Capitulo 41

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Abrí los ojos y mire a mi alrededor, estoy en mi habitación, en mi cama, en mi preciosa realidad y no en ese pasado tan horrible del que creí que jamás saldría.
Estoy sudando de una forma espantosa, ¿Y cómo no? Soñar con el pastor Gabriel es lo peor, solo no quiero volver a verlo ni siquiera en mis sueños.
Tomé mi celular y mire la hora, tres de la mañana, carajo, ¿Ahora qué hago? Ni loca vuelvo a dormir, no voy a poder, al menos no sola.
Me levanté con cuidado y salí de mi habitación, así que tratando de no hacer mucho ruido abrí la puerta de la habitación de Christopher y volví a cerrarla del mismo modo una vez que entre, me acerque a su cama y lo vi dormir tan plácidamente, gracias al cielo había un espacio en donde yo quepo perfectamente, abrí las sábanas y cuando estuve a punto de entrar sentí como tomó mi mano, me jalo y me hizo caer en la cama de modo que él pudo colocarse arriba de mí, evite gritar, pero definitivamente el susto que me metió fue horrible.

- ¿Qué carajo? - Pregunté alterada pero sin alzar la voz.
- Eres tú, lo siento, me asustaste - Mencionó.
- Claro, tanto como tú a mí -.

De inmediato soltó mis muñecas, que había tomado hace unos momentos para evitar que me defendiera, y se quitó de encima mío.

- Estás completamente loco - Dije en tono molesto y mirándolo.
- Disculpame muñeca, de verdad no imaginé que fueras tú, son las tres de la mañana, nunca me visitas tan tarde, además, estaba soñando feo y me quedé traumado con eso - Explicó.

Negué con la cabeza y decidí olvidar lo que pasó.

- ¿Haz venido por un polvo? - Preguntó juguetón, a lo que reí.
- En realidad me gustaría, pero no, no he venido a eso - Aclaré.
- ¿Entonces? - Me miró curioso.
- Si te cuento, ¿Prometes no reírte de mí? - Inquirí.
- Lo prometo - Afirmó.

Solté un suspiro y asentí.

- Soñé horrible, un recuerdo con el pastor Gabriel, ese hombre que rige todo en el pueblo -.

Christopher me miró curioso y seguidamente me abrazo.

- No fue un sueño, tu subconsciente trajo un recuerdo y te lo plasmó de esa manera, ¿Quieres contarme de qué se trata? -.

Asentí y recargue mi cabeza en su hombro, entonces comencé a contarle todo.

- Solo un tipo tan imbécil como él es capaz de decir semejante estupidez, por favor, ¿Qué mierda tiene en la cabeza? Me enoja tanto que la gente tenga pensamientos tan tontos como ese, ¿Mujer de verdad? Carajo, ¿Necesita ver una puta vagina para confirmarlo o cómo? - Comento enojado, mucho, de hecho.
- Así es todo el mundo en el pueblo, tan retrógrada, tan tontos para seguir lo que ese señor dice, lo que no me explico es ¿Por qué carajo tuve que soñar con él? ¿Qué mierda significa eso? Ese señor no tiene relevancia en mi vida, no quiero saber nada de él, no tiene relación con nada de lo que ahora sucede en mi vida, ¿Qué pasa entonces? -.

Mil dudas me invaden, pero como siempre, no tengo respuestas claras, no sé que pensar, no sé a quien acudir, ¿Qué tiene que ver ese tipo conmigo?

- Ya no pienses en eso, no tiene nada de importancia, no tiene porqué afectarte, a veces son cosas que pasan y debemos aprender a vivir con ello, olvídalo muñequita, todo va a estar bien, solo fue un mal sueño que estoy seguro de que no tiene porqué repetirse -.
- Eso espero, de verdad lo deseo, me da miedo de alguna forma, en mi sueño eso se veía horrible, era como un ritual donde la ofrenda era yo - Seguí contando.
- Tranquila, ven, acuéstate conmigo, yo voy a velar tu sueño, aunque mañana vas a tener que compensarlo con un buen oral - Dijo divertido.
- De acuerdo, estoy dispuesta a pagar el precio - Mencioné entre risas.

Ambos nos acomodamos en su cama, él me pego a su cuerpo y me abrazo, honestamente me siento mucho mejor así, ahora siento que tengo compañía y que eso puede ayudar a que nada más tenga que interrumpir mi valioso sueño con gente completamente irrelevante y loca para mí, que cosas más raras llegan a mi mente.

|Tiempo después|

Las cosas en todo aspecto parecían bastante tranquilas, la universidad ahora ocupa la mayor parte de mis pensamientos, eso me frustra porque debo dormir para soportar el día siguiente, lo que implica decirle que no al sexy cuerpo de Christopher y las maravillas que su miembro, boca y manos saben hacer, me estoy volviendo loca pero no tengo alternativa, o voy bien cogida a clases, o bien estudiada para responder correctamente los exámenes, me encantaría elegir la opción uno, pero mi futuro va primero.

- ___, ven un momento - Gritó Lisa desde la planta baja.

Así que salí de mi habitación y llegué al living, en donde Lisa y Christopher me miraban preocupados, lleve la mirada a dónde ellos la tenían y mi pulso se aceleró, no otra vez, por favor ya no.

- ¿No había quedado este tema resuelto? - Preguntó confundida.
- Parece que no -.

Tomé la estúpida nota que acompañaba al enorme arreglo de flores y la leí en voz alta.

- La belleza de las flores jamás podrá compararse con la belleza de tus ojos, de tu sonrisa, de todo lo que te hace ser tan especial, espero con locura verte pronto, eres un detalle que no me quiero perder -.

Dios, que miedo da esta persona con todas las cosas que dice, no sé cuánto más podré estar así.

- Estoy harta, ésto no está bien - Dije mirando una y otra vez la nota.
- Pero, ¿No ya había quedado arreglado? - Lisa volvió a preguntar.
- No Li, parece que nada puede arreglarlo, no al menos que ese tipo se canse y me quiera dejar en paz, es que, no sé que hacer - Comenté desesperada.
- Deberíamos levantar una denuncia por acoso, pero ni siquiera sabemos quién es la persona - Intervino Christopher.
- Eso es lo que más me aterra, ¿Quién cree que ésto es divertido y qué me gusta? -.

Un maldito loco seguramente.
Ni siquiera he tenido oportunidad de llevar acabo el maravilloso plan de Chris para enviarle a ese sujeto el mensaje de que quiero que me deje en paz.

|Sacrificio Sexual| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora