Incondicional

31.

Peter se enteró de la peor manera la noticia que estuve guardando por tanto tiempo, me sentí culpable porque pude hacer algo mucho antes de que escuchara de esta forma la verdad, además estaba recién operado necesitaba estar en reposo absoluto, ahora todo se iba a complicar un montón.

—Dale papá, no vas a decir nada? —levantó la voz

—Ok, mi amor —dijo Claudia— Nos calmamos un poco, tu no puedes pasar por estas emociones, acabas de salir de una cirugía importante, necesitas descansar —se acercó y Peter la miró horrible— necesitas regresar a la cama, el doctor dijo responso absoluto ¿Por qué saliste de la cama sin llamarme?

—Lali —me miró— ¿Qué significa que mi papá sea tu padrino? —dijo mirándome sin entender nada— ¿puedes hablar algo tu por lo menos? Ha sido todo este tiempo? ¿Por qué no dicen nada? —levantó la voz nuevamente— ¿Han estado mintiendo todo este tiempo? Por eso tantas llamadas, tantas visitas y...

—Ricardo, ¿puedes decir algo? —dijo Claudia

—No tengo mucho más para decir —dijo Ricardo muy avergonzado— es lo que escuchaste, hace años... —se quedó en silencio— tuve un problema grande con el alcohol y siempre fue algo de lo que me avergoncé mucho porque sabía que afectaba directamente a nuestra familia, pero pasó hace mucho tiempo hijo —se puso de pie— podemos hablar de todo esto con detalles cuando te pongas mejor, lo único que voy a pedirte es que no te tomes nada personal con Lali, ella no tiene nada que ver en esto, siempre me pidió que fuésemos sinceros contigo y yo le pedí un poco de tiempo porque simplemente fui un cagón que no se animaba a mirar a sus hijos a la cara para decirle la verdad, ahora gracias a ella es una lucha de la estoy orgulloso —Peter me estaba mirando con los ojos llenos de lágrimas

—¿Por qué no me dijiste nada? —preguntó ignorando todo lo que su papá dijo

—Porque tu papá me lo pidió —respondí con tristeza y muy preocupada

—Pero yo soy tu novio —me dijo molesto

—En ese momento no eramos novio, en ese momento ni siquiera sabía que gustabas de mí, no tenía idea lo que nos estaba pasando Peter, había salido de ese lugar, estaba confundida y Ricardo me buscó en el momento que necesitaba a alguien, el me pidió que guardara el secreto y lo hice porque así funciona cuando tienes un padrino —dije muy triste

—Pero tú me dijiste que tenía que ser una persona a quién conoces poco, cuando te lo pregunté me mentiste —dijo enojado— ¿Hace cuanto fue? Quiero saber esto, no entiendo nada ¿Por qué me escondieron esto? —miró a su mamá

—Porque es una decisión que tomé hace muchos años, era un secreto que prefería guardar y arrastré a Lali a esto —dijo Ricardo— por favor, no te enojes con ella, si quieres estar enojado con alguien que sea conmigo, yo le pedí que no te diga nada, no me sentía listo para contarles este momento de mi vida, solo tu madre y mis padres lo saben, era otra época, imagínate lo que hubiese sido Montauk si alguien se enteraba en lo que estaba metido, tu viste como fueron con Lali hijo

—Deja de hablar estupideces y sé sincero, hace cuanto te pasó esto? Quiero escuchar todo —dijo enojado

—Peter, vuelve a la cama por favor —dijo Claudia

—Suéltame —respondió molesto— ¿No van a decir nada más?

—No me hables así —dijo Claudia levantando la voz también— vuelve a la cama ahora, vas a escuchar lo que quieras pero primero tienes que descansar, en este momento tu salud es lo más importante, no una historia qué pasó hace 30 años, ahora vas a volver a cama a descansar, luego vas a tener tiempo de conversar con tu papá —se veía muy triste y agotado, me miró mal y se fue por el pasillo Ricardo se tomó la cabeza y se puso de pie