15. CELOS pt1

2.7K 181 72
                                    

Zoro había despertado por la madrugada, sentía aún el alcohol de todo lo que había bebido en la noche en su garganta y era horrible, pero la luz de la cocina detuvo su andar vago y casi arrastrado ¿Quién estaría despierto a tales horas? Pensó molesto.

Se acercó hasta la puerta, y lo que observo, provocó que sus ojos se abrieran en grande y un sembrante de ira dominará todo su rostro, apretando sus dientes al punto en que estos rechinaban. Inconscientemente, apretó fuerte el mango de una de sus katanas y sólo la idea de saber que no sería nada grato decapitar a un viajero en el barco, fue lo único que detuvo su acción.

Sus manos picaban y temblaban del enojo, ver a aquel hombre ajeno acariciarle la mejilla a su cocinero en la intimidad de la noche en la cocina, provocó un caos de emociones en su cuerpo. Y peor aún, cuando se acercó a encenderle aquel cigarro. Era el ligero alcohol que aún domaba su cuerpo el que provocaba aquel sentimiento de posesión extrema, no lo estaba aguantando y cuando Sanji se inclinó al encender el ajeno, Zoro perdió la cordura.

Sus pasos fueron al contrario y se alejó, sólo porque estos estaban dispuestos a salir de la cocina, y aquella sed que despertó a Zoro, había desaparecido.

Les observo a lo lejos, con sus brazos cruzados y una mirada tan asesina que temería cualquiera.

La melodía de la risa de Sanji era hermosa, Zoro podría jurar que siente esas malditas mariposas en su estomago cada que le escucha reír y esa bella sonrisa con la que le es acompañada, Zoro solo quería morir por no darse cuenta antes que estaba perdidamente loco por ese hombre, y cualquier intento de olvidarlo seria ridículamente absurdo. Le gustaba, MIERDA, estaba perdidamente enamorado de ese cocinero de mierda que tanto le hace enojar.

Pero oír esa hermosa melodía dedicada para alguien más, hizo experimentar cosas que Zoro nunca había sentido ¿Celos? ¿Rabia? ¿Posesión? No lo sabía, ni siquiera sabía bien porque estaba tan molesto al punto en que su expresión aun no cambiaba, aun cuando ambos ya se habían ido del lugar.

Su corazón pateaba fuerte, mierda... Seguro es por el rastro de alcohol que aún quedaba en su sangre. Pero podría jurar que vio brillo en los ojos de ese maldito animal.

.
.
.

El día siguiente llegó, y con eso, el delicioso olor a desayuno. Zoro despertó como cada día, por más que quisiera madrugar para estar más con el cocinero, sabía que no iba a ser lo mejor por los términos en que estaban actualmente.

Camino hasta la cocina con mala cara, los anteriores dias trataba de ignorar lo más posible a Sanji y solo iba a comer cuando esté gritaba y avisaba que estaba todo listo.
Pero hoy, iba a ir un poco antes, sabía que varios ya estaban despiertos, así que no sería incómodo.

Al ingresar a la cocina, su corazón se detuvo.

—Oh Sanji, esto está delicioso! —Hablo un Pedro que estaba excesivamente cerca de Sanji y con un cucharón cerca de sus labios, esas palabras dibujaron una sonrisa en ese cocinero.

—Esta bueno, ¿Verdad?! Tsh sabía que era buena idea agregar ese ingrediente nuevo! —Dijo orgulloso.

Había olvidado que esa molestia estaba en el barco.

Zoro se sintio asfixiado y sólo había dado un paso en la cocina, no estaba del mejor humor así que ya sabrán con que expresión se sentó en uno de los asientos. Sanji ni siquiera le observo, estaba tan perdido con "Pedro" que ni sintió la presencia de ese espadachín.

Sentía su garganta seca, su corazón pesado, y un tic que provocaba temblor en una de sus piernas.

Debía dejar de mirar hacia él cocinero, maldición, debía de hablar y decir algo, estar cerca tampoco hará ningún cambio.

Deseos Ocultos ( ZoSan +18) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora