Capítulo 6

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La familia Real se había reunido de nuevo tras varias semanas separados desde la partida de la Princesa Rhaenyra a Rocadragón junto con su familia, aunque el motivo de esto no era de celebración, si no todo lo contrario. Laena Velaryon había fallecido trágicamente tras un duro parto abrasada por las llamas de su dragona, Vhagar, dejando atrás a su marido Daemon y a sus dos hijas gemelas, Baela y Rhaena las cuales lloraban desconsoladamente mientras que el hermano de Corlys Velaryon, Vaemond, daba unas palabras en honor a su sobrina. Sin poder desperdiciar la oportunidad de lanzar una daga envenenada en su discurso hacia los hijos de la princesa. Jace agachó la cabeza pero su hermana la mantuvo firme, no iba a dejar que un segundogénito la humillara. Pudo observar las miradas de su abuelo y Aemond sobre ellos pero los ignoró.

Tras la despedida de Laena y ser "devuelta al mar" como decían los Velaryon todos los presentes se desplazaron al palco de Marcaderiva.

- ¿Habéis visto a vuestro padre? - interrogó Rhaenyra a sus hijos mayores.

- Está en el mar - indicó Aemma haciendo una pequeña seña con su cabeza.

- Vuestras primas han perdido a su madre, id a consolarlas - pidió la madre a sus hijos.

- Yo también merezco consuelo - habló el niño.

- Jace - regañó la platinada a su hijo.

- Deberíamos de estar velando a Lord Lyonel y a Ser Harwin - indicó el pequeño poniendo nerviosa a su madre que miró a todos lados para comprobar si alguien lo había escuchado.

- Eso no sería apropiado - contestó su madre - los Velaryon son familia, los Strong no.

- Para mi como si lo fueran - dijo la pequeña molesta por las palabras de su madre.

- Miradme - pidió la mayor a su hijos - tenéis que entenderlo - sentenció y los niños la miraron para después compartir una mirada de complicidad e irse hacia dónde estaban las hijas de Daemon y Laena.

- Primas - saludó Aemma mientras que Jacaerys se mantuvo callado - no imagino por lo que habéis pasado - habló para abrazar a Rhaena mientras que Jace tomó la mano de Baela.

El encuentro se vio interrumpido por la presencia de Rhaneys Targaryen que no tardó en abrazar a sus nietas dándoles consuelo. Aemma con un gesto hacia su hermano indicó que les dejaran privacidad. Se acercaron a la antorcha que había más próxima y apareció Aemond frente a ellos. Compartió una sonrisa con su prometida pero al virar el rostro hacia el muchacho, esta desapareció, yéndose de allí al saber que no era bienvenido por Jacaerys.

- Jace - instó la pequeña.

- ¿Qué? - contestó cortante su hermano.

- Aemond es mi amigo y prometido, no puedes tratarlo así - explicó la pequeña.

- No entiendo como madre os comprometió - comentó el mayor de los dos pero su hermana molesta fue en la dirección a la que había ido el príncipe.

- Aemond - llamó a paso apresurado viendo como bajaba las escaleras.

- Aemma - la saludó tendiéndole su mano para ayudarla a bajar.

- Lo siento por lo de mi hermano - se disculpó la niña.

- No tienes que disculparte por algo que no hiciste tú - indicó Aemond mientras llegaban a la playa - ¿has crecido? - interrogó intentando cambiar de tema, al notar que ahora la altura de su prometida era mayor.

- ¿Si? No lo he notado - habló Aemma observándose a sí misma.

- Ya no te veo todos los días así que es más notorio para mi - expresó el joven aún tomándola de la mano - te extrañé.

- Y yo a ti también Aemond - correspondió la pequeña - cuando leo intento imaginar que estás a mi lado.

Tras un paseo poniéndose al día sobre las últimas semanas, apareció Rhaenyra.

- Hija ¿Qué haces aquí? - interrogó la princesa de Rocadragón - ya mandé a dormir a tus hermanos, debes ir con ellos - ordenó su madre y ahora miró a su medio hermano - tu también deberías de ir a dormir Aemond, ya es tarde - indicó recibiendo un asentimiento de este.

