Capítulo 54: Aventura

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Tanto Kirk como yo miramos hacia la esquina donde el elemental de fuego permanecía parado

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Tanto Kirk como yo miramos hacia la esquina donde el elemental de fuego permanecía parado. Había olvidado por completo que se encontraba en la habitación, y Kirk no había reparado en su presencia hasta ese momento, aunque, tras las palabras de este, el niño no tardó en caminar hacia él y plantarse frente a frente.

—¿Lo dices en serio? —pregunta con ojos esperanzadores.

—Lo haré —asegura él—. Sin embargo —agrega, antes de que Kirk empezara a teorizar toda clase de planes—, tengo una condición.

—¿Una condición? —la mirada del niño se apaga un poco.

Yo esperaba desde la distancia con la respiración entrecortada.

—Te llevaré a ver a tu padre y, a cambio, quiero que me cuentes todo lo que recuerdas de tu conversación con Maxwell —exige.

—¿El Maestro Maxwell? —los ojos de Kirk se abren de par en par.

Así que ahí estaba. Este era el verdadero motivo por el cual Trade había accedido a venir conmigo. Al final, Iván tenía razón. Trade no era alguien que se dejara convencer con palabras o sentimientos; para él, todo tenía que ser un trato que lo beneficiara. No puedo creerlo. Estaba indignada de que utilizara la situación de Kirk para sacar provecho. Es un niño inocente. ¿Cómo se atreve?

—Oye, no puedes...

—¡Está bien, lo haré! —responde Kirk antes de que pudiera intervenir—. Pero nuestro encuentro ocurrió hace mucho tiempo; casi no recuerdo muchas cosas.

—Lo que sea que recuerdes será suficiente para mí —asegura Trade. Acto seguido, toma un abrigo que se hallaba tirado en la cama y se lo arroja al niño, quien lo agarra al vuelo—. Pongámonos en marcha.

Kirk asiente.

—El siguiente tren hacia Ardenia parte a las once. Si nos apresuramos, podremos tomarlo sin ningún problema.

—Como sea. Andando.

—¡No, no! ¡Ustedes dos, quietos! —alcé mi voz para detenerlos en el lugar. Ambos me miraron con gesto de desaprobación—. Trade, no puedes llevarte a Kirk de una instalación médica; va en contra de las leyes y sería considerado un secuestro.

—No, no lo sería —corrige Kirk, y veo el brillo de seriedad en su mirada—. En esta ocasión, estoy registrado como inquilino, no como paciente, así que legalmente puedo salir y entrar del hospital sin firmar una carta de alta voluntaria o permiso.

—Además —interviene Trade—, al igual que tú, pertenezco a un gremio legítimo. Eso me da la autoridad para ejercer mi posición como mago, basado en las circunstancias, por lo que no estaría rompiendo ninguna ley federal.

Frunzo el ceño y lo acribillo con la mirada.

Qué descaro de su parte, teniendo una lista de crímenes, atreverse a hablar de leyes federales.

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⏰ Última actualización: Dec 03, 2023 ⏰

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