Yo soy Hera

Capítulo 26

Había un secreto de Hera muy bien guardado del Olimpo y del mundo en general y solo unos pocos sabían, los verdaderos orígenes de Tifón.

Todos daban por sentado que era hijo de la primordial de la tierra y el abismo, creado específicamente para destruir el Olimpo y a Zeus pero no era así. En realidad era mucho más complejo he impactante.

En realidad era hijo de Hera sin padre, lo tubo para vengarse de Zeus, harta de sus malos tratos y por que este arrojó a Hefesto desde el Olimpo por rescatarla del castigo de Zeus.

Flashback

Hera estaba encadenada desde el cielo y con yunques en los pies, nadie la ayudaría de todas formas sus hijos le habían dado la espalda y los que no estaban con las manos atadas y fuertemente vigilados por otros dioses.

Fue castigada debido a Heracles, el semidiós hijo de su marido ella lo había enloquecido con terribles visiones volviéndolo loco. Todos pensaban que era porque lo odiaba por ser un bastardo de Zeus pero no era así, el semidiós desde que aprendió a caminar mostró una naturaleza egocéntrica, maliciosa y cruel que ocultaba muy bien.

Hera lo sabía, había estado furiosa con su marido cuando sin su permiso dio su leche materna al bebé y dio forma a la vía láctea, pero lo que la molesto e inquieto era como desde muy joven intimidaba a otros niños sin que los adultos lo supieran. Esa manera de actuar desde tan joven infligiendo miedo y dominación la preocupó, descubrió que también mataba a pequeños animales sin motivo alguno, si fuera para la caza o defensa seria comprensible pero lo hacía por el mero echo de disfrutarlo.

Si hubieran estado en el siglo veintiuno con psicólogos lo habrían diagnosticado rápido, Hércules no era ningún héroe o víctima sino un enfermo, un psicópata trastornado. Pero en esta época no se podía demostrar y nadie creería a la celosa esposa y ya se había ganado una reputación de intentar matar en numerosas ocasiones al semidiós.

Pero hacía tiempo que Hera había dejado de ir a por los hijos de Zeus ya no le importaba, se había dado por vencida con el rey y además consiguió mantener bajo control la sustancia que la carcomía. Pero daba igual esa perra de Dana se las había apañado para crear incidentes haciéndola ver que fue ella quien hizo todos esos ataques.

Pero la verdad es que en esta ocasión si fue a por ese horrible semidiós, esa pobre excusa de humano había matado a varias de sus sacerdotisas pero lo que destrozó su paciencia fue como sus dominios le alertaron de que algo horrible había sucedido en la familia de Heracles.

Cuando llego el semidiós había matado a su esposa partiéndola en dos con su descomunal fuerza y a sus hijos los había golpeado hasta estar irreconocibles siendo solo masas de carne y sangre.

La diosa estaba horrorizada no solo por la escena sino por el semblante totalmente tranquilo y sin emociones del semidiós quien aún cubierto de la sangre de su familia y sin ningún remordimiento, estaba tomándose tranquilamente un vino frente al fuego como si se estuviera relajando.

—¡¡¡Eres un monstruo!!!—la diosa lo encaró—Siempre supe que había algo incorrecto en ti, naciste con esta malicia, esto no quedará así—