Capítulo 6

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Esta historia está publicada en papel por el equipo Penguin Random House grupo editorial. Puedes encontrarlo en diferentes países (explicados en un capítulo especial) y también vía amazon. 

Tenía veinte llamadas perdidas de Thomas y otras quince de Ann. Dejé el celular encima de la mesa y lo primero que hice fue dirigirme al baño, odio levantarme sin darme una ducha.

Me saque la ropa y me metí bajo la agradable cascada de agua caliente. Mi cuerpo dolía bastante. Supongo que los empujones y pisotones que recibí no fueron despacio. Mientras me duchaba intenté procesar todo lo que me ha estado pasando. No he tenido tiempo para reflexionar ni tampoco para pensar en alguna solución.

Llegue a vivir nuevamente aquí con la idea de reencontrarme con mi infancia, pero cometí el grave error de no recordar que mi infancia fue prácticamente una tragedia. Volver a hablar con Annie me alegra bastante, pero ver a Caín me descompone el genio. ¿Debería decirle a mi tía que encontré al tipo que mató a mi padre? o... ¿Sólo tengo que superarlo de una vez? Siento que estoy creyendo mucho en las palabras que Caín y Annie me dicen, tal vez es mentira que la justicia no me ayudará, tal vez ellos están buscando a Caín Bennet y yo puedo ayudarlos para que de una vez por todas esté en prisión. Hablar con Caín es como hablar con una muralla, no tiene ningún aporte, no le importa nada... Ni tiene compasión por nadie, me di cuenta cuando el tipo a quién golpeaba estaba inconsciente y él no dejaba de golpearlo ¿Qué esperaba? ¿Matarlo?
Al terminar de ducharme, me seque y me puse ropa limpia.
A los minutos después el timbre del departamento sonó, aun con la toalla en mi cabello fui a ver quién era por el ojo de la puerta, era Annie. Abrí y ella entrecerró sus ojos

– Estaba muy preocupada por ti –Suspiró mirándome. Entró cerrando la puerta y la fulmine con la mirada.

– Sigo enojada contigo por haberme llevado a la pelea de Caín.

– Tenías que verlo pelear para que me creyeras que era como un perro.

– Ann –Bufé. –Me quedé en la casa de Ian y a eso de las cuatro de la madrugada llegó Caín también.

– ¡¿Que?! Thomas me dijo que pasaste la noche aquí y que no me preocupara –Su rostro se tornó serio.

– ¡No! Me quedé con Ian y Caín ¿Te parece normal?

–Pues no –Me miró.

–Jamás obedeceré a tus lágrimas de cocodrilo.

–Cailín, tienes que contarme como fue –Me dijo casi emocionada.

– Ian es un tipo normal –Respondí mientras ordenaba el departamento. –Caín es el raro y maniático, lo odio.

– ¿Quién te ayudó a salir del lugar?

– Ian ¿No es obvio? Caín me hubiese dejado morir ahí.

Annie se mantuvo mirándome.

–Lo lamento mucho, te prometo que jamás volveré a llevarte a esas cosas.

– Ann, creo que debo decirle a mi tía que encontré al tipo que mató a mi padre.

– ¿Que? No puedes hacer eso.

–No estoy tranquila con él viviendo a dos calles de mi edificio. Tienes que entenderme, eres mi amiga.

–Te entiendo, pero no quiero que salgas más dañada de lo que alguna vez estuviste ¿Comprendes? –Me miró sinceramente. –Realmente si haces eso, meterás a tu tía en un agujero junto a ti. Quizá es mejor que te olvides de lo que pasó, ya son casi quince años y estoy segura que no quieres volver a sufrir. Tus padres quieren verte feliz.

CAÍN © #1 EN LIBRERÍASWhere stories live. Discover now