AMO JUGAR CONTIGO

"No quiero lastimarte"

Te amé ¿Pero de verdad te amé? te tuve en mis brazos, pude oler tu embriagante colonia y aún así... Jamás fuiste mío. Pues el fantasma de tu pasado, se convirtió en algo que odié, que quise destruir.

Debí aceptar que mi destino no era estar contigo...

Galled.

Los colores de las pinturas a veces son difusos e irreconocibles. La belleza desaparece debajo, perdiéndose en los trazos sobre un lienzo áspero.

¿Que diferencia a un bello color, de un corazón enamorado? Si ambos, cuando son cubiertos por un trazo oscuro, pierden el camino, volviéndose una mancha más.

      

- Creía que sus sentimientos eran puros, pero solo jugó con mi amor. Lo sabía, queriendo aferrarme a esa idea de amor, destrozando mi propio corazón...

-Mi mirada no lo perdía de vista, pues... Aún tengo miedo, de no poder verlo de nuevo.

Las luces bajas, se volvieron tunues y cálidas. Las personas observaban cada gesto y movimiento de la bella persona frente suyo.

Su dolor, su agonía ahogada en un mar de sentimiento.

-Como pudiste enamorarte de un simple hombre mortal... Los dioses no deben perderse por un sentimiento tan humano.

Sus tunicas de seda dejaron de apretar su agarre a ese árbol de embriagante escencia.

-Ahora que he perdido mi corazón, dejándolo en sus manos. No puedo desear más... Cielo, y estrellas, si pudiera pedir algo más... Me gustaría... Poder verlo una vez más...

Su fría mano dejó de aferrarse a la otra persona, cayendo con delicadeza. Cuánta belleza y amor, hacía un simple humilde mortal.

Su calidez se volvió un árbol hermoso, dando vida a vibrantes flores arcoiris. Se dice que la diosa estuvo tan enamorada, no le importó que su amado no sintiera lo mismo. 

La luz de las velas se acabó poco a poco.
Su corazón se durmió por siempre.

Los aplausos no se hicieron esperar. Todo el teatro desbordó lágrimas, con todos de pie, lanzando rosas al escenario. Fue una historia que se describió como única.

La belleza del amor, un amor desinteresado. Un amor que solo quienes han sentido, pueden comprender a aquella diosa que murió entregando su todo a ese humano.

Demian rara vez mostraba sus sentimientos con las demás personas. Pero está vez, no pudo evitar desviar la mirada cuando la actriz levantó una de las rosas del escenario, entregándola a una mujer que lloraba de felicidad en los asientos de frente.

Esa mujer era su pareja desde hace 2 años. Y seguían igual de enamoradas que el primer día. Demian no pudo evitar sentir un picazón de celos en su pecho.

Dió media vuelta para salir del teatro.

Las cortinas del escenario se cerraron. Fue un obra magnífica, más tarde que temprano, él la vería, y eso le aterraba.

Demian se sentía asfixiado, su corazón no dejaba de latir fuertemente, mientras un sudor recorrió su cuello.

Se retiró los anteojos, lavando su cara con agua helada...