18

5.7K 838 305
                                    

So It Goes... - Taylor Swift

***

Limpió sus mejillas justo cuando el tono de llamada que tenía solo para Cellbit comenzó a sonar a su lado. Por suerte era una llamada de audio y no de video.

Sorbió su nariz antes de responder.

—¿Cell?

Guapito —murmuró con delicadeza—. ¿Estás bien?

Roier soltó una suave risa.

—Sí, estoy bien.

Tu exnovio es un idiota. "Mantén tus expectativas bajas", ¿qué mierda significa eso? —se quejó con un tono molesto—. Como si no te conociera, filho da puta, si lo veo...

—Cellbit —dijo, aun riendo—. Está bien.

¡Claro que no está bien! Habló mal de ti en público. No debería estar hablando de ti en absoluto.

Roier podía imaginar la escena y estaba seguro de que Cellbit estaba echando humo. Se escuchaba molesto, demasiado molesto.

—No me importa, él no me interesa —le aseguró, aunque no era del todo cierto. Mordió el interior de su mejilla, pensando en la conversación que acababa de tener con Jaiden—. Hey... ¿Puedo preguntarte algo?

Por supuesto, lo que quieras.

Sentía una pesadez en el estómago al reflexionar en lo que iba a decir, pues no se sentía bien.

—¿Quieres que sigamos juntos? Frente a los medios, me refiero.

Hubo un silencio que por poco hace que Roier rompiera en llanto de nuevo. De la misma forma en la que se había quebrado cuando observó sus redes sociales llenas de mensajes sobre su relación y su vida romántica.

No sirvió que las críticas también cayeran en Natalan por meterse en un tema que no le importaba cuando las personas tomaron la oportunidad para poder llamarlo de todo.

Ahora se sentía solo un poco peor.

¿Qué? —respondió Cellbit incrédulo—. ¿Quieres que rompamos el acuerdo?

No, no quería eso, en realidad era lo que menos quería.

—No quiero que salgas perjudicado. Sé que estabas en una situación delicada con Ferrari-

Ferrari puede irse muy a la mierda, no voy a terminar contigo, menos ahora —no sabía si su tono molesto seguía siendo por Natalan o si ahora iba hacia él—. No quiero que vuelvan a hablar de ti, o que ese imbécil piense que me hizo creer las estupideces que dijo.

Roier sintió sus ojos llenarse de lágrimas.

—¿Estás seguro?

Si vuelves a preguntarme algo así, voy a extender el contacto —dijo en broma, aunque el tono no lo ayudaba mucho—. Estoy seguro. No voy a terminar el acuerdo.

Tuvo que limpiar sus mejillas de nuevo. Tenía la necesidad de seguir presionando hasta que Cellbit accediera a separarse, pero se detuvo. Él quería quedarse, sin importar toda la mierda que decían de ellos en redes, sin importar que ahora más que nunca su carrera estaba en la mira. Se iba a quedar a su lado.

—Te extraño —confesó.

Te extraño también, guapito. No te imaginas cuanto —dijo, la sinceridad tan abrumadora que a Roier le pesó el pecho—. Todo estará mejor, te lo prometo.

Speed of Sound [Guapoduo]Where stories live. Discover now