¿Que pasaría si una mañana te despertases y te dieras cuenta que estás en la cama de tu mejor amigo totalmente desnudo?
Bueno probablemente Jared y Scott tengan la respuesta.
La vida de estos dos mejores amigos que se criaron juntos decide dar un gr...
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Lo único que el pequeño Jared Gray conocía como cariños amistosos eran los golpes e insultos que sus dos "amigos" le proporcionaban.
A pesar de que Nate el niño más bonito del salón y con el que posiblemente podría haber tenido su romance adolescente le había dicho que eso no se consideraba una amistad, él estaba decidido a confiar en estos dos chicos y si en consecuencia tenía que alejarse de él para seguir teniendo la amistad de Guillermo y George lo haría.
—Lo siento Nate, mis amigos dicen que no eres bueno para mí. —giro su cuerpo y se alejó del muchacho que lo miraba sin entender.
Unos pasos más adelante fue sorprendido por Guillermo y George que salieron detrás de unos arbustos aventando globos de agua hacia su rostro.
Jared se sorprendió por lo que al dar unos pasos hacia atrás término cayendo sobre la acera logrando así que sus manos se rasparan.
— ¿Por qué hicieron eso? —pregunto mirando a los que consideraba sus amigos.
—Ay ya, no seas un nenita ¿Quieres? —Guillermo giro los ojos — Fue una celebración, al fin te alejaste de ese maricon. —dijo alejándose tranquilamente.
Jared miro sus manos y noto que de estas goteaba sangre. Soltó un jadeo logrando llamar la atención de George.
— ¿La bebita está lastimada? Tal vez con eso se te valla lo gay —la cara de George detonaba asco, algo que no pasó desapercibido por Jared, sin embargo este decidió ignorarlo, al fin y al cabo eran sus únicos amigos y con los único que podía hablar en la escuela.
Sin mencionar que esto era lo minino, muchas veces los "cariños" de estos adolescentes iban desde gritos, a pequeños empujones para terminar con la cereza del pastel, unas buenas patadas y golpes que dejaban morados escondidos a la vista de las personas ajenas a los hechos.
En casa tampoco eran muy demostrativos, jamás le habían levantado la mano pero tampoco le habían demostrado afecto, por lo que para un chico que vivió toda su vida de esa manera no era fácil distinguir el tan nombrado Bullying con el afecto.
Además de que el pequeño pelirrojo había desarrollado un tipo de apegó hacia estos tratos así que por más que a veces su mente quisiera entender que lo que le hacían estaba mal, solo era cuestión de segundos para que estos pensamientos razonables se esfumaran.
Tiempo después estos chicos fueron suspendidos de la institución por golpear brutalmente a un estudiante de otro salón por tener un estilo de vestir más afeminado que el del resto de muchachos.
Jared se enteró de la noticia al otro día por qué toda la escuela hablaba sobre eso, sin mencionar que las miradas para nada discretas que le dirigían al haber sido parte de ese grupo se notaban a distancia.
Sus amigos escolares jamás se despidieron de él y no volvió a saber de ellos. De alguna forma esta fue la mejor solución, al pasar el tiempo entendió que no eran verdaderos amigos y que solo lo tenían para burlarse de él. Entendió que los golpes y gritos que había recibido de estos no eran los cariños que él creía. Había sido víctima de bullying sin ni siquiera darse cuenta.
Jamás se lo contó a nadie, ni siquiera a Scott su mejor amigo de toda la vida y al que no le ocultaría ningún secreto. Aprendió a sobrellevar el dolor de abrir los ojos y salir del pozo por sí solo.
El tiempo siguió pasando y con ello la secundaria termino dándole la bienvenida a la tan esperada universidad que le abrió las puertas para conocer a nuevas personas y descubrir que el mundo no era tan malo como pensaba, pudo salir abiertamente del closet sin tener miedo y le importaba poco si era juzgado por los demás, tenía personas que lo apoyaban y eso era más que suficiente.
