Capítulo 1: ABBA✨

72 9 54
                                    

~🖤~

Caminaba a pasos apresurados por las calles de la ciudad, llevaba puesto una sudadera con capucha y lentes oscuros.

Todos me miraban extrañados por mi atuendo; pero no me importaba, necesitaba llegar a tiempo antes de que el evento culminará.

Ya había sido suficiente. Mía seguía viéndose con Diego aún cuando le advertí que se alejara.

Ya habían pasado varios meses desde ese suceso. Luego de ahí tuve que ausentarme de la ciudad pues era peligroso estar ahí ya que la policía estuvo cerca de atrapar a mi Jefe, pero no lo consiguieron y luego de meses el asunto quedó olvidado y entonces es cuando pude volver.

Hace apenas unos días que llegué y Santiago me puso al tanto de todo lo que había estado pasando.

Ahora me dirigía a la iglesia a la que ella asistía. Tenia planeado esperar a que terminara el servicio y luego seguir a Mía y a Diego y cuando ella no estuviera cerca atacarlo a él.

No podía permitir que ella se enamorara de él. Ella tenía que volver conmigo si o si. No me importaba lo que tuviera que hacer con tal de lograr lo que quería.

Muy tarde me había dado cuenta de que En serio sentía algo fuerte por Mía, pero ahora no descansaría hasta tenerla solo para mi.

Al llegar a la iglesia, me senté en los últimos asientos tratando de pasar desapercibido. Estaban cantando y alguna que otra persona brincaba.

Reí.

<que perdida de tiempo, alaban a alguien que no pueden ver>

Parado y cruzado de brazos, esperaba a que llegara el final.

Ahí arriba en el altar, creo que así se llama ese lugar de enfrente, logré divisar a Mía. Se veía tan linda con sus cabellos rizados y su hermosa sonrisa. Que pena que estuviera envuelta en ese mundo religioso.

Luego que terminaron de cantar, un hombre se puso de pie y comenzó a hablar sobre no se que, la verdad no le puse atención a nada de lo que dijo porque había salido afuera y volvi a entrar cuando él terminó de hablar.

— ¡Ahora estaré dejando lugar a nuestro líder del grupo "Luz en la Oscuridad"! — exclamó a través del micrófono, luego bajo del altar.

Todo el lugar se inundó de aplausos.

El chico que si no mal recuerdo se llama Dan, sostenía su guitarra, se paró frente al micrófono y comenzó a hablar.

— Dios los bendiga a todos en esta hermosa noche.

— Amén — respondieron los presentes al unísono.

— Este día es un día especial para todos, en especial para mi y los integrantes de nuestro grupo musical...Aunque como ya saben, uno de nuestros integrantes: Lucas, se nos ha adelantado pero creemos que ahora esta con Dios...

Hizo una pausa mientras con su mano tapaba el micrófono y suspiraba.

Rodé los ojos. Aquí es donde se ponía a hablar de Dios y no se que más cosas. Pero seamos sinceros; si Dios existiera Realmente, no habría dejado que ese amigo suyo muriera de Cáncer o que el bebé que iba a tener muriera.

<que gran Dios es ese, deja morir a las personas>

Como a mis padres. Ellos le servían y ¿para qué?

Dan Miró hacia el techo y volvió a hablar.

— Dios ha sido fiel con cada uno de nosotros. El año pasado, fue un año de muchos procesos en mi vida y creo que en la vida de cada uno de mis compañeros también. Como muchos saben, junto a mi esposa perdimos a nuestro primer hijo...
Fue difícil salir de eso, pero Gracias a Dios hoy estamos de pie y nuestra fe permanece firme en la roca que es Cristo...
Pudimos ver y experimentar la fidelidad de Dios en cada momento de nuestras vidas...porque Dios es fiel no importando las circunstancias que nos rodean...

DE REGRESO A CASADonde viven las historias. Descúbrelo ahora