Aemma llegó a los aposentos que compartía con sus hermanos y se metió en la cama aunque el descanso no pudo ser reparador pues escasos minutos después llegaron sus primas alteradas despertándolos.

- Jace levántate - pidió Baela moviendo con fuerza al príncipe.

- ¿Por qué hacéis tanto escándalo? - interrogó Aemma molesta. No había cosa que la enfadara más que la interrumpieran en su descanso.

- Alguien se ha llevado a Vhagar - respondió Rhaena, lo que fue suficiente para que Jace, Aemma y Luke se levantaran y junto a Baela y su gemela corrieran por los pasillos de Marcaderiva. La cabeza de la princesa iba a mil por hora y esperaba que lo que había pensado no fuera verdad. El único capaz de montar un dragón pero que no lo poseía, a excepción de Rhaena, era Aemond.

- Ha sido él - acusó Rhaena en cuanto vio llegar a Aemond como Aemma se temía.

- Si, yo - contestó simplemente el príncipe.

- Era la dragona de mi madre - acusó la niña enfurecida.

- Pero ha muerto, ahora yo soy su jinete - habló condescendiente el platinado.

- Aemond - dijo preocupada su prometida que al verla sus ojos se suavizaron.

- Iba a reclamarlo - interrumpió Rhaena acercándose al príncipe.

- Haberlo hecho antes, tus primos podrían buscarte un cerdo - contestó con burla a modo de venganza por lo que le hicieron a él. Aemma podía llegar a comprenderlo en el fondo, lo vio sufrir cada vez que se burlaban de él por no tener un dragón propio. Al borde de la ira, Rhaena se abalanzó sobre el nuevo jinete de Vhagar, pero este con un ágil movimiento se deshizo de su agarre pero sin darle tiempo a reaccionar recibió un puñetazo de Baela que lo tumbó al suelo, pero recuperándose con rapidez le devolvió el golpe tirándola ahora a ella.

- Dame otra vez y te echaré a mi dragona - amenazó el joven príncipe. Jacaerys sin poder contenerse más atacó a su tío seguido de Luke. Por su parte Aemma se quedó estática sin saber de qué parte ponerse.

- Parad - ordenó la pequeña desesperada pero lo único que consiguió fue que Aemond se despistara al escucharla y todos los demás aprovecharon la oportunidad para atacarlo.

El platinado consiguió sacarse a todos de encima y tomó al pequeño Luke de su cuello mientras se levantaba y tomaba una roca bajo la aterrada mirada de la princesa.

- Detente Aemond - pidió gritando la niña pero este simplemente la ignoró centrando su atención en los niños.

- Morirás gritando entre las llamas, igual que tu padre ¡Bastardos! - insultó el príncipe a Jace y Luke y Aemma al escuchar aquello entró en cólera. Corrió hacia Aemond para detenerlo pero se detuvo junto a su hermano.

- Mi padre está vivo - sollozó el de cabellera rizada.

- ¿No lo sabe, cierto Strong? - interrogó mirando ahora a Jace.

En ese instante Jacaerys sacó una daga sorprendiendo a su hermana e intentó atacar al príncipe platinado pero este lo esquivó y golpeó su cabeza con la piedra que aún tenía en su mano tirándolo al suelo y dejándolo desarmado. Aprovechando la distracción, Luke tomó la daga, su hermano tiró arena al rostro de Aemond haciendo que no pudiera ver y entonces sin esperarlo Aemma vio como su hermano pequeño cortaba la cara de su prometido que gritó por el dolor mientras se llevaba la mano a la zona dañada de la cual brotaba sangre sin parar.

- Deteneos ahora mismo - ordenó el comandante acercándose a Aemond y quedando anonadado por lo que vio.

Después de todo esto los niños fueron llevados al salón principal y llamaron a todos los adultos y maestres para intentar arreglar la situación provocada.

Dragon's  Blood [Aemond Targaryen]Where stories live. Discover now