Oмєgαcємвєя 2023 Ƭσмιє X Sσυιcнι

Capitulo 14: Prendas con aroma.

El entrecejo de Tomie se frunció con preocupación mientras terminaba de cepillar su cabello frente al espejo. Observaba a través del espejo en la ventana cómo la fuerte lluvia caía implacablemente. Esa noche, tenía planeado ir a quedarse en la casa de los Tsujii, como tantas veces habían hecho antes, para ayudar a su pareja en sus estudios. Sin embargo, un giro inesperado arruinó sus planes y le impidió cumplir con su compromiso.

Tomie suspiró con resignación, sintiendo una mezcla de desilusión y tristeza. Sabía que Souichi había estado esperando su llegada con ansias, y ahora tendría que cancelar su cita de estudio. Pero eso no era todo lo que se había visto frustrado esa noche. Además, sería la primera vez que ambos dormirían juntos, sin más compañía que la de ellos mismos. Era un momento especial que ahora se veía opacado por las circunstancias.

La omega dejó el cepillo sobre la mesita y se acercó a la ventana, observando cómo las gotas de lluvia golpeaban el cristal. El sonido monótono y rítmico parecía reflejar su estado de ánimo en ese momento. Tomie se recostó contra el marco de la ventana viendo todo oscuro ni la luna se asomaba.

Tomie suspiró con pesar y pensó para sí misma: "Lo siento, pero será otro día". Caminó hacia el armario, decidida a cambiar su ropa. Sacó su camisón suave y cómodo, sabiendo que se iría a dormir temprano esa noche. No tenía ánimo de ver la televisión ni de escuchar algún programa de radio. Solo quería descansar y dejar atrás la frustración del día.

Tomie se desvistió y se puso el camisón, sintiendo cómo la tela suave rozaba su piel. Con paso lento y cansado, se dirigió hacia su cama y se acostó, buscando desesperadamente una posición cómoda para dormir. Se removió incómoda durante varios minutos, tratando de encontrar la postura perfecta que aliviaría su inquietud.

Los minutos parecían pasar lentamente, haciéndole sentir a Tomie como si fueran horas. La frustración y la decepción seguían pesando sobre ella, impidiéndole encontrar la tranquilidad necesaria para conciliar el sueño. En su frustración, golpeó los costados de la cama con frustración. Sabía que necesitaba descansar para enfrentar un nuevo día, pero sus emociones se interponían en su camino.

Tomie se sentó en la cama, suspirando profundamente. Sabía que no podía quedarse ahí, agotada y atormentada por los pensamientos negativos. Se levantó decidida, decidida a encontrar una manera de calmar su mente inquieta y finalmente poder descansar.

Tomie caminó lentamente hacia el escritorio de su habitación, sintiéndose aún inquieta. Sacó una revista que había comprado días atrás y se sentó, pasando página tras página mientras leía los consejos de belleza que claramente no necesitaba. En medio de la lectura, se encontró con algunas fotos de ella misma en la revista. Sin embargo, incluso eso no logró hacer que el sueño se apoderara de ella.

Respiró profundamente, sorprendiéndose al percibir un aroma familiar en el aire. Inhaló nuevamente, dejando que el aroma llenara sus sentidos. Era un olor reconfortante y cálido, algo que le resultaba extrañamente reconfortante en ese momento. Tomie sintió a su omega interno aflorar, experimentando una tristeza que no había sentido en mucho tiempo. Era evidente que necesitaba a Souichi, su alfa, su compañero. Anhelaba su aroma envolvente y los fuertes abrazos que él le daba cuando se veían.

Sus ojos se iluminaron por un momento al recordar algo importante. Recordó que su alfa le había dejado algo en sus manos en una ocasión anterior. La emoción se apoderó de ella y corrió nuevamente hacia su armario, casi tirando la ropa que guardaba en su camino. Entre la montaña de prendas, finalmente encontró una camisa. Era una prenda sencilla, pero estaba impregnada con el distintivo aroma de Souichi. Tomie sonrió al sentir el olor familiar y reconfortante.

Con cuidado, Tomie caminó de regreso a la cama y se recostó. Colocó la camisa sobre su pecho, de modo que el aroma de Souichi se mantuviera cerca de ella. Era como si estuviera abrazando su esencia, sintiéndose más cerca de él incluso en la distancia. Con la prenda cerca de su corazón, se dejó llevar por la calma que poco a poco se apoderó de ella.