13. Propuestas inesperadas

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—¿Esperaste demasiado?

Seokmin dejó de beber de su copa de agua y alzó la mirada, encontrándose con la chispeante de su amiga. Rodó sus ojos pero aún así sonrió socarrón.

—Ya te lo dije, comienzo a acostumbrarme a tu tardanza innecesaria.

La rubia frunció su ceño y resopló por lo bajo, indignada. ¿Qué clase de amigo tenía?.
Aunque ella no era la mejor, pensó con fugacidad, ocupando el asiento frente al más bajo con destreza bien enseñada y natural en ese punto de su vida.

—Eso fue bellaco de tu parte, ya no tardo tanto.— aseguró en un tono falsamente lastimero.

—Siete minutos esta vez, pero vas mejorando.— señaló con diversión, volviendo a beber de su agua.

MinHee rodó sus ojos con fastidio ligero—.
No seas como Joshua, por favor. Terminaría volviéndome loca.

Seokmin enarcó una ceja ante la mención de su prometido, pero principalmente por el hecho de haber notado un atisbo de crispación en el tono dulzón de su contraria.

—Eso fue rudo de tu parte— informó cuando sus miradas se encontraron—. Creí que no era tan malo como aparentaba.

MinHee se vislumbró confundida por sus palabras y segundos después, la comprensión iluminó su rostro de facciones definidas pero suaves. Y el arrepentimiento se filtró en dicha iluminación.

—No me refería a eso.— musitó luego de haber carraspeado—. Están pasando más tiempo juntos y no quiero que se te peguen sus manías.

«¿Más tiempo juntos?», el de cabellos rosas quiso reírse. Trataban más con el otro, eso era cierto e innegable. Pero no estaban pasando "más tiempo juntos". Si lo comparaba con los primeros años, podía interpretarse de esa forma. Por supuesto. Pero no había porque exagerar los hechos, eso sería osado y desacertado.

Además, la última vez que pasaron "más tiempo juntos" fue cuatro días después de la fiesta despidiendo a la primavera. Y todo porque MinHee insistió que fuera a ayudarla con su pronunciación en inglés. Y de casualidad él y el moreno se toparon en la entrada. Se saludaron y cruzaron un par de torpes palabras sobre cómo estaba el otro y ya. Después de eso se disculparon y huyeron por sus respectivos caminos.

Y eso había sido hace dos días. El mejor tiempo de calidad que habían pasado nunca.

—No se me van a pegar sus manías. Yo ya tenía una con respecto a la impuntualidad.

—Se te pueden pegar otras.— replicó la princesa con diversión fingida—. Su mal carácter, por ejemplo.

—Ya tengo uno. Y tú también.

MinHee se mostró ofendida y meneó su cabeza con ligereza, exagerando el hecho de que no pudiera creer lo que había dicho.

—No es así de malo.

—Perspectivas.— musitó al encogerse de hombros.

—¿Qué significa eso?

—Que perspectivas son perspectivas.

—Tan sabio como siempre, Seokmin. Te envidio.

Bromeó y ambos rieron.

Seokmin agradecía que su amiga hubiera aceptado cenar con él, principalmente que hubiera accedido a ir hasta Incheon. Ella nunca se oponía y las pocas que había ido, siempre expresaba que no era problema y sus piernas necesitaban estirarse. Aunque fuera en auto, sus piernas necesitaban estirarse.

Además y ahora que pensaba en eso, ser realeza en serio era un tema serio. No podían ir a muchos lugares ni mucho menos podían pasar demasiado tiempo en las calles. No era recomendable y uno nunca sabía con quién podía toparse. Por lo que sus "sitios de interés" eran reducidos.

Real engagement - SeoksooWhere stories live. Discover now