Parte 21

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Gabriella mantuvo la mirada fija en el garaje de Ferrari, con un brillo de determinación en sus ojos. "Solo le echo un vistazo antes de que quede convertido en cenizas", soltó, desafiante. Charles no pudo evitar soltar una risa forzada, intentando ocultar su molestia. 

-Me parece que nuevamente estás soñando muy alto, Mon Amour-  respondió un poco enojado por las antiguas palabras de la piloto de Mercedes .

Gabriella siempre había admirado la forma en que Charles decía su apodo. Lo hacía de manera suave y seductora, pero en esta ocasión no podía dejarse llevar por esos antiguos sentimientos. Si algo había aprendido de Lewis, era a no perdonar fácilmente a menos que la otra persona estuviera verdaderamente arrepentida de sus acciones, y Charles no parecía ser el caso. Él nunca iba a cambiar.

Gabriella entrecerró los ojos al escuchar lo último, pues Charles era quien solía usar ese tono en tono burla para fastidiarla. "Otra vez quedaste detrás de mí, como la perdedora que eres", dijo él con una sonrisa burlona.Charles le dijo eso por el enojo que ya corría por sus venas .

Ella sonrió de manera desafiante y le respondió: -Me causa ternura que quieras sonar como tu antiguo yo, pero lamento decirte que no funciona. De hecho, tu imitación es bastante patética considerando que eras tú quien solía decir esas cosas. Y si quieres hablar de perdedores, entonces escucha bien, porque sé que estás molesto de que te haya dejado pasar-.

Charles abrió los ojos sorprendido. Había tenido la esperanza de que su teoría fuera incorrecta, pero Gabriella acababa de confirmarlo. La miró con una mezcla de incredulidad y tristeza, sin saber qué decir en respuesta.

Gabriella alzó el rostro y clavó su mirada en los ojos de Charles, volviendo a sonreír con una picardía propia de una cazadora a su presa. Entonces, Charles desvió rápidamente la vista hacia los labios de Gabriella, haciendo que su empoderamiento se intensificara aún más. "¿Quieres besarme, Charles?", preguntó con un tono seductor.

Charles se sorprendió por su atrevimiento y respondió con una voz más grave: "Creí que no querías volver a saber de mí. Y mírate, aquí estás, casi pidiendo de rodillas que te bese de manera indirecta".

Gabriella se acercó peligrosamente a él y lo desafió: "Estoy segura de que el que estará de rodillas pronto serás tú".

Superando los límites, Gabriella se atrevió a depositar un beso en el cuello de Charles, sin importarle que sus labios quedaran con un sabor salado, ya que ninguno de los dos había ido a ducharse todavía. Charles se estremeció e instintivamente aferró sus manos a las caderas de Gabriella, provocando que ella soltara un profundo suspiro.

"Mierda...", se quejó Charles, admitiendo que estaba totalmente excitado.

"Si quieres besarme, solo tienes que decirlo", susurró Gabriella cerca de su cuello, desestabilizándolo aún más.

"No me voy a doblegar ante ti", respondió Charles con determinación.

Pero antes de que pudieran negarse otra vez, Gabriella trazó un camino de besos desde su cuello hasta su barbilla, deteniéndose justo debajo de su labio inferior. "Vas a suplicar", susurró con una provocación irresistible.

Charles se encontraba desconcertado. Nunca había visto esa faceta rebelde y provocativa en Gabriella. Durante el tiempo que habían estado juntos, ella siempre había sido dulce y, en ocasiones, tímida, solo mostrando su lado más salvaje cuando se emocionaba. Ahora, se mostraba diferente en todos los aspectos.

La Protegida de los Pilotos --☞Charles Leclerc☜Kde žijí příběhy. Začni objevovat