Incondicional

21.

Si había algo que no me esperaba jamás era un comentario como el que Claudia me hizo, todas las voces de mi cabeza ya estaban mucho más claras que hace unos meses cuando decidí alejarme por el bien de todos, por supuesto, que tenía sentimientos encontrados porque el a todo momento estuvo pendiente de mi en la fiesta pero ya había otro tipo de prioridades en su vida y yo lo entendía perfecto.

Me tocó regresar a Nueva York porque tenía una semana de varios vuelos seguidos a México, como la distancia es más corta pasábamos menos tiempo en destino y volábamos con más frecuencia. Volví el mismo día de su cumpleaños, así que tuve que hacer una parada en casa para cambiarme y viajar a Montauk en tiempo record

—Sí no me esperaban creo que no llegaba —le dije a las chicas en cuanto me subí al auto— gracias, estoy muerta. Hoy me desperté a las cinco de la mañana, tuve un vuelo muy movido, creo que voy a estar un rato y me iré a casa a dormir —sonreí— ¿Cómo están? —hubo un silencio, estaban de mal en peor

—Tengo mucho trabajo —respondió Bella que estaba manejando— pero dentro de todo estoy bien, me da mucha envidia el color de piel que estás manejando últimamente —todos hablaban de lo mismo— se nota que la estás pasando bomba en Cancún

—¿Tienes algún amorío mexicano? —preguntó Eugenia

—Fui a una fiesta y estuve con uno pero nada serio la verdad, es que sangre latina amores, ustedes saben la intensidad que se maneja ahí, son lo máximo. Ha sido un cambio divertido, la he pasado muy bien estos meses, pero obviamente extraño mucho a mis amores —Eugenia me miró con una sonrisa y negó tentada— ¿que? Es verdad, como sigue Roma y Peter con la novia, estoy bastante desconectada del tema

—Lanzani con la novia bien, es como Bella dice, el se suma a todas las decisiones que ella toma porque... pollerudo, pero bien! Aaahhh ya tuvieron el primer problema, porque recién ahora que ya ha pasado casi un año desde que están saliendo ella le contó que la mansión en la que vive el ex novio en el desierto de Arizona —se burló Eugenia— la hicieron juntos, tipo... ella armó todo y según lo que entendí la comparten cada tanto, ósea cuando él no está ella visita el lugar con sus perros y todo, pero Peter no tenía idea

—¿Me estás jodiendo? —dije sorprendida— ¿El basquetbolista?

—Sí y además le tuvo que confesar porque un día él la estaba llamando para pedirle la clave de no sé qué cosa, igual es raro, yo no le creo que la visite cuando él no está, es extraño eso, para mi Peter tampoco le cree demasiado pero no hace lío —dijo Eugenia

—Y es accionista del tequila —dijo Bella

—ósea, podríamos decir que no ha cortado lazos con su ex novio —dije sorprendida y Eugenia me miró asintiendo— mira tu... tan buenita que se veía, bueno lo único que espero es que no joda a Peter porque se las va a ver conmigo

—¿No lo extrañas un montón? —dijo Bella— me ha sorprendido lo distanciados que están, ustedes se la pasaban juntos y de golpe se ven una dos veces al mes

—Bueno, tampoco tan así... ósea este ultimo mes no nos hemos visto poco porque tenemos horarios complicados pero estamos hablando todo el tiempo, yo le mando fotos de las cosas que hago, el me manda a mí, obviamente lo extraño mucho como mi mejor amigo inseparable pero lo necesitábamos, mi terapeuta me estuvo hablando sobre la dependencia emocional, es algo que tengo que aprender a manejar, necesito saber transitar la soledad, porque ese es mi momento de mayor debilidad, donde puedo volver a caer —suspiré— por suerte he tenido un año bueno, de altos y bajos pero jamás una recaída oficial

—Lali, no puedo estar más orgullosa de ti amiga —me dijo Eugenia— siempre supe que eras superior a cualquier cosa, esto no te iba a ganar de ninguna manera