Capítulo 3

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Zeus sintió un profundo odio hacia el rey gigante, el ser medía unos quince metros, pelo negro y ojos oscuros tenía una sonrisa puntiaguda e inquietante llevaba un traje de negocios y habría parecido un hombre normal de no ser por su estatura y que en sus manos tenía un cráneo sangriento.

—No te preocupes por tu hija Zeus—le sonrió volviéndose que estaba en una especie de estado semicatatónico—Ha ella no la tocamos sigue siendo pura pero no se puede decir lo mismo de sus cazadoras no solo nos limitamos a torturarlas y matarlas enfrente de ella y obligarla a presenciarlo—

Zeus se quedó blanco de rabia esos seres repugnantes habían torturado a Artemisa obligándola a ver como masacraban a sus leales servidoras.

Salió del agarre del gigante se dio media vuelta y agarrando el pincho que tenía incrustado en el pecho se echó hacia atrás y apuñalo en la pierna al rey gigante quien gritó. Porfirión con odio agarró del pincho a Zeus y lo removió haciendo gruñir de dolor al dios.

—Todavía tienes espíritu de lucha pero no te va a durar mucho—

Agarró al rey de los dioses y se lo llevó para darle una muestra de lo que ellos pasaron.


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Lejos de allí en un palacio submarino en una sala se encontraban un grupo reunido discutiendo.

—¡Os dije que no funcionaría!—una mujer muy hermosa de pelo negro y una corona de perlas discutía con una pareja.

—Oh ¿y quieres que nos quedemos con los brazos cruzados?—le contesto otra mujer unos años más joven que la otra,también estaba algo alterada pero el hombre a su lado la calmó.

—Amfitrite discutir no resolverá nada en estas circunstancias tenemos que recordar que estamos en un mismo bando—

—Para ti es fácil Hades tú tienes a tu esposa aquí contigo pero yo no se nada de mi esposo desde hace mucho—la reina se derribó en su asiento, a su lado sus hijos tritón y Rodas la animaban ellos también estaban preocupados por su padre.

La expresión del señor del inframundo se oscureció.

—No es cierto mis hermanos y sobrinos están cautivos Deméter desapareció poco después de que perdiéramos contra Porfirión y los suyos y Hera llevamos años sin saber nada de ella—

Una mujer que estaba escuchando todo en la habitación se estremeció Hebe la diosa de la juventud tenía los ojos de su madre y el pelo oscuro de su padre, ya fue difícil no saber nada de su madre desde hace años pero ahora todo se había venido abajo.

La reina de los mares se sintió mal, sabía que Hades, Perséfone y Hebe también pasaban por una situación difícil.

—Lo siento es que no quiero perder a más gente ya hemos sufrido muchas pérdidas—

El rey del inframundo asintió.

—Lo sé Amfitrite rescataremos a todos, ganamos contra los titanes, Tifón y los gigantes una vez no importa lo que nos lleve pero les venceremos de nuevo—

Tritón asintió—Los mares los tenemos protegidos Polibotes y sus fuerzas no podrán entrar tan fácilmente—consiguieron expulsarlos del mar pero no sin una cruenta batalla.

Hades asintió—El inframundo está protegido me he asegurado en persona de que no escapen más prisioneros del tártaro sobre todo los titanes y Tifón—la sola idea de que esos prisioneros en particular escaparan les aterró.

El mar y el inframundo todavía eran territorios de los dioses, libres de las fuerzas enemigas aunque les había costado mucho esfuerzo y sacrificio.

—El Olimpo es ahora la base de los gigantes y los mortales aún pueden seguir con sus vidas pero están fuertemente vigilados y oprimidos—Perséfone no quería estar en lugar de los pobres mortales.

Hebe se adelantó—¿No podemos matar a los gigantes? En la primera guerra lo conseguimos—

—Ya no funciona Hebe a diferencia de la vez anterior los gigantes estaban menos preparados y no sabían nuestros puntos débiles, la única manera de matar a unos de esos monstruos es que un semidiós y un dios luchen contra uno y eso lamentablemente eso ya no es posible—

Pero Hebe no había perdido la esperanza—Pues tiene que haber algún modo consultemos a las Moiras—

Hades sabía que lo más probable es que fuera inútil pero su sobrina tenía un punto, no podían darse por vencidos y si vencieron a los gigantes de una forma encontrarán otra. 

Yo soy HeraWhere stories live. Discover now