Un Futuro Diferente

Capítulo 18

— Vamos Hank. Sólo tú puedes hacerlo — Animó Howard.

— No puedo. Si voy a otra misión no sé qué pasará, ya perdí a Janet — Dijo totalmente frustrado — Además... No puedo dejar sola a Hope — Agregó.

— La niñera puede cuidarla — Solucionó el pelinegro cuyo cabello se volvía lentamente blanco con el pasar de los años.

— Howard — Reprendió Peggy a su esposo — Debes ser más empático con las personas — Regañó.

— Lo siento. Tienes razón — Suspiró el mayor antes de acercarse a su amigo. Ese mismo joven que años atrás había iniciado sus proyectos en Shield, se había enamorado de su compañera Janet, se había casado y formado una linda familia a su lado convirtiéndose en padre de una niña llamada Hope — Eres mi amigo, te estimo mucho y lamento profundamente lo que sucedió con Janet. Pero Janet también era mi amiga y estoy seguro de que no le gustaría que te derrumbaras así Hank — Dijo poniendo una mano en su hombro.

— No estás solo. Nosotros te ayudaremos en todo lo que podamos, a tí y a Hope. Es lo menos que podemos hacer — Peggy reafirmó el agarre de Howard en el hombro de Hank posando su mano sobre la de él.

— Gracias — Sonrió el menor.

Para el final del día, Hank decidió tomar la misión en memoria de Janet, la mujer que siempre le infundió valor para seguir adelante y hacer sus sueños realidad. Hope se quedaría en la mansión Stark al cuidado de sus amigos mientras su padre se volvía Antman una vez más.

— Tony ¿Te acuerdas de Hope? Se quedará con nosotros un par de semanas — Anunció Peggy cuando el castaño volvió a casa después de un arduo día en la preparatoria.

— Hola — Murmuró la pequeña ojiverde.

— Hola — Saludó el adolescente sin prestarle mucho atención a la niña — Estoy cansado. Estaré en mi cuarto — Dijo antes de retirarse.

Tony recordaba a Hope como la pequeña hija de Hank Pym y Janet Van Dyne, unos amigos del trabajo de sus padres. Sabía que ese trabajo no tenía nada que ver con Industrias Stark, sabía que su madre solía ir a misiones cuando era más joven y sabía que actualmente era la directora de una organización secreta.

La vida de espía o agente secreto era algo que a Tony no le importaba en lo más mínimo. Por esa razón, el adolescente no prestaba mucha atención a las reuniones o fiestas que se hacían en su casa gracias al trabajo o misiones secretas de sus padres.

Sin embargo, en una de esas reuniones secretas fue que conoció a la pequeña Hope, pues sus padres Hank y Janet solían asistir a cada uno de esos encuentros. Encuentros donde normalmente él se escondía en su habitación.

— Tony — La voz de su padre se escuchó a través de la puerta.

— Pasa — Anunció el adolescente.

— Hijo. Discúlpame por no avisarte antes pero Hope se quedará aquí unos días. Quiero que seas amable con ella — Pidió.

— ¿Por qué? — Frunció el ceño — ¿Acaso la niña no tiene casa? — Preguntó algo molesto.

— Su padre está en una misión y su madre falleció hace un par de meses — Reveló.

— Janet murió — Murmuró impactado por la noticia — Pobre niña — Susurró.

— Sí. Lo último que necesita esa niña son tus bromas o tu apatía hacia el mundo — Reprendió.

— Sabes que no soy apático, sólo aparento serlo porque eso me hace ser un chico rudo — Explicó.