Since that night

14|Sorpresa.

9 de Agosto.

Scott se levantó esa mañana más emocionado que cualquier otra persona, tenía la idea perfecta y no pensaba perder ningún minuto en cumplirla.

Primero debía ir al shopping a conseguir el regalo de cumpleaños de Jared y averiguar los precios de la decoración o alguna decoradora, luego volver a casa para llenar las invitaciones así poder enviarlas sin más retraso.

Estaba muy emocionado con este plan, pensaba que a Jared le encantaría la sorpresa.

Lo primero que hizo luego de poner un pie fuera de la cama fue dirigirse hacia el baño para tomar una buena ducha, abrió el grifo y dejo que el agua cayera sobre su cuerpo quitando todo germen que pudiera haberse quedado en su piel durante la noche.

Al salir se vistió con unos leggins un poco básicos y una camisa suelta. Al terminar de arreglarse bajo a la cocina para desayunar, un jugo de naranja sería lo mejor para mantenerlo despierto.

10:30 AM

—Ya es tarde es mejor que vaya saliendo. —hablo para sí mismo.

Habían quedado con Jared de verse en el Shopping a las 14:30 para almorzar juntos, por eso ir a hacer esas diligencias y luego reunirse con el mayor, le quedaba como anillo al dedo.

Al llegar al lugar paso primero a ver las decoraciones, luego de ver qué no tenía ni la más mínima idea de que comprar para que el salón quedará bonito, decidió mejor dirigirse a una empresa de decoraciones.

—Entonces... ¿Qué estás buscando? —pregunto la señorita delante de él, luego de haberle mostrado todas y cada una de sus opciones.

—Bueno, no lo sé —contesto.

—Supongo que debe importarte mucho como para que estés haciendo esto, dime cómo te sientes con él, cómo es esa persona.

—Bueno... Él es alto, tiene el cabello rojo —comenzó a describir a Jared. La imagen de el vino a su mente instantáneamente. —Le gusta mirar las estrellas, su color favorito es el azul, ama el océano y los peces, a pesar de eso odia los delfines.

Soltó una pequeña risa y recordó las veces que se escaparon de casa para ir al pequeño planetario del pueblo, la ves que fueron a la tienda de mascotas a comprar un pez pero no pudieron comprarlo por qué debían tener la autorización de un mayor.

Al cabo de un rato la dama pudo mostrarle la idea perfecta, el moreno quedó encantado con ella y salió feliz de las oficinas.

¿El siguiente paso? Comprar un regalo perfecto.

"Media hora más tarde"

— ¿Por qué es tan difícil escoger un regalo. —se dijo para sí mismo, mientras seguía mirando las vidrieras del centro comercial.

Realmente esa era la pregunta perfecta, él conocía a Jared mejor que nadie, sabía sus gustos y disgustos al pie de la letra, siempre había podido comprar regalos perfectos que al pelirrojo le fascinaban. ¿Entonces que era diferente está vez? Ni siquiera él lo sabía, nada le parecía adecuado, a todo le encontraba algún defecto.

Tal vez era por qué en aquel entonces Jared y el solo eran mejores amigos, en cambio ahora eran más que eso y por eso su regalo debía ser mejor que todos los anteriores.

Después de buscar y buscar lo encontró, era sencillo, demasiado a decir verdad, pero para él, era lo más especial del mundo. En la tienda le habían dicho que tardaría en estar listo, así que debía venir a buscarlo un día antes del 15 de agosto el día del cumpleaños de Jared.

Al llegar la hora simplemente se juntó a almorzar con el mayor e hizo todo lo posible por no revelar su plan.

12 de Agosto.

—Te estoy pateando el trasero.

—Solo te dejo ganar. —contesto el moreno balanceándose de un lado a otro como si realmente estuviera manejando el auto que veía en la pantalla.

Los ruidos de la consola de juego eran demasiado fuertes, apenas si podían escuchar sus voces, sin embargo el hecho de tenerse uno al lado del otro era suficiente para tener sus corazones calmados.

—Falta poco para tu cumpleaños ¿Planeas algo? —pregunto el moreno sin dejar de ver la pantalla. Un silencio lleno la habitación. — ¿Jared? —volvió a llamar, pero girando hacia el susodicho que se había quedado mudo.

Jared se encontraba de un tono rojizo le daba pena preguntar y es que se sentiría realmente avergonzado si el moreno contestaba que no. Barrio el lugar con sus ojos escapando de la mirada interrogatorio de Scott, observo los autos de colección que se encontraban en una estantería de la habitación, diviso el tacho de la ropa sucia y hasta logro ver una pequeña pelusa que se escondía detrás de la pata del mueble de la tele. Hasta que al fin la vio, esa vieja foto de cuando se graduaron de la secundaria, los dos llevaban el uniforme de la misma y una sonrisa adornada sus rostros.

Soltó un suspiro y tomo el valor que necesitaba para girar y hacer la dichosa pregunta.

—Scott. —dijo. El moreno levanto las cejas y espero que el muchacho volviera a hablar. —Bueno... yo quería saber si, ¿te gustaría salir a cenar el día de mi cumpleaños? —el rostro del moreno puso una expresión de calma, sin embargo en menos de un segundo esta cambio a tristeza.

—Lo siento Jared. —el pelirrojo no entendía por qué le pedía disculpas. — Me gustaría salir pero justo esa noche tendré una cena... con una amiga. —comento dudoso de la reacción del futuro cumpleañero. Sin embargo era lo que debía hacer para continuar con la sorpresa.

Jared dejo caer sus hombros y con un poco de decepción decidió aceptar la respuesta del contrario quería salir con el sin embargo no podía hacer nada para que este cambiara de opinión.

—No te preocupes podemos cenar en otra ocasión.

El pelirrojo se encontraba triste al escuchar esa respuesta pensó que Scott aceptaría sin dudar, pero estaba completamente equivocado.

Scott por el contrario ya se encontraba en la etapa final de su plan, había enviado las invitaciones a algunos amigos de su infancia y a los amigos del trabajo de Jared, hace un día había ido a ver el salón donde sería el evento. También había quedado de acuerdo con Cristian para ser este el que distrajera a Jared y luego lo llevará al lugar indicado. Se encontraba totalmente ansioso de no meter la pata y echar a perder la sorpresa.

Por notable aviso del moreno, Cristian llamo en ese momento a Jared y lo invitó a salir el día de su cumpleaños, diciéndole que se juntarían con los demás del trabajo y la pasarían bien.

El pelirrojo acepto con duda ya que aún esperaba que el moreno por alguna razón divina cambiara de opinión, pero este otro se encontraba bastante interesado en lo que escribía en el celular.

Serían días bastantes agotadores para los dos, uno con sus pensamientos metidos en la fiesta y el otro pensando que había sido desplazado totalmente.