Un dolor de cabeza molesto apareció en el Alfa. Gruño bajo ante el malestar.

- Odio los dolores de cabeza - Gruñó - Me trae malos recuerdos.

Abrió los ojos y noto que la luz en aquel lugar era tenue, muy escasa. Trato de adaptarse aquel ambiente algo frío, demasiado oscuro y extraño. Veía el techo y no había nada llamativo, ladeó la cabeza y comenzó a observar a su alrededor.

Justo a su lado derecho, estaba su bonito Omega. Sonrió aliviado al verlo bien. Aún parecía estar inconsciente, estaba sobre una camilla y tenía sus manos esposadas a esta, observo las suyas y noto lo mismo. Al hacer un movimiento brusco, gruño de dolor por su hombro lastimado.

Se dió cuenta que le habían sacado la bala y lo habían curado, aunque no tan bien por lo visto, pero no le dió importancia, lo único que a él, le interesa es saber que su bonito Omega este bien. Ahora solo debe esperar a que sus jefes lleguen pronto, de acuerdo al plan.

Mientras tanto, él comenzará su parte del plan. Comenzó a intentar mover sus manos, a pesar de tener una de estas esposada a la cama, no le dificultó mover la otra, registro en los bolsillos de su pantalón y lo encontró. Un broche tan sencillo e inofensivo debía servir.

Comenzó introducir aquel broche en las esposas hasta escuchar el click que él quería. Alrededor de un minuto después, intentando, logro escuchar y la esposa se abrió. El Alfa sonrió y entonces pensó en dar inicio, debía salir de ahí antes que los malditos locos los encuentren.

Se levantó de la camilla y se acercó a Tae. Acarició el cabello de su hermoso chico y lo sintió un poco frío, por el pesado clima de aquella sala. Cuándo pensó en buscar una frazada y se giró para ir a un armario cercano, Jeon se quedó estupefacto.

No podía creer lo que veía. Llevo sus manos hasta sus ojos y los refrego, creyendo que estaba viendo mal, cuando enfocó su vista nuevamente. Entonces lo vió y supo que no era producto de su imaginación.

- Detective Kim Namjoon... - Susurro.

Jungkook se acercó aquella camilla y con asombro aún plasmado en su rostro, llevó su mano hasta el brazo del Alfa inconsciente. Al tocarlo, soltó el aire que no se dió cuenta, estaba reteniendo.

- ¿Cómo demonios es que está vivo? - Susurro para sí mismo - Esto... Debe ser una maldita broma.

Jungkook escuchó un quejido detrás de él, se volteó y vió que Tae estaba reaccionado. Rápidamente se acercó aquel armario, encontró una frazada caliente y pronto estaba al lado de Tae. Lo arropó y le susurraba bajo, para que no se alterara.

- ¿Kook? - Tae se sentía desorientado - ¿Qué pasó? - Pregunto aterrado al verse en un lugar algo oscuro.

- Nos secuestraron cariño. Pero es una larga historia y antes de que hagas preguntas, necesito que hagas lo que te pido para poder salir de aquí, ¿Confías en mí? - El Alfa susurro al Omega y este aún sin comprender nada, asintió.

- Confío en ti... Prométeme que nos sacarás de aquí - El Omega tenía sus ojitos llorosos.

Solo recuerda haber salido del edificio en busca de Jungkook para decirle que lo ama, que lo perdona por lo tonto que es y que lo perdone a él también por los miedos que su corazón guarda. Pero entonces solo sintió como un pañuelo era puesto en su nariz que lo adormeció demasiado pronto y no recuerda más. Hasta ese momento.

- Prometo sacarte de aquí bonito. Los jefes deben estar preparándose para el plan. Pero mientras tanto, nosotros debemos buscar la forma de salir de aquí.

El Omega asintió y vió como el Alfa comenzaba a soltarlo de aquellas esposas y luego lo abrigaba con una frazada.

- Ahora escucha mi cielo. No estamos solos y no creo que podamos irnos sin... Él - Se hizo a un lado y mostró el otro lado de la habitación.

🚬 ENTRE DOS ALFAS 🚬 ~YM~ ||Omegaverse||Where stories live. Discover now