Capítulo 5: Besame

328 26 0
                                    

Ustedes me ven muy normal, pero a veces quisiera clavarle un cuchillo y desparecerlo, pero no quiero que duden de mis facultades mentales, a parte Mateo es mi amigo.

- ¿Qué haces aquí? - pregunte fulminándolo con la mirada.

¿Qué carajos hacia despierto a las seis de la mañana?

-Vengo a despertarte para nuestra cita - respondió tranquilamente.

- No tengo ninguna cita contigo, así que lárgate de mi habitación.

- Pero si la tienes con Ferrancito, así que levántate guerrero - dijo palmeando la cama.

- Vete a la mierda - dije levantándome.

- Debes darme las gracias, vengo a ayudarte con tu ropa, eres consiente que en un acuario hace calor y tú no te quitas las poleras por nada del mundo, entonces, ¿Qué te vas a poner?

- Mierda, me había olvidado de ese pequeño problema.

- Puedes ponerte pulseras - lo mire con mala cara.

- Eso no va a funcionar, me va a tildar de loco - dije empezando a preocuparme, faltaba media hora para que llegara.

Mi teléfono empezó a vibrar, pero decidí ignorarlo, necesito buscar soluciones para mi cita con Ferran.

- ¿No vas a contestar? - pregunto el pelinegro. Cogí mi teléfono de la mesita de noche vi quien era, joder tan temprano me están llegando los problemas.

- Es el gran señor Lambert y no quiero amargarme tan temprano - respondí empezando a buscar algo cómodo para la cita.

- Si no le respondes se pondrá peor, recuerda que aún no sabe que estas en Barcelona - dijo Mateo entregándome el teléfono. Rodé los ojos y contesté la llamada.

- Seguiré buscando opciones - aviso el pelinegro.
- Hola señor Lambert, al fin se acuerda de su hijo - dije con ironía.

- Tu psicóloga me llamo, no estas asistiendo a la terapia - rodé los ojos y me senté, hablar con él siempre me ponía mal.

- No he tenido tiempo, ¿necesitas algo más?

- El abuelo quiere que pasemos las vacaciones con él y ya falta una semana para eso, más te vale estar limpio, porque si se da cuenta te ira muy mal Oliver.

Eso es lo único que le importa, aparentar que somos una buena familia, que me ama y me trata muy bien.

-No puedo viajar, tengo proyectos que terminar.

- Me importa una mierda lo que tengas que hacer, no te estoy preguntando si quieres viajar, te estoy avisando para que prepares todo - por el tono que está usando estoy seguro de que se estaba empezando a enojar.

- No voy a viajar, si quieres puedo llamar al abuelo - no termine de hablar porque me interrumpió.

- Vas a venir a Francia y punto Oliver, no quiero excusas, estarás aquí el mismo día y ya, ya sabes debemos aparentar ser los más unidos y ni se te ocurra mencionarla porque la última vez que lo hiciste terminaste en el hospital - dijo con un tono enojado.

Mi mano empezó a temblar, tenía un nudo en la garganta, sentía tantas ganas de llorar, tan solo no logro comprender el porque me odia de esa manera, se supone que es mi padre, un padre te da cariño, no te trata como una basura.

-Viajare, estaré allí el lunes - fue lo único que logre decir antes de colgar.

- Oli, ¿estás bien? - pregunto el pelinegro. Las lágrimas empezaron a brotar y empecé a temblar, extrañaba tanto a mamá.

Un encuentro inesperado Where stories live. Discover now