2.

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En cuanto se fue la luz Peter propuso abandonar nuestro panorama, claramente era peligroso surfear de esa forma, regresamos la tabla y el traje, nos cambiamos y paramos en la hamburguesería de siempre, lo peor de este lugar es que era tan chico que todo el mundo se conocía, entonces sentía que me estaban observando con la mirada de prejuicio.

—¿No deberíamos buscar a Eugenia para comer? —pregunté riendo

—Ya sabes que la quiero y respeto mucho pero venir con ella a este lugar significa que se va a quejar por la poca variedad vegetariana qué hay en la carta —dijo con una leve sonrisa

—Bienvenidos —agregó Jennifer, atendía este lugar desde que yo tenia uso de razón— ¿Lo de siempre? —preguntó, miré la carta y asentí

—Una coca light por favor —sonrei

—¿Como estás? —preguntó— ¿Como te has sentido?

—Muy bien, muchas gracias —respondí casi sin mirarla, cuando se fue Peter me miró con una leve sonrisa

—No lo pensé, quizás debimos pedir para llevar —suspiró

—No hace falta, en algún momento tengo que aceptar la realidad y quizás mientras mas pronto mejor, además en el fondo no tengo porque darle explicaciones a estas personas no son nada mio —dije con seguridad, Peter asintió rápidamente— ¿Estas emocionado por cumplir años? —pregunté— si hay algo que me puso feliz cuando me enteré que iba a salir de ese lugar, es que no me voy a perder tu cumpleaños

—Sobre eso... estaba pensando que no sé si es tan buena idea hacer algo grande, ya sabes como es mi mamá con estas celebraciones, exagera demasiado y todas las celebraciones son un montón —dijo sonriendo— quizás para ti es demasiado pronto como para afrontar una fiesta exagerada con mucho alcohol y personas ebrias, podemos hacer algo mas simple La

—De ninguna manera, si hay algo tradicional en este lugar son los cumpleaños de los Lanzani, no puedes romper esa tradición y además no voy a permitir que me saquen mi lugar como tu mejor amiga, así que si tengo que ir y esforzarme lo haré, no te preocupes, estoy medicada todo el tiempo y si tomo algo voy a morir, no caeré en ninguna tentación se trata de mi vida —el simplemente me miró

—No hace falta que bromees así —dijo algo triste— yo sé que te duele, no tienes que mentirme, estas avergonzada

—Por supuesto que lo estoy —dije hablando bajo— pero lo menos que necesito ahora es actuar como victima, tengo que hacerme cargo de las cosas que hice, del camino que tomé, de las conciencias que eso trae, estuve trabajando mucho en entenderlo. Me duele mucho que papá no quiera verme la cara, tus papás piensan sobre mi? —pregunté— por favor, sé sincero

—Mi papá te ama como si fueras su hija, no ha cambiado su opinión sobre ti —respondió riendo— Siempre has sido la favorita, estaba muy preocupado y le preguntó a tu mamá un par de veces si podía visitarte pero era un poco difícil porque tenías muchas restricciones a mi me costó mucho

—¿Y tu mamá? —pregunté, ella siempre fue un poco más dura

—Mmmm creo que lo entiende un poco menos, pero te quiere mucho y te apoya también, jamás ha dicho algo feo, siempre me pregunta por ti y te desea todo lo mejor, no puede esperar para verte, le dije que vas a visitarla cuando tengas tiempo —respondió en ese momento comenzaron a traernos la comida— todos los chicos del curso te enviaron muchos saludos

—Había olvidado por completo a todas esas personas —me tomé la cabeza— ¿Vienen a tu cumpleaños, no? —asintió— bueno, como todos los años, espero que no hagan demasiadas preguntas

—No lo harán, no es un tema para hablar en una fiesta —dijo Peter mirando mis papas— ¿Me das una? —moví el plato— ¿Comías bien en ese lugar? Te veo mas delgada

IncondicionalWhere stories live. Discover now