🚬 ENTRE DOS ALFAS 🚬 ~YM~ ||Omegaverse||

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Min sintió un enorme alivio recorrer su cuerpo al igual que Mark. Suga quería llorar de alegría al escuchar al doctor decir que Jungkook no tenía más ese tumor que lo estaba desgastando en todos los sentidos.

- ¿El tumor... No era maligno? - Pregunto Mark.

- Afortunadamente no lo era, era un tumor benigno, quiere decir que no corría mayores riesgos, aunque si corría un cierto porcentaje en el proceso de la operación de sufrir algún daño, trataremos de que no quede ningún tipo de secuela, es decir, que debe venir una vez al mes a revisión.

- Así será doctor. Para las curaciones, me haré cargo yo, soy su médico de cabecera - Informo Mark.

- Entiendo, de ser así, puede hacer las curaciones desde casa, eso ayudará también a evitar el constante viaje desde casa hasta acá. Pero si estará al menos una semana aquí, para poder revisarlo constantemente.

- Como diga doctor. ¿Cuándo podremos pasar a verlo? - Min estaba ansioso.

- En unas horas. La anestesia lo mantendrá dormido por largas horas, así que la enfermera les informará cuando puedan pasar.

Dichas sus palabras, Suga y Mark volvieron agradecer y el doctor se retiró. Min no demoró en llamar a su Omega y decirle que la operación de Jungkook salió perfecta. Todos en la mansión se sintieron aliviados y contentos por ello.

Ahora el problema de Jungkook estaba solucionado y aunque debía tener un largo reposo, todo mejoraría para él con el pasar del tiempo.

Sin embargo, los problemas para Jimin y Suga no terminaban, pues ellos sabían que pronto el rubio Omega debía partir de Corea e irse a refugiar a uno extranjero, ya que las amenazas de Seokjin no terminaban y cualquier mínima oportunidad, él la aprovecharía.

Suga estaba de camino a la mansión junto a Mark. El Omega se iría a tomar un baño, para regresar otra vez, pero está vez sería con Hope, pues les informaron que Kook demoraría alrededor de 20 horas más en despertar. Mientras Suga seguiría preparando la salida de Jimin de Corea junto a Agust.

- No puedo creer, que tenga que dejar ir a mi Omega junto al tonto de Agust - Bufó.

- Pero el de la idea fuiste tú - Dijo Mark distraído con su teléfono mientras texteaba con su Alfa.

- Ya lo sé - Gruño y Mark río bajo por el berrinche de su líder - No quiero que se vaya, pero por el momento no tengo opción. Siento que estoy demorando más de lo debido en encontrar al verdadero culpable, pero al mismo tiempo tengo que mantener a salvó a Minnie... - Min suspiró - Dime, ¿Qué otra solución tengo?

- Jimin a estado aprendiendo a defenderse solo - Comento Mark - Pero... Cómo él mismo lo dice, le falta mucho por aprender, teme actuar en el momento exacto. En el último ataque de Kim, si Agust no llega a tiempo, estoy casi seguro que él hubiese subido a esa camioneta.

Min no lo quería aceptar, pero Mark tenía razón. Si Agust no llegaba a tiempo, Jimin pudo haber subido a la camioneta y no se quiere ni imaginar, que tragedia hubiese ocurrido si subía.

Mark recordó aquella ocasión que no fue hace mucho. Él se quedó tan profundo en el auto por el cansancio acumulado, que no se dió cuenta de casi nada, no fue hasta que el mismo Jimin abrió la puerta del auto nuevamente y lo despertó. Ese día, Jackson se llevó el auto, con Mark, pero el médico Omega no se cansó de pedirle disculpas a sus dos jefes por su error.

Aunque estos dos, no culpaban en lo absoluto al Omega médico. Este siempre se sintió culpable por ello.

Al llegar a la mansión, estacionaron el auto y cuando Suga bajo, sintió el fino cuerpo de su hermoso ángel chocar contra su pecho, sonrió y lo aprisionó en un cálido abrazo al instante.