|Sacrificio Sexual| Christopher Vélez

Capítulo 38

Erick y Lisa volvían hoy de aquel campamento, hoy la realidad volvía, hoy las salidas y visitas al cuarto de Christopher debían moderarse, al menos debían ser discretas, su hermana de regreso haría que las cosas vuelvan a ser tan secretas como antes, claro que las disfrutaría más, ¿Y cómo no? Ahora corremos el riesgo de que alguien nos descubra.

- Ya sabes, volviste hace poco - Le recordé.
- Tranquila muñeca, Lisa ni siquiera se dará cuenta de que ese culo está más redondo desde que te ejercitas conmigo -.

Reí y negué con la cabeza.

- Que bueno que lo notes, así sé que se te antoja más -.
- ¿Y cómo no? Estoy ayudando a que se vea igual de hermoso que cuando te conocí, quiero probar lo que he creado -.
- Y lo harás, claro que lo harás - Aseguré.

De repente se escuchó como el claxon de un auto fue tocado, Lisa ya estaba aquí.
Tomé por el cuello de la camisa a Chris y lo acerque a mí para poder besarlo profundamente por última vez, al menos estas horas.

- Carajo, ¿Por qué lo haces cuando ella llega? Lo vas a despertar y tendrás que volver a dormirlo - Dijo tomándome por los glúteos y pegándome a él de tal manera que su miembro hacia presión contra mi pelvis.
- No hagas eso, quiero que vuelvas a cogerme tan duro como la primera vez -.
- Vete ahora muñeca, no pienso resistir más tiempo así -.

Lo besé una vez más y me solté de su agarre cuando escuchamos la cerradura moverse, corrí a mi habitación y me encerré, es hora de bajarme la calentura y actuar como si este tiempo enferma lo hubiera pasado en mi cama sola y no cogiendo día y noche con el hermano de mi mejor amiga.

- ¿Adivina quién volvió? - Lisa gritó con felicidad abriendo mi puerta.

Me levanté de la cama y dejé mi celular a un lado, entonces con total alegría la abrace, claro que la extrañe.

- Que bueno que estás de regreso Li, te extrañe mucho -.
- Yo a ti amiga, mucho, nada fue tan genial sin ti -.
- Ya habrá otra oportunidad para ir juntas, lo prometo -.
- Está bien, era más importante tu salud, ¿Cómo te sientes? - Preguntó.
- Mucho mejor, me sirvió demasiado descansar sin la incómoda presencia de tu hermano - Dije haciendo una mueca graciosa.
- Sí, me dijo que regreso hace poquito -.
- Para mi desgracia, pero bueno, estos días sin él fueron lindos - Mentí.
- Me imagino, ojalá actúe más maduro -.
- Lo dudo Li, lo dudo -.

Así como también dudo que Lisa se de cuenta de que realmente su hermano no se fue y yo tampoco me enferme.

- ¿Qué te parece si vamos a comer alitas? No sabes como se me antojan, yo invito - Propuso.
- Vale, me parece, pero ¿Irá Christopher? - Cuestione.
- ___, es comida, no me dirá que no -.
- Bueno, vamos - Terminé aceptando.

Tome mis cosas y sin más ambas salimos de mi habitación para encontrarnos con Christopher, quien se veía muy feliz y coqueto como siempre.

- ¿Qué estuviste haciendo todo este tiempo sin mí? - Le preguntó a su hermano.
- ¿En serio quieres saberlo? - Inquirió burlón.
- ¿Tu miembro no ha explotado? Waw, que cochino eres Christopher -.

Yo reí bajito evitando que ella me viera, sin embargo, Christopher dejó salir una carcajada.

- Ay hermanita, si ya lo sabes no sé para que preguntas - Le dijo pareciendo obvio.
- Tenía la esperanza de que dijeras algo distinto -.
- Estuve con una mujer que tu cabecita no se imagina lo que sabe hacer - Afirmó.

De inmediato mi rostro se torno rojo cuando discretamente Christopher me miró burlón y con ese deje de coquetería.

- Me mantuvo tan bien atendido y ocupado que no necesite volver, aunque extrañaba a tu linda amiga - Me guiñó el ojo y le puse mala cara.
- Deja a ___ en paz Christopher, con razón estaba tan feliz de que tú no estuvieras - Dijo Lisa.
- Sí claro, me lo imagino, pero deberá soportar un poco más porque todavía no encuentro departamento -.
- Pues apresúrate, porque te estás tardando - Dije.
- Vamos ojiazul, dime qué no disfrutas viéndome, podría salir sin camisa para que lo goces más -.

Este hombre tiene el don de hacerte enfadar rápidamente, definitivamente tengo ganas de mandarlo lejos porque a pesar de que sea broma, yo sé que lo hace con todas las ganas de molestarme.

- Ya te lo he dicho antes, para ver miserias prefiero quedarme con las ganas - Dije completamente en mi papel de indignada, miserias no son lo que ese hombre tiene entre las piernas.
- No cariño, miserias no, no te engañes porque desde el día en que nos conocimos pudiste darte cuenta de que esa lengua tuya miente - Aseguró.
- Christopher basta, deja a mi amiga en paz, eres un cochino que no tiene filtros, basta de molestarla con eso - Me defendió Lisa.
- Hazle caso a Lisa, porque dicen que de lo que tanto presumes careces -.

Christopher rió y negó, ya verá más tarde, voy a negarle todo por su estúpido juego.

- Está bien, por hoy fue suficiente, pero recuérdalo hermosa, vivimos juntos -.
- Ya cierra la boca por favor - Pedí poniendo los ojos en blanco.
- Teníamos toda la intención de invitarte a comer, pero - Christopher la interrumpió.
- Pero nada, la comida es algo que no se le niega a nadie, así que claro que acepto ir con ustedes - Dijo con una sonrisa.
- Solo trata de no abrir la boca mas que para comer, porque al paso que vas, seguramente te atragantas con tanta estupidez que hablas - Dije mirándolo.
- Descuida preciosa, la comida será solo eso, comer y nada más -.

(...)

Gracias al cielo Christopher cumplió su palabra, no hubo más que plática amena entre Lisa y yo, ella nos contaba que tal la había pasado en el campamento, por lo que decía había estado bastante divertido, sin embargo, y siendo muy honesta, definitivamente no lo cambiaría por todo lo que pude vivir este tiempo, Christopher en mi cama y en todas partes conmigo, además, Evan se ha sumado también, ¿Qué puede ser mejor que el sexo? Podría sonar horrible pero sinceramente fue mejor evitar todo eso romántico que Erick se ha creado en la cabeza conmigo, una cosa más que debo aclarar, porque no se me olvida que espero con ansias que un regalo vuelva a llegar para decirle de una vez por todas a esa persona que me deje tranquila.