injusticia y defender sus principios, incluso en contra de la autoridad de Umbridge.

Con la cabeza en alto, Griffiths se retiró del aula sin importar lo que diría la mujer, lista para enfrentar las consecuencias de sus acciones y seguir luchando por lo que creía, sin importar el costo.


































































- Tati Black

𝐈𝐍𝐄𝐗𝐎𝐑𝐀𝐁𝐋𝐄 𝄖𝐻𝑒𝑟𝑚𝑖𝑜𝑛𝑒 𝐺𝑟𝑎𝑛𝑔𝑒𝑟Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